Un análisis de Xavier Canalis

Atentados en París: tres consecuencias para el turismo

El sector tendrá que incorporar rutinas de seguridad antiterrorista

Publicada 16/11/15
Atentados en París: tres consecuencias para el turismo

Análisis/ Los atentados terroristas cometidos por Estado Islámico en París y que han dejado un balance de 129 muertos y 80 heridos de gravedad van a generar tres consecuencias directas sobre el sector turístico a nivel global.

1) NUEVAS RUTINAS Y PROTOCOLOS DE SEGURIDAD EN TODO EL SECTOR

En primer lugar, toda la industria turística -en todos los destinos- va a tener que acostumbrarse a seguir nuevas rutinas y protocolos de seguridad para prevenir la amenaza terrorista.

De hecho, este asunto fue tratado durante la conferencia "Terrorism and Tourism: What can the travel industry do to safeguard their customers?" que tuvo lugar hace dos semanas en la feria World Travel Market de Londres, a la que asistí como enviado especial de HOSTELTUR noticias turismo.

Medio centenar de responsables en seguridad de destinos turísticos y empresas acudieron a dicha jornada. Ese día, muchos ya sospechaban que la destrucción de un avión chárter con turistas rusos había sido causada por un atentado terrorista. Ver también Putin ordena la suspensión de vuelos rusos con Egipto y Obama respalda la versión de la bomba.

"En todo lo que hacemos es absolutamente vital trabajar con socios. Como expertos en contraterrorismo, nuestro foco de interés es entender las amenazas tanto en el Reino Unido como en destinos turísticos en el extranjero donde hay ciudadanos británicos", expuso David Roney, coordinador nacional del programa Protect & Prepare.

El mensaje resumen fue muy simple: los sitios concurridos son objetivos preferenciales de los terroristas, éstos han adquirido mucha experiencia en países como Siria y los atacantes pueden ser tanto comandos organizados como lobos solitarios. Ver también Ver también Estado Islámico declara la guerra al turismo.

Prevenir dicha amenaza es tarea de todos los actores, tanto públicos como privados, remarcó este portavoz gubernamental. Pero para ello se requiere "coordinación, planificación y sentido común", pues además las amenazas pueden ir variando.

Así pues, del mismo modo que las empresas turísticas han incorporado multitud de tareas rutinarias relacionadas con el ahorro energético, la limpieza, la gestión de clientes o la prevención de robos, también tendrán que incluir en su día a día nuevas pautas de trabajo y protocolos relacionados con la seguridad antiterrorista.

Independientemente de si esa empresa está ubicada en Europa o en un destino emergente.

Una de las diapositivas mostradas en la conferencia sobre prevención de ataques terroristas en el sector turístico.Una de las diapositivas mostradas en la conferencia sobre prevención de ataques terroristas en el sector turístico.

2) DEMANDA CADA VEZ MÁS SENSIBILIZADA

Cada vez con más claridad, los ciudadanos están asumiendo que cuando viajan de vacaciones o se encuentran en sitios muy concurridos son un "soft target" u objetivo fácil, escasamente protegido, para los terroristas. Ver también OMT: nos enfrentamos a una amenaza global.

De hecho y según la encuesta realizada por World Travel Market a consumidores del Reino Unido, cuatro de cada 10 turistas admiten que este año 2015 no se han podido relajar plenamente durante sus vacaciones porque en algún momento temieron la posibilidad de sufrir un atentado. Ver también WTM abre sus puertas: optimismo y temor a la vez.

Ante este escenario y tras la tragedia de París, es muy probable que determinados destinos turísticos, por ejemplo grandes ciudades en la propia Europa, sean percibidos como potencialmente peligrosos y por tanto, evitados.

De ahí la imperiosa necesidad de que todos los actores de la industria turística comiencen a incorporar pautas de seguridad y que tampoco cause temor solicitar la colaboración de los visitantes si, por ejemplo, ven un paquete sospechoso.

Algunos podrán pensar "La gente no querrá venir a nuestra ciudad si ven por todas partes carteles advirtiéndoles que estén alerta". Tampoco se trata de entrar en modo pánico.

Pero sería positivo que industria turística y fuerzas de seguridad mantuvieran reuniones periódicas para establecer la mejor manera de prevenir, de manera conjunta y coordinada, la amenaza terrorista.

3) LA GESTIÓN DE CRISIS Y EMERGENCIAS, FUNDAMENTAL

Todos los destinos turísticos de Europa, especialmente los urbanos pero también los resorts de sol y playa, van a tener que revisar de manera urgente sus planes para la gestión de crisis y emergencias.

Porque si ocurre lo peor y son golpeados por un ataque terrorista, las primeras 48 horas serán claves.

Lo que suceda en ese plazo de tiempo (el modo en que se atiendan las víctimas, se repatrían los turistas, se gestiona la relación con los medios de comunicación, etc) marcará la reputación de esos destinos y será clave para que sean más eficaces las posteriores campaña de promoción dirigidas a recuperar la llegada de turistas lo más pronto posible.

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Comentarios 1
Avatar david77 david77 hace 8 años
Y pregunto yo: ¿Cómo piensan hacer que la industria turística y las fuerzas de seguridad se coordinen, si se está dando carta blanca al alojamiento "no regulado" de viviendas particulares en las cuales no hay ningún registro ni aviso a las autoridades de quién está allí? Los hoteles, hostales y alojamientos reglados, tienen la obligación de registrar a sus clientes y facilitar los datos a las fuerzas de seguridad, pero cualquier vivienda / apartamento / habitación de las de Airbnb, Wimdu, o alguna de esas páginas por el estilo (Empresas turísticas al fin y al cabo) no tienen esa obligación, o si la tienen no la aplican por no pagar impuestos. Creo que los políticos de este país (y del resto del mundo) deben tener en cuenta esos aspectos y no fijarse únicamente en el número de turistas que puede atraerse de más a un destino con este tipo de alojamientos, o en la posible (a mi modo de ver dudosa) mejora de la economía que generarán, ya que la brecha en la seguridad con este tipo de alojamientos, es demasiado evidente como para ignorarla.