Debate en el Colegio de Economistas de Cataluña entre Ayuntamiento y empresarios

La moratoria de Barcelona, ¿previene una burbuja o la encubre?

La ciudad cuenta con 3 M de turistas que no consta dónde pernoctan, el 19% del total

Publicada 10/03/16 -Actualizada 03/07/18 22:58h
La moratoria de Barcelona, ¿previene una burbuja o la encubre?

La moratoria de Barcelona, según ha señalado el concejal de Ocupación, Empresa, Comercio y Turismo, Agustí Colom, es una medida “para prevenir una posible burbuja, igual que pasó con la inmobiliaria”, dado el crecimiento exponencial de nuevos alojamientos turísticos y de visitantes en la ciudad. Así lo ha manifestado en el debate organizado por el Colegio de Economistas de Cataluña y moderado por el socio-director de BurgMaster Hospitality Consultants, Joan Bóveda, quien sin embargo ha apuntado que la moratoria “genera una situación de desequilibrio que lleva a que el precio se sitúe por encima del precio de equilibrio y que el valor de los activos aumente con un claro riesgo de burbuja”.

Coincide así con Bruno Hallé, socio director de Magma Hospitality Consulting, quien ha afirmado que “la moratoria provoca que quien ahora mismo tiene un hotel en Barcelona, tiene un tesoro, con lo que conlleva de burbuja encubierta. No obstante, sigue habiendo en el mercado un gran interés por la ciudad, que continúa siendo foco de atracción para los inversores, por lo que algunos están dispuestos a pagar un sobreprecio en función de la ubicación, no ya mirando la rentabilidad puramente hotelera, sino también desde el punto de vista inmobiliario”.

Colom ha destacado que “Barcelona está tres puntos por encima de la media de densidad de turista por residente”, subrayando que “la clave es la diversificación de usos para tener capacidad de resiliencia frente a cualquier situación de crisis”. Y es que, añadió, “en Barcelona hay espacios con un monocultivo del turismo que tienen un efecto directo en los ciudadanos y que puede llevar a una cierta desertización con un impacto claro en la percepción de la seguridad”.

En este sentido ha explicado que “la evolución de las plazas de alojamientos reglados en Barcelona había mantenido un crecimiento sostenido desde 2010, pero en 2015 se ha producido un incremento exponencial del 21% que podía apuntar a una cierta burbuja de alojamientos turísticos”.

De izq. a dcha, Joan Molas, Agustí Colom, Joan B. Casas, decano del Colegio de Economistas, y Joan Bóveda, en el debate.De izq. a dcha, Joan Molas, Agustí Colom, Joan B. Casas, decano del Colegio de Economistas, y Joan Bóveda, en el debate.

También han tenido en cuenta la percepción del turismo en Barcelona (turismofobia), que ha ido empeorando. En este marco desde el Ayuntamiento se planteó una “revisión y actualización del plan estratégico de turismo” para que “la perspectiva de incremento de plazas en 2015 sea del 13,8%, 6,2 puntos menos de lo previsto”.

El Consistorio ha recibido 39 solicitudes de licencias de alojamientos turísticos, según ha informado el concejal, quien ha adelantado que este mes se llevará a cabo la aprobación previa del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) que establece distintas áreas en función de la saturación de plazas hoteleras, rebajando la sobresaturación del centro y el Eixample, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo en 'Barcelona establecerá una regulación específica por zonas de los alojamientos turísticos' y 'Los nuevos alojamientos turísticos de Barcelona deberán centrarse en la periferia'.

El objetivo es redirigir a estos visitantes hacia otros barrios que, según Colom, “aunque estén lejos del centro, lo importante es que estén bien comunicados”. Sin embargo, como incide Bóveda, “lo que crea problemas de convivencia es el uso del espacio público que genera el turismo, no las pernoctaciones”, remarcando que “por más que llevemos a los turistas a dormir a Santa Coloma de Gramanet, éstos seguirán queriendo visitar la Sagrada Familia”.

Incidencia en la inversión y la creación de empleo

Por su parte Joan Molas, también participante en el debate como presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería y Restauración de Cataluña, ha destacado que la moratoria hotelera ya ha tenido una incidencia sobre la inversión en inmuebles, que en 2015 fue de 260 millones de euros, un 17% menos que en 2014. Ese descenso también ha repercutido en una menor creación de empleo, ya que la suspensión de “un proyecto hotelero de 100 habitaciones supone dejar de crear 78 puestos de trabajo entre directos e indirectos”.

Molas asimismo ha enumerado las repercusiones en la competitividad del sector, la inseguridad jurídica generada y la pérdida de oportunidades, por lo que ha pedido a la Administración pública que “no caiga en el error de hacer debates ideológicos estériles respecto al turismo”.

En esta misma línea ha indicado la necesidad de huir del debate enquistado que se ha generado en torno a la actividad turística en la Ciudad Condal y de reforzar la idea que “el turismo es positivo para Barcelona, por lo que se debe racionalizar el debate público y cambiar el tono, recordando todo lo que esta actividad ha aportado a la ciudad y al conjunto de servicios y sectores industriales conexos”, sugiriendo que se debe utilizar “como palanca para generar nueva actividad económica en nuestra ciudad”.

Así, ha recordado su papel en la ordenación urbanística y la creación de nuevas áreas de atractivo turístico en la ciudad, así como en su imagen y visibilidad, “propiciando la llegada de grandes eventos de efectos transversales”; su contribución a la “ampliación, diversificación y modernización de la oferta de restauración, impulsando la gastronomía”; su estímulo a “la rehabilitación y conservación del patrimonio arquitectónico y artístico de la ciudad”, además de su “impacto positivo en multitud de sectores como la logística, industria, cultura, moda, formación, los servicios relacionados con la salud o el deporte, entre otros”.

Oferta irregular

Para Bóveda la moratoria también “genera una situación de carestía que puede llevar a la deslocalización de otros municipios del área metropolitana y al impulso de una oferta irregular”. No en vano los últimos datos del Ayuntamiento reflejan que el 19% de los visitantes de la capital catalana en 2015, 2,88 millones, no consta dónde pernoctaron. En este sentido Colom ha recalcado la necesidad de “erradicar los alojamientos ilegales, que deben estar sometidos a los mismos criterios de actividad que el resto”. Pero desde Aptur ya han advertido que congelar incentiva la ilegalidad.

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