Siniestro del vuelo MS804 de Egyptair

El Aeropuerto Charles de Gaulle, en el centro de la investigación criminal

Publicada 21/05/16 -Actualizada 03/07/18 22:58h
El Aeropuerto Charles de Gaulle, en el centro de la investigación criminal
  • La puerta más internacional de Francia es analizada como posible eslabón entre el atentado que habría sufrido el Airbus A320 de Egyptair y los de París
  • El ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, pide prudencia y no adelantar teorías hasta que no haya pruebas que determinen las causas
  • El aeropuerto, que había 'limpiado' su nómina de 'radicales', vuelve a escudriñar a cada trabajador que haya podido tener contacto con el vuelo de Egyptair

El Aeropuerto Charles de Gaulle, la puerta más internacional de Francia, de donde despegó el vuelo siniestrado de Egyptair, se ha convertido en una parte esencial de la investigación criminal que llevan a cabo las autoridades de Francia y Egipto como el posible eslabón entre el atentado que habría sufrido el Airbus A320 de la aerolínea egipcia y los de París: trabajadores del aeropuerto radicales islámicos, dentro de la hipótesis que apunta a un ataque terrorista como causa del suceso registrado la madrugada del jueves, y primera opción para los egipcios mientras los franceses piden prudencia, especialmente en estos momentos en que el país afronta el reto de garantizar la seguridad de la próxima Eurocopa y el Tour de Francia.

El país se ha mantenido en estado de emergencia desde los atentados yihadistas de mediados de noviembre en París, un dispositivo de seguridad que, según medios franceses, debía mantenerse hasta finales de julio para cubrir esos dos eventos, por lo que de comprobarse la hipótesis del terrorismo detrás del siniestro del avión de Egyptair, significaría un importante fallo en territorio francés y un hueco en la cadena de seguridad, con la pérdida de la eficacia y confianza en ese dispositivo.

Por ello, pese a que las autoridades egipcias dan más peso a un atentado terrorista que a un fallo técnico, el ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, reiteraba este viernes la necesidad de ser prudentes y no adelantar teorías mientras no haya pruebas que determinen las causas.

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‘Limpieza’ de nómina

Las dudas vuelven a recaer sobre operarios del aeropuerto donde a 70 trabajadores sospechosos de ser islamistas radicales se les revocaron sus pases de seguridad tras los ataques terroristas en París el año pasado y de que aparecieran en el interior de aviones de easyJet y Vueling grafitis en árabe (ver. EasyJet investiga grafitis en árabe aparecidos en sus aviones). Las autoridades se preguntan cuántos más pueden habérseles pasado por alto y tratan de determinar si, efectivamente, existe una posible relación entre el atentado terrorista al que se atribuye la desaparición del avión de Egyptair en la madrugada de este jueves y la seguridad en el Aeropuerto Charles de Gaulle.

Por supuesto, los funcionarios en París confirmaron que la seguridad había estado muy vigilada en el aeropuerto CDG después del ataque terrorista registrado en la capital francesa el pasado mes de noviembre, pero algunos analistas se preguntan si fue suficiente.

Después de los atentados de París, agentes de seguridad franceses también han examinado el contenido de alrededor de 4.000 taquillas de los trabajadores en los aeropuertos de Charles de Gaulle y Orly, al mismo tiempo que el gestor aeroportuario intenta eliminar a los “potenciales terroristas” que trabajan en los hubs de Francia con mayor tráfico.

La seguridad francesa en diciembre llegó a la conclusión de que los militantes islamistas que murieron en una incursión de la policía después de los ataques del 13 de noviembre estaban planeando atacar Charles de Gaulle, el mayor aeropuerto internacional de Francia, según recogen medios locales.

La presencia de radicales entre el personal del aeropuerto provocó preocupación después del siniestro del avión de pasajeros ruso a finales de octubre en Egipto, sobre el cual funcionarios de inteligencia occidentales determinaron que fue derribado por una bomba de fabricación casera, introducida a bordo por un trabajador del aeropuerto de Sharm El Sheikh.

En diciembre de 2015, después de los ataques terroristas de París, el gestor Aeropuertos de París realizó una ‘limpieza’ de nómina, revisando quiénes, por sus funciones, de los que trabajan en las instalaciones del Charles de Gaulle contaban con pases de seguridad especiales. Después de encontrar que 57 empleados con acceso a zonas restringidas del aeropuerto estaban en una lista de vigilancia terrorista por “radicalización”, se tomó la decisión de despedirlos a todos y a otros 70 se les invalidaron las credenciales especiales como medida preventiva, de los 8.500 agentes que trabajan en las áreas de seguridad más sensibles del aeropuerto, del total de 86.000 trabajadores de los dos aeropuertos parisinos y las distintas empresas que en ellos confluyen, la mayoría para las compañías aéreas o para varios cientos de subcontratistas.

Pasajeros y trabajadores

En tal sentido, el Aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle ocupa un papel principal en la investigación abierta por la Fiscalía de París, una vez que de sus pistas despegó el Airbus A320 de Egyptair, a las 23.09 hora local del miércoles (21.09 GMT) investigando paso a paso y persona a persona que tuvieron que ver o participaron de forma alguna en la trayectoria que siguió el vuelo MS804 siniestrado.

Los investigadores de la Gendarmería de Transporte Aéreo (GTA) van a examinar tanto al personal del aeropuerto susceptible de haberse acercado a la aeronave como a aquellos de las subcontratas de limpieza o suministro.

Las pesquisas incluyen la lista de pasajeros y de la tripulación, aunque desde Egipto ya se había avanzado que en estos momentos no había indicios que hicieran a alguno de ellos sospechoso.

Las imágenes de videovigilancia de Charles de Gaulle, en el que hay instaladas 8.000 cámaras, se suman al puzzle con el que se intenta desde el jueves desenmarañar lo sucedido para que el avión, que desapareció de los radares a las 02.45 (00.45 GMT), acabara estrellado en el Mediterráneo.

Ese Airbus A320 de Egyptair, según la web especializada flightradar.com, había pasado ese mismo día por Eritrea, Egipto y Túnez. Su escala en París tras haber aterrizado procedente de El Cairo a las 19.55 GMT duró poco más de tres horas, señala la agencia Efe.

"La investigación es una carrera contrarreloj, porque si hubo complicidades en Roissy habrá que encontrar rápidamente a los miembros de la red, que podrían volver a atacar", señalaban en el diario francés Le Figaro. "En todas las líneas de riesgo serían necesarios escáneres corporales para detectar explosivos, pero todavía no es así", lamentó un experto en seguridad aérea en el rotativo galo.

Tres expertos del organismo francés de Investigación de Accidentes Aéreos (BEA) y un consejero técnico del fabricante aeronáutico Airbus se encuentran en El Cairo para colaborar con las autoridades egipcias.

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