Según revela una encuesta de Small Luxury Hotels of the World

España no figura entre las preferencias de los turistas de lujo

Maldivas lidera sus destinos favoritos, seguido por Italia y Francia

Publicada 09/11/13
España no figura entre las preferencias de los turistas de lujo

Los resultados de la encuesta de Small Luxury Hotels of the World (SLH) sobre las últimas tendencias del lujo en viajes, moda, restauración y tecnología, no dejan lugar a dudas: España no se encuentra entre las preferencias de estos turistas de alto standing, que se decantan por Maldivas, Italia y Francia.

Y es que a la hora de elegir un artículo de lujo los encuestados prefieren unas lujosas vacaciones (42%), seguidas de una experiencia memorable (40%), lo que pone de manifiesto su inclinación por estas opciones por encima de otros artículos de lujo tangibles como automóviles, joyas o ropa. No fue el caso de Canadá, donde un 58% de los encuestados citó como primera opción un coche de lujo.

En términos de destinos vacacionales favoritos, las Maldivas superó todas las demás opciones (13%), seguida de Italia y Francia (12% y 11%, respectivamente). Estados Unidos y Canadá fueron los únicos mercados que no eligieron las Maldivas entre sus tres primeros destinos de lujo, decidiéndose en ambos casos por destinos europeos, particularmente aquellos situados en el país galo (22% y 23%, respectivamente).

El 62% de los encuestados ha incrementado significativamente el consumo de productos de lujo en el sector de viajes en los últimos cinco años.El 62% de los encuestados ha incrementado significativamente el consumo de productos de lujo en el sector de viajes en los últimos cinco años.

Cuando se trata de identificar los elementos más importantes de unas vacaciones, los encuestados valoraron por encima de todo la calificación de 5 estrellas y las experiencias auténticas (28% y 26%). Canadienses y latinoamericanos, por su parte, restaron importancia a la calificación hotelera y enfatizaron en las experiencias (39% y 36% respectivamente), mientras que los encuestados británicos dejaron claro que el lujo no sería lujo si fuese discreto y seleccionaron en su inmensa mayoría los hoteles de 5 estrellas por encima de cualquier otro elemento.

El factor más importante para los encuestados alemanes a la hora de elegir un hotel de lujo fue que les hiciese sentir “como en casa lejos de casa” (30%), algo que también importa a chinos (27%) y a latinoamericanos (22%). Británicos y americanos son menos exigentes con este factor (10% y 11%), quizás demostrando que encuentran menos dificultades para escapar de su rutina diaria. El servicio personalizado también apareció entre las opciones más elegidas entre los encuestados de Australia y América, con un 26% y 24% respectivamente, superando así el 17% de la media.

Un complejo hotelero con playa apartado de la civilización es la idea que más personas tienen de unas vacaciones de lujo (43% de los encuestados). No es el caso, sin embargo, de los latinoamericanos, a los que atraen menos las playas y más los hoteles céntricos y vanguardistas (36% en comparación con la media del 16%).

El hotel ecológico influye en la selección de casi uno de cada tres encuestados estadounidenses (30%), que dan preferencia a este tipo de alojamiento frente al 14% de media. Las mansiones rurales despiertan el interés de franceses, alemanes y británicos, mientras que chinos y rusos prefieren, por encima de la media, centros de bienestar y spa.

Gasto turístico

En cuanto al gasto en viajes de lujo, el 84% de los encuestados afirmó que no estaría dispuesto a gastar más de 2.000 libras (unos 2.400 euros) en una escapada de fin de semana. En China, el 55% invertiría menos de 1.000 libras (1.200 euros) en un fin de semana de lujo, mientras que en el otro lado de la balanza, un tercio de los encuestados rusos no tendría ningún problema en superar las 2.000 libras por un fin de semana de placer.

En Francia un 63% de los encuestados mostró una mayor disposición a invertir una suma superior a la media en una cena de lujo para dos, afirmando que no dudarían en gastar más de 200 libras (240 euros), en comparación con el 43% de media.

Incremento del consumo

La encuesta, que se realizó el pasado mes de agosto a más de 800 clientes de SLH de todo el mundo con el objetivo de identificar sus hábitos y deseos, revela que una abrumadora mayoría ha aumentado significativamente el consumo de productos de lujo en el sector de viajes (62%) en los últimos cinco años.

El mayor auge en el consumo de productos de lujo en ese lustro ha sido el experimentado por los encuestados rusos, con casi el 90%.

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Quizá sea hora de empezar a pensar, que algo no se está haciendo suficientemente bien. En una sociedad en la que, a nivel mundial, el número de ricos crece en porcentajes iguales o superiores al que lo hace el número de pobres, no es fácil que los primeros se encuentren muy a gusto, en destinos sin la imagen de exclusividad de la que les gusta sentirse rodeados. El que el número de hoteles de cinco estrellas, sea el que más ha crecido en España durante la pasada década, y que muchos de ellos puedan tener excelentes instalaciones, no es suficiente para atraer a un mercado de lujo, si esos hoteles, para llenar sus habitaciones, compiten en precios con los de cuatro y tres estrellas, atrayendo a un cliente incompatible con el podría ser el cliente objetivo de un establecimiento de lujo. Fijaros que he señalado la categoría de hoteles por número de estrellas que representan una categoría administrativa, para señalar la gran diferencia que existe entre ese concepto, y el de lujo como concepto derivado de la percepción del cliente, y que además de las instalaciones, se forma por la atención del personal, la calidad del conjunto de servicios del establecimiento, el medio en el que el mismo se encuentre ubicado, y sobre todo el precio. No es suficiente que el hotel se defina como Lujo o Gran Lujo, si su cliente objetivo no lo percibe como tal, como consecuencia del medio en el que el mismo se encuentre ubicado.