Las playas menos ocupadas, las más caras

Volar a Mallorca cuesta menos que alquilar una tumbona

La Cámara pide más control de las concesiones playeras

Publicada 20/08/11 -Actualizada 22/08/18 10:00h
Volar a Mallorca cuesta menos que alquilar una tumbona
  • El canon exigido a las concesionarias hace subir los precios de los chiringuitos
  • La Cámara pide fomentar el cuidado y mantenimiento de las playas durante todo el año

Viajar a Mallorca en pleno mes de agosto en una low cost puede resultar más económico que disfrutar de un día de playa con tumbona y hamaca o que montar, un hora, en un velomar.

Según un estudio de la Cámara de Comercio de la isla el alquiler de una hamaca y un parasol en algunas playas asciende a 10 euros, mientras que el de un velomar puede alcanzar los 15. Unos precios que sorprendentemente superan a los de un billete de avión para viajar a Mallorca en una compañía de bajo coste en estos días de verano. Así, por ejemplo, un trayecto de ida de Barcelona a Palma puede adquirirse estos días por 9,99 euros.

A mayor ocupación menor precio

Sin embargo, este hipótesis no se cumple en todas las playas. Según el informe (que pueden descargarse completo, en la parte de arriba de esta página, bajo la galeria de fotos), los municipios con una mayor ocupación o con más oferta ofrecen precios más asequibles que los que tienen menos turistas.

Entre los municipios con servicios playeros más caros destacan Llucmajor, Campos, Alcudia o Ses Salines; y, entre los más baratos, Santa Margalida, Calviá, Muro o Palma.

Concretamente el precio de las tumbonas con sobrilla oscilan desde lo 4,7 euros que cuestan en Alcudia, a los 10 de Llucmajor. Mientras que el alquiler de material náutico durante 60 minutos va de lo 9 euros en Andraxt a los 15 de Alcudia.

El canon encarece precios

Otra de las conclusiones del estudio es que el canon exigido a las concesionarias de los servicios de playa (tumbonas, actividades náuticas y chiringuitos) es el causante de la subida de los precios. Un canon que, según la entidad mallorquina se ha incrementado “en gran medida en los últimos años”, llegando en algunos casos a duplicarse

Una legislación poco concreta

Asimismo, el estudio apunta que la legislación actual regula los derechos y las condiciones técnicas y económicas básicas de los procesos de licitación, pero no concreta el procedimiento ni el detalle de la cesión de los derechos de explotación. Todo ello genera una gran heterogeneidad en cuestiones de gran relevancia.

A esto se suma también el insuficiente control sobre las concesiones por parte de Demarcación de Costas, que únicamente supervisa los temas que afectan a seguridad o medio ambiente en estas playas.

Recomendaciones

Por todo ello, la Cámara de Mallorca realiza una serie de recomendaciones para favorecer una mejor gestión de estos procesos de licitación, que redunden positivamente en los servicios que se ofrecen en las playas y, por tanto, en la competitividad de Mallorca como destino:

Incluir una mayor precisión en la Ley de Costas respecto a los proyectos que presentan anualmente los Ayuntamientos; establecer un mayor control por parte de Demarcación; informar a los ayuntamientos afectados de las diferencias entre los servicios que se ofrecen en las distintas playas de la isla, invitándoles a establecer una mayor homogeneidad; fomentar el cuidado y mantenimiento de las playas durante todo el año o elaborar un manual de buenas prácticas por parte de Demarcación de Costas y de la Cámara de Mallorca para recoger las mejores experiencias en el marco de estos procesos, entre otras.

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