American Express: "Los clientes piden menos alojamientos de lujo y más hoteles verdes"

En un entorno tan complejo para los viajes de negocios, ¿es mejor ser una gran compañía como la suya en lugar de una pequeña empresa?

No creo que sea tanto una cuestión de tamaño, sino de capacidad para operar a nivel global, en mercados muy diferentes y poder incorporar las perspectivas de clientes y proveedores en cada uno de ellos.

Desde la perspectiva del turismo de reuniones, ¿qué están exigiendo sus clientes a las aerolíneas?

Los clientes lógicamente buscan facilitar al máximo los movimientos de grupos de asistentes a una convención o un congreso cuando viajan de un país para otro. Y las empresas quieren saber en todo momento dónde se encuentran sus empleados. Así que tienes que integrar toda esa información de las aerolíneas y la tuya en una misma plataforma para el cliente final.

¿Pero y qué pasa con los precios? Los billetes suben debido al encarecimiento del combustible. ¿Qué previsión tiene para 2012?

Efectivamente la presión sobre los precios está llevando a las empresas a replantearse dónde organizarán su próxima convención. De ahí que ahora estén pidiendo reuniones en sitios más cercanos a sus sedes centrales.

En el ámbito hotelero, ¿qué tendencias observan?

Varios de nuestros clientes quieren que sus convenciones y congresos encajen dentro de sus objetivos generales en materia de Responsabilidad Social Corporativa. Por eso nos piden cada vez más establecimientos que sean más respetuosos con el medio ambiente, con menos emisiones de C02. De hecho, estamos viendo un cambio en la demanda: se piden menos alojamientos de lujo y más hoteles “verdes”.

A medida que las empresas buscan emplazamientos más cercanos y buscan reducir como sea el presupuesto destinado a convenciones y eventos ¿Ve usted destinos ganadores y perdedores?

Desde luego. De hecho, estamos viendo el auge de algunos destinos, muy funcionales, que se están orientando mejor al mundo de los negocios, que captan el interés de las empresas, y por ello están ganando cuota a los destinos tradicionalmente enfocados al lujo. Esta tendencia se observa sobre todo en Europa y en Estados Unidos, pero no en los mercados emisores de Asia y algunos de Latinoamérica, donde la demanda de congresos y convenciones aún fluye hacia los productos de lujo y creemos que así seguirá en 2012.

¿Suben los eventos virtuales como alternativa más económica?

American Express ya ofrece soluciones en este campo, aunque las videoconferencias a distancia y otras innovaciones tecnológicas no podrán substituir completamente a las reuniones cara a cara, que generan negocio a nuestros clientes. Nosotros vemos a los eventos virtuales más como un complemento que como una alternativa, una oportunidad para extender el alcance de las reuniones. Por ejemplo, en una convención de ventas, puedes involucrar a más gente a través de las nuevas tecnologías, aunque no estén presentes físicamente allí. Los eventos virtuales también te permiten distribuir mejor ciertos contenidos, impartir cursos formativos, etc. Aquí ya estamos trabajando con varios clientes.

¿Y qué tendencias observan más en España, teniendo en cuenta que la crisis económica es más severa aquí?

El cliente va a continuar haciendo sus incentivos y eventos. Pero, a diferencia de otros años, va a buscar aquellas alternativas que le aporten valor, a un precio razonable, y que después tengan ese entorno donde puedan realizar la parte de incentivo.

¿Los viajes de incentivos puros realmente siguen existiendo, no han sido barridos por los llamados “meetincentives”, mezcla de viaje de trabajo y de ocio?

La tendencia está ahí, desde luego. Históricamente hemos tenido una parte de incentivo y otra de reunión, claramente diferenciado. Pero cada vez más se realiza el meeting y el incentivo en el mismo evento, con localizaciones más cercanas, tamaños de grupos más reducidos y donde el cliente tenga la seguridad de que va a poder realizar bien su reunión de trabajo, y que tendrá un componente de incentivo. Todo con un precio adecuado a la situación de crisis. Ese es el escenario, para España y para Europa.

Usted vive y trabaja en Toronto, Canadá. ¿Cómo se ve desde Norteamérica a España como destino MICE?

Es un destino top para nuestros clientes europeos, desde luego, aunque no para nuestros clientes de EEUU y Canadá, al estar más lejos. En cualquier caso, tiene una imagen muy buena a nivel global para acoger reuniones.