Un post de Ester Mascaró

Baleares: buenas ocupaciones turísticas sin rentabilidad social

Fundación Gadeso: los baleares son muy críticos con la actividad turística

Publicada 02/07/12 -Actualizada 15/07/18 23:29h
Baleares: buenas ocupaciones turísticas sin rentabilidad social

Los ciudadanos de las Baleares son muy críticos con la actividad turística, sobre todo por el consumo excesivo de territorio que genera y por el hecho de que aunque se registren buenas ocupaciones, los beneficios sociales en forma de generación de empleo de calidad son prácticamente nulos. Así se recoge en la última encuesta realizada por la Fundación Gadeso.

Los habitantes de las Baleares tienen claro que el turismo es la base del bienestar económico de los últimos años, pero también son conscientes de que a pesar de las altas ocupaciones, el sector no genera empleos de calidad. Menorca es, de todas, la isla más escéptica en cuanto a la generación de riqueza social del sector y sólo un 34,5% de los encuestados le da valor como principal motor de ocupación.

Esta percepción se explica por un modelo de ocupación basado en la mano de obra intensiva y de baja cualificación que acentúa los efectos de la crisis: más desempleo, más temporalidad, más precariedad. En el conjunto de Baleares, sólo el 38,9% de los encuestados valora el turismo como una actividad que genera empleos, y ha descendido el porcentaje de ciudadanos que perciben al sector turístico como "la base económica de su bienestar".

Otro aspecto que preocupa a los baleares es la excesiva estacionalidad del turismo, una asignatura pendiente desde hace años de las empresas y la Administración. El 99,2% de los encuestados refleja la estacionalidad excesiva como principal debilidad de la actividad turística. También preocupa el excesivo consumo de territorio (80,9% con Menorca y Mallorca en cabeza), la excesiva dependencia de la actividad turística (78,7% con Menorca y Mallorca igualmente a la cabeza) y el trabajo de baja calidad que genera (64,4% con Mallorca y Menorca a la cabeza de esa valoración).

Debilidades del trabajo turístico

El empleo en el sector turístico merece una puntuación media de un 5,3 sobre 10 para los ciudadanos baleares. Este es desde luego, pobre, pero es incluso mejor que el recogido en pasadas encuestas, algo probablemente debido a los efectos de la crisis y a la percepción de que "un mal trabajo es mejor que ningún trabajo".

En Ibiza y Formentera es donde obtiene mejor puntuación el empleo en el sector, con un 5,6, mientras que en Menorca obtiene un 5 por los pelos. La percepción de que se trata de una actividad excesivamente estacional sube en las cuatro islas de forma considerable y se percibe como el principal problema, seguido por unos sueldos demasiado bajos, unos horarios excesivos y una escasa valoración profesional. Sin embargo, también a causa de la crisis, la preocupación por esos últimos aspectos baja en todo el archipiélago: los baleares asumen que dadas las circunstancias, mejor esto que nada.

Valoración del propio producto turístico

Los baleares son muy críticos con su producto. Veamos los resultados de la encuesta por islas.

Los mallorquines conceden las mejores notas a la conectividad aérea y marítima (sin embargo un escaso 6,3) y a las infraestructuras de la isla (6,1). Les siguen los equipamientos y servicios (5,2), la planta de alojamientos (que ya no llega al 5, con un 4,8), el patrimonio natural y el territorio (4,7) y la peor nota es para la oferta complementaria (4,4).

Los menorquines conceden su mejor nota al patrimonio natural y el territorio (5,9), seguido por las infraestructuras (5,4), los equipamientos y servicios y la planta de alojamiento (ambos con un 5) y por debajo de ese umbral sitúan a la oferta complementaria (4,5) y a la conectividad aérea y marítima (3,9).

En Ibiza los residentes valoran la oferta complementaria como lo mejor de su producto turístico (6,0), seguido por las infraestructuras (5,5), la conectividad aérea y marítima (5,3), los equipamientos y servicios y el patrimonio natural (ambos con un 5,1) y en último lugar sitúan a la planta de alojamientos, que no alcanza el 5 (4,9).

Finalmente, en Formentera valoran su patrimonio natural con la mejor nota (6,5), seguido por las infraestructuras (5,6), la oferta complementaria y los equipamientos y servicios (ambos con un 5), y no alcanzan el aprobado la planta de alojamientos (4,8) y la conectividad aérea y marítima (4,2).

Medidas para mejorar el producto turístico

¿Y cómo mejorarían los ciudadanos de Baleares ese producto turístico que ven en situación nada ventajosa?

- El 75% propone una mayor protección del territorio y del patrimonio natural.

- El 55% una modernización de la oferta complementaria.

- El 53% propone una reconversión hotelera.

- El 46% una mejora de la conectividad aérea y marítima.

- El 43% la reconversión de las zonas turísticas maduras.

- El 25% la diversificación del producto turístico.

Conclusiones ante unos datos nada positivos

Viendo los resultados de la encuesta de Gadeso, las conclusiones no pueden ser muy positivas ni respecto a la calidad del producto turístico y a su beneficio social, ni respecto a la mentalización de los ciudadanos de Baleares de que el turismo será, es ya prácticamente, su único medio de supervivencia económica.

1. Los datos sobre el empleo turístico son demoledores y denotan por una parte que las empresas están volviendo a un modelo que parecía ya superado de abuso directo sobre el trabajador, de no búsqueda del talento, de empleo intensivo y de baja calidad, baja remuneración y bajas expectativas. Y por otra parte, queda claro que la crisis ha dado la puntilla final a la contestación social ante esta situación: los baleares reconocen un modelo de empleo precario, pero lo aceptan como "mal menor". Mejor esto que nada.

2. Los baleares siguen viendo el turismo como algo que "les ha sucedido", pero no un modelo económico elegido por ellos. Esto es especialmente cierto en Menorca, donde sólo la mitad de los encuestados le concede al turismo ser la base económica de su bienestar, y donde se destacan todos los aspectos negativos. Sigue siendo cierto que muchos menorquines (y baleares) no son conscientes de que en las Islas, cualquier actividad está relacionada directa o indirectamente con el turismo, y ven al sector como "algo ajeno" en manos de hoteleros y turoperadores.

3. Esa percepción y falta de conciencia de que el turismo "somos todos" en Baleares, complica mucho cualquier mejora del producto turístico. Esa responsabilidad parece recaer exclusivamente en los hoteleros y las administraciones..., pero no en quienes poseen una tienda de souvenirs, o un restaurante, o un negocio de alquiler de coches, o una tienda de ropa.

4. Se detecta además de esa falta de conciencia, una falta de confianza en nuestro producto turístico y en su potencial. La exigencia de una mejor conectividad aérea y marítima está clara, pero no así la necesidad de diseñar, construir, promover y vender un producto turístico auténtico, diferenciado, dirigido a quien lo quiera comprar y no a un público genérico reunido bajo un cartel de "mercado británico" o "mercado ruso"... y hablo concretamente de Menorca porque me parece que es donde existe un mayor problema de identidad del producto turístico.

5. Es importante destacar que a pesar de la crisis y de las percepciones negativas respecto al sector, los baleares tengan claro el valor de su territorio y de su paisaje. Esto me parece fundamental en estos momentos de incertidumbre y paro, cuando es tan fácil dar credibilidad a los cantos de sirena de presuntos inversores y vendedores de humo. Por cierto, que un 73% de los encuestados se muestra contrario al proyecto de macrohotel en Sa Rápita, Mallorca, que ha obtenido la declaración de interés autonómico por parte del Ejecutivo de José Ramón Bauzà.

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