La Bandera Azul ondeará en 493 playas pero la proliferación de distintivos confunde al turista

Publicada 28/05/09 -Actualizada 21/08/18 12:19h
La Bandera Azul ondeará en 493 playas pero la proliferación de distintivos confunde al turista
La Bandera Azul ondeará este año en 493 playas del litoral español así como en 78 puertos. Este distintivo, de adscripción voluntaria, goza de un amplio reconocimiento público. Sin embargo, algunos expertos advierten de una proliferación de banderas que confunde al consumidor e incluso al propio sector turístico.
Según los datos proporcionados por el organismo que impulsa esta iniciativa, ADEAC-FEE (Fundación para la Educación Ambiental), este año se han concedido un total de 3.338 Banderas Azules: 2.699 para playas y 639 para puertos en 34 países del hemisferio norte.

España encabeza el ránking de países con Bandera Azul y además este año hay 44 banderas más que el año pasado.

El presidente de ADEAC, José R. Sánchez, afirmó ayer que el incremento de banderas es "un motivo de esperanza, pero no de euforia", e insistió en la necesidad de seguir trabajando para mejorar la calidad de las playas y de los puertos españoles.

Galicia, la comunidad con más banderas azules

Galicia es la comunidad autónoma con más banderas azules en sus playas, con un total de 119 (18 más que el año pasado). Le sigue la Comunitat Valenciana, con 89 (las mismas que el año anterior) y Catalunya, con 87 (pierde 5).

A continuación figuran Andalucía, con 70 banderas (22 más); Balears, con 65 (gana una); Canarias, con 37 (7 más); Murcia, con 15 (pierde seis); Asturias, con 11 (gana 2); y País Vasco, con 2 (gana una). En cambio, Cantabria pierde las dos banderas que tenía.

Las tablas con la relación de playas galardonadas puede descargarse en el documento PDF adjunto.

Según remarca la Fundación que promueve este galardón," Bandera Azul es el distintivo de calidad de playas, puertos y embarcaciones más conocido y reconocido a nivel mundial tanto por parte de las autoridades nacionales, como por los operadores turísticos, las poblaciones locales y los turistas".

Además, recuerda ADEAC-FEE, "la Bandera Azul constituye una etiqueta ambiental, que reconoce y premia el cumplimiento de unos estándares preestablecidos, idénticos para todos".

Confusión de conceptos

En España es habitual ver una playa que, junto a la Bandera Azul, coloca otros distintivos como la Q de Calidad Turística (concedida por el ICTE), o los certificados ISO 14001 o EMAS.

Según apunta el experto independiente José Antonio Jiménez, catedrático de Ingeniería Costera en la Universitat Politècnica de Catalunya, tal proliferación de distintivos puede dar una idea equivocada a los usuarios y al propio sector turístico.

"La Bandera Azul, que no es un criterio de calidad y además es voluntario, sólo dice que esa playa en particular reúne una serie de estándares", explica este profesor, miembro también del Laboratorio de Ingeniería Marítima de la UPC,

Por otra parte, sostiene Jiménez, "algunos ayuntamientos publicitan que sus playas tienen una certificación ISO 14001 o el EMAS como si fuera una bandera de calidad. Cuando no es así. Yo puedo tener una ISO 14001 en la playa que lo único que me haga es tener gestionado el sistema de la limpieza", explica.

Y por lo que respecta a la Q de las playas, indica Jiménez, este distintivo "valora una serie de cosas orientadas al servicio turístico, a la función recreativa. Pero la playa juega otros papeles: la calidad ambiental, un paisaje bonito? Una serie de elementos que contribuyen a la calidad total".

Uniformización del producto

Esta proliferación acaba confundiendo a los bañistas y a los operadores turísticos, dice Jiménez, que en 2003 dirigió un proyecto de investigación en la comarca barcelonesa del Maresme sobre gestión municipal de las playas y percepciones de los usuarios.

"El problema es que si uniformizas el producto, y en este caso se están utilizando esas etiquetas para acabar diciendo que todas las playas son las mismas porque todas tienen calidad, la única diferencia para atraer al turista será bajando los precios".

"Este es el problema que tienen todos estos certificados, que lo que hacen es homogeneizar y la gente acaba confundida", reitera este experto, que propone ir hacia otro tipo de calificaciones cuantificable, como las estrellas de un hotel.

"Este tipo de calificación tendría que ser controlado por una entidad supramunicipal. Sería un sistema de indicadores que permitiría comparar entre sitios e implementar un sistema de gestión orientado a diferentes aspectos, no solo a servicios", concluye Jiménez.

Xavier Canalis (actualidad@hosteltur.com)

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