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El Gobierno de La Rioja anima a los balnearios a incorporar y desarrollar la vinoterapia

25 abril, 2005

El consejero de Salud de La Rioja, Pedro Soto, asegura que "le consta" que los balnearios de La Rioja "están estudiando" introducir la vinoterapia en sus tratamientos. Sin embargo, indicó que es algo que compete a la "iniciativa privada" y no al Ejecutivo, por eso animó a los balnearios de Arnedillo, Grávalos y La Albotea a que apuesten por los tratamientos terapéuticos basados en el vino. La vinoterapia es un tratamiento antioxidante destinado a proteger la piel de los agresores ambientales. Se ha comprobado que el vino tinto es rico en polifenoles, agentes antioxidantes que contribuyen a mantener joven el organismo. También se utiliza como un auxiliar anti-envejecimiento, al tiempo que para difuminar las arrugas ya existentes. Los centros que hasta ahora la utilizan, presentes en países europeos como Francia e Italia y menos usual en España aunque con presencia en comunidades como Cataluña, han comprobado que el vino es además rico en vitaminas A, C y E, puesto que la uva es particularmente benéfica para la piel, otorgándole elasticidad, juventud y firmeza. El propio consejero de Salud riojano reconoció que mejora la circulación, fortalece el sistema cardiovascular y proporciona una sensación de bienestar y relajamiento. Por eso, se trata "no sólo de belleza sino, también, de salud". Soto fue más allá y vio en estos "nuevos balnearios", los conocidos como 'Wine Spa', una oportunidad de negocio turístico para La Rioja. Por eso, invitó a los balnearios de esta comunidad a "ir más allá, aprovechar los valores saludables del vino y crear salas de vinoterapia". Algo que, según dijo, le "consta" que "ya están estudiando". "Aunque los balnearios riojanos", explicó, "como el de Arnedillo, el de Grávalos", que se está rehabilitando, "y el futuro balneario de la Albotea de Cervera estén basados en el agua, también otros centros de Europa de estas características han acabado ofreciendo servicios de vinoterapia, como algunos de Burdeos". Esta técnica ha sido una de las "novedades más importantes" de 'Destino Vino', el I Salón Internacional de Turismo del Vino que se celebra en el Palacio de Congresos de Logroño desde el pasado jueves, y que se cierra mañana. Este fin de semana el programa está abierto al público en general. Según los datos que maneja Soto, los profesionales de la hostelería riojana "han captado" las posibilidades de las terapias basadas en el vino en la feria. Se trata, precisamente, de uno de los objetivos del Ejecutivo regional en 'Destino Vino'. "Desde el Gobierno riojano", indicó Soto, "promocionaremos que el vino forme parte de la oferta turística". Sin embargo, "tiene que ser la iniciativa privada la que lo valore, y yo creo que lo está valorando". En el salón, una sala dedicada a los tratamientos de belleza y a los balnearios del vino ofrece tres cabinas donde los visitantes pueden recibir tratamientos corporales con productos derivados de la vitivinicultura. Soto explicó que los beneficios del vino, y de la uva, para la salud y la belleza se pueden disfrutar "como cremas de belleza y como baños con vino", además de "utilizando las pepitas de uva para fabricar aceites con aplicaciones terapéuticas". En los 'wine Spa' la primera fase del tratamiento consiste en realizar una exfoliación corporal con uvas partidas por la mitad. Tanto la cáscara como la semilla eliminan las células muertas de la piel, al tiempo que la pulpa la nutre y humecta. Este primer proceso dura de 20 a 25 minutos. El segundo paso se realiza en el pozo de vinoterapia (una especie de tina), donde la persona permanecerá sumergida en vino tinto durante 20 a 30 minutos, dependiendo de la condición de su organismo, su piel y su circulación. En este momento es muy recomendable tomar una copa de vino tinto, si lo desea, porque según estudios realizados ayuda al mejor funcionamiento del sistema cardio-circulatorio. Para finalizar, se realiza un masaje de relajación con aceite esencial de semilla de uva. El proceso completo dura, aproximadamente, una hora.