¿Qué es el término "incoming"?
En turismo, el término "incoming" -también denominado actividad receptiva o turismo receptivo- se refiere al conjunto de servicios profesionales prestados a viajeros que llegan a un destino desde otras regiones o países.
Esta actividad abarca la planificación, organización y ejecución de todos los elementos que conforman la experiencia del visitante desde su llegada hasta su partida, garantizando calidad, seguridad y adaptación a las expectativas culturales y lingüísticas del cliente.
Históricamente, el incoming se desarrolló como respuesta a la creciente internacionalización del turismo en la segunda mitad del siglo XX, cuando la expansión de los vuelos chárter y las alianzas entre turoperadores impulsaron la necesidad de contar con operadores locales que conocieran el territorio en profundidad y pudieran ofrecer servicios adaptados a diferentes mercados emisores.
Hoy en día, la actividad receptiva se apoya en la digitalización, la integración de sistemas de reservas y el uso de herramientas de inteligencia de mercados para anticipar tendencias y segmentar la oferta, manteniendo siempre el factor humano como elemento diferenciador.
Las agencias de incoming o agencias receptivas son empresas especializadas con base en el destino, cuya función es actuar como enlace operativo entre el visitante y la oferta turística local.
Entre sus servicios habituales se incluyen traslados desde y hacia aeropuertos o puertos, reserva y gestión de alojamiento, excursiones y circuitos, visitas guiadas, coordinación de eventos, asistencia personalizada y experiencias a medida que pueden abarcar desde actividades culturales y gastronómicas hasta propuestas de aventura o lujo.
Estas agencias colaboran de forma estrecha con agencias emisoras (outgoing) del país de origen, operando como socio local y asegurando que la propuesta diseñada por el turoperador o la agencia emisora se ejecute con precisión en el destino.
Su papel es fundamental en la cadena de valor de un destino, ya que contribuye a la profesionalización de la oferta, a la generación de empleo especializado y a la mejora de la reputación y competitividad del territorio. Una gestión receptiva eficaz permite personalizar la experiencia, optimizar los recursos locales y garantizar la satisfacción del visitante, generando un impacto positivo tanto en la economía como en la imagen del destino.