Por Redacción Turismo, en Hoteles y Alojamientos

El Hotel Silken Atlántida de Tenerife sorprende con la creación de un espacio artístico pionero en el mundo

1 octubre, 2015 (16:11:40)

El Hotel Silken Atlántida, el fotógrafo Alfonso Bravo y estudio de iluminación y sonido Alonso & Alonso se unen por primera vez para crear un espacio artístico pionero en el mundo, con el objetivo de narrar -a través de la fotografía- las diferentes experiencias que suceden dentro de una habitación de hotel.

La exposición, denominada ‘801: Hotel+Art’, tendrá lugar hasta el 4 de octubre, en horario de 13.00 a 22.00 horas en las instalaciones del hotel. Está compuesta por siete fotografías en gran formato (1,40x1,10 m), realizadas a medida, y que ocupan el interior de la habitación 801.

El Hotel Silken Atlántida abre sus puertas al público en general en esta novedosa iniciativa en la que arte y la cultura van de la mano para mostrar que “la habitación 801, no es una habitación cualquiera”.

Se trata de un formato artístico inédito hasta el momento. El director del Hotel Silken Atlántida, Gabriel Wolgeschaffen, señala que “nos hemos encontrado en el camino con Alfonso Bravo, uno de los mejores fotógrafos de Canarias, que junto con Alonso & Alonso han creado un espacio único y muy especial. No se trata de una exposición fotográfica al uso sino que se ha conseguido tematizar cada rincón de una de nuestras mejores habitaciones con imágenes que recrean y transmiten las distintas actividades que se llevan a cabo en una suite de hotel. Una experiencia cautivadora, que no deja indiferente y que te hace pensar cuantas cosas pueden ocurrir en una habitación cada día, cada año, y así durante toda la historia de un hotel”.

“Para nosotros un hotel es un concepto amplio, más allá de las líneas de negocio habituales, como el alojamiento, la restauración o las salas de reuniones y celebraciones. Concebimos un hotel como un edificio con multitud de espacios, llenos de matices, de historias, de vivencias y que forma parte muy importante de la grandiosidad de las ciudades donde se encuentran”, destaca Wolgeschaffen.

Por su parte, Alfonso Bravo quiere transmitir con este proyecto que sería de la vida sin espacios y que sería de los espacios sin vida. Así, Bravo manifiesta que “las habitaciones de hotel siempre guardan historias, grandes o pequeñas. Hay algunas silenciosas, otras ruidosas, calurosas, frías… Otras que hacen que solo quieras dormir ahí y otras donde no concibes dormir solo. Luminosas, románticas, oscuras a la carta, antipáticas o inolvidables. De igual manera, todas guardan secretos irreversibles. Ellas se encargan de que no pares de pensar quien se hospeda ahí y el por qué”.

El fotógrafo ha explicado por qué la 801, no es una habitación cualquiera: “Es una habitación donde podrás entrar en silencio e invadir la intimidad de las fotografías que allí te esperan. Dónde podrás escuchar, por eso lo del silencio, como respiran en la cama o como descansan en un sofá soñando con un paisaje empolvado con azúcar glass. Quizás el número de su puerta simbolice las historias que allí se han escrito y tal vez el uno que se suma al ochocientos, sean los pasos que des antes de entrar en ella. Por eso la 801 es una habitación donde los espejos hablan, mientras los años callan”.