La preocupación de los turistas españoles por el medio ambiente y el cambio climático ha crecido en los últimos años, algo que en teoría impulsa el turismo sostenible. Ahora bien, ¿se traduce esta mayor concienciación en actitudes de viaje más sostenibles o hay todavía mucho postureo detrás? ¿Qué incentivos serían necesarios para que realmente adoptaran prácticas responsables? ¿De verdad los jóvenes están más dispuestos que los mayores a reducir su huella de carbono cuando viajan? Estas son preguntas clave para muchas empresas turísticas que apuestan con fuerza por la sostenibilidad.
Voluntarios recogen basura en una playa. Fuente: Adobe Stock
Uno de los estudios más completos publicados este año sobre tendencias de viaje, el Barómetro de Vacaciones 2025 Europe Assistance-Ipsos, concluye que “persisten contradicciones” entre lo que declaran los españoles y lo que finalmente hacen.
Según el informe, la preocupación medioambiental “pasa a un segundo plano”. Pese a la voluntad “estable” de adoptar prácticas sostenibles, “el aumento del uso del avión revela una contradicción entre las intenciones y la decisión final”.
De hecho, el uso del avión ha crecido en seis puntos respecto al año pasado, y la mitad de los españoles tiene previsto volar este verano.
Al mismo tiempo, la mayoría admite que “no están muy preocupados por la huella de carbono de sus viajes”.
Sin embargo, el cambio climático sí influye en la elección de destinos: el 67% teme sufrir una catástrofe natural durante sus vacaciones, una preocupación que va en aumento.
Cuando llega el momento de planificar el viaje, el factor “sostenibilidad” apenas tiene peso. Solo un 8% afirma que siempre elige alojamientos con certificación verde, un 11% que recurre a agencias o plataformas especializadas en viajes sostenibles y un 13% asegura que limita el transporte aéreo para reducir su huella.
El informe también desmonta algunos tópicos. Así, “las generaciones más jóvenes no están más dispuestas que las mayores a viajar a destinos cercanos para reducir emisiones”. Solo un 30% de los jóvenes de 18 a 24 años dice hacerlo “siempre o cuando puede”, frente al 44% en la franja de 45 a 54 años. Una diferencia que quizá no debería sorprendernos: los más jóvenes han crecido en un entorno de redes sociales e influencers que les animan a descubrir lugares increíbles al otro lado del mundo, mientras que muchos mayores ya han realizado esos viajes de larga distancia.
¿Qué puede aprender la industria de todo esto? El Barómetro identifica los incentivos más valorados por los viajeros para adoptar comportamientos más sostenibles. El primero es el acceso a ofertas o experiencias exclusivas con marcas sostenibles, citado por un 22% como el factor decisivo. Le siguen las ayudas o beneficios financieros del gobierno (16%), los sistemas de puntos o recompensas (11%) y las aplicaciones que faciliten la planificación y reserva de viajes sostenibles (13%).
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