Informe de la Unión Europea

Las cinco razones por las que fracasa la innovación turística

El primer fallo suele ser el desconocimiento de cómo funciona por dentro el turismo

Publicada 05/09/18 -Actualizada 30/09/18 02:00h
Las cinco razones por las que fracasa la innovación turística
  • Prácticamente cada día se presenta una nueva innovación, sobre todo en el ámbito de las nuevas tecnologías
  • Por cada éxito en el turismo se cosechan numerosos fracasos y las causas suelen ser casi siempre las mismas
  • Donde un emprendedor ve ventajas para los consumidores, éstos pueden percibir todo tipo de riesgos

La industria turística ha entrado en una fase acelerada en la que prácticamente cada día se presenta una nueva innovación, sobre todo en el ámbito de las nuevas tecnologías, aplicaciones, dispositivos, nuevos productos y servicios online, etc. Sin embargo, por cada éxito que triunfa en el mercado se cosechan numerosos fracasos. Y las causas de esos proyectos frustrados suelen ser casi siempre las mismas, según ha revelado un proyecto de investigación financiado por la Unión Europea, coordinado por la profesora española Isabel Rodríguez de la Universidad de Surrey, Reino Unido. Concretamente, se han identificado los cinco errores más frecuentes, que se sintetizan a continuación y en un vídeo al final de este artículo.

1.- Desconocimiento del turismo

Contrariamente a lo que muchos emprendedores pudieran pensar, el turismo es una industria muy compleja, con diferentes mercados y tipos de operaciones múltiples. Es más, algunos subsectores dentro del turismo tienen fama de ser tradicionales, con aversión al riesgo y con poco apetito para la innovación.

2.- Exceso de optimismo

Muchos emprendedores diseñan innovaciones que no siempre corresponden a las necesidades reales de los consumidores. Dan por sentado que su idea es tan buena y los beneficios tan obvios que no hacen estudios de mercado previos ni llevan a cabo comprobaciones fiables. Y acaban descubriendo, muy tarde, que los consumidores no comparten su visión sobre el valor de esa innovación porque es la solución a un problema que en realidad nunca tuvieron.

3. Infravalorar los riesgos

Emprendedores demasiado confiados pueden prestar poca atención a una realidad tozuda: es muy posible que los consumidores no compartan el mismo entusiasmo hacia la innovación que ellos. La realidad es que los consumidores pueden tener miedo al cambio y mostrarse satisfechos con la situación actual. Y es que allá donde los emprendedores ven ventajas para los consumidores, éstos en cambio pueden percibir todo tipo de riesgos: psicológicos, seguridad, inversión en tiempo y dinero, así como los riesgos asociados a confiar en una compañía desconocida. Todo esto puede llevar a una fuerte resistencia del mercado.

4.- Innovación demasiado compleja

Suele ocurrir que los emprendedores no pongan tanto el foco en los problemas reales del consumidor sino en aquello en lo que son buenos. Y esto sucede sobre todo en las innovaciones tecnológicas, donde se van añadiendo más y más funcionalidades a un producto para que sea perfecto, pero que pueda resultar de uso muy complejo o con características innecesarias para las necesidades del consumidor.

5.- Incorrecta gestión de los recursos humanos

Es importante que el nuevo proyecto tenga un equipo humano adecuado, con las habilidades requeridas, pero de nuevo aquí los fallos son muy frecuentes. A veces se contrata personal en fases muy tempranas; o se recluta gente con insuficiente experiencia porque cobran menos; se fichan cargos con sueldos que la nueva empresa no se podrá permitir, etc.

Lecciones aprendidas

En cualquier caso, también podemos aprender valiosas lecciones de las experiencias fallidas. Ver el artículo y el vídeo Las 7 cosas que podemos aprender cuando fracasa una innovación turística.

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