El empleo es uno de los ámbitos más afectados por la pandemia

La crisis sanitaria impone nuevas prácticas laborales

Publicada 15/04/20 -Actualizada 10/05/20 02:01h
La crisis sanitaria impone nuevas prácticas laborales
  • Las empresas que ya hubieran buscado soluciones para adaptarse a la digitalización lo tendrán más fácil para el teletrabajo”
  • El parón de la actividad puede ser una buena ocasión para analizar las funciones de cada puesto en la empres y hacer un inventario detallado
  • "Las circunstancias para probar la eficacia del teletrabajo no son las óptimas en estos momentos”, explica Mar Sabadell, profesora de la UOC

Desde el 15 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma para frenar el virus, cientos de empresas han cerrado sus puertas, numerosos empleados han perdido su ocupación, muchos de ellos de manera temporal, y otros miles trabajan desde su casa. Se abre un tiempo para repensar la estrategia empresarial y las prácticas laborales.

La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ha tenido unas consecuencias inmediatas en la economía y por ende en el empleo, debido al cierre de miles de empresas y al cese de actividad casi total en algunos sectores. Según un análisis sobre los efectos de la pandemia en el mercado laboral publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), si se logra contener el virus en poco tiempo y las actividades económicas pueden reanudarse, se perderán 5,3 millones de empleos en el mundo.

En un peor escenario, la destrucción de puestos de trabajo afectará a 24,7 millones de personas. Dicha organización considera que el impacto se reducirá si hay una coordinación rápida entre los gobiernos y se toman medidas que se concentren en mantener el empleo.

Esta crisis ha provocado ya cientos de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en todas las actividades económicas en España, muy especialmente en el sector turístico, uno de los más impactados.

Con el fin de evitar despidos, el Gobierno español ha flexibilizado este mecanismo, permitiendo que se puedan solventar en siete días en lugar de los 15 habituales. Para ello se requiere que tengan su causa directa en pérdidas de actividad como consecuencia del COVID-19 y de las medidas impuestas por el estado de alarma, por contagio de la plantilla o por aislamiento preventivo.

Hasta el pasado mes de febrero, se registraron más de 2,4 millones de empleos turísticos, un 4,4% más que un año antes.

Como señala James B. Rice, Jr., subdirector del Centro de Transporte y Logística del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en un artículo publicado en la prestigiosa publicación Harvard Business Review, “las personas son un recurso crítico”. Es más, considera que “el bienestar de los empleados es primordial”.

Hace esta reflexión en un escrito sobre la necesidad de desarrollar una respuesta convincente de la cadena de suministro por parte de las empresas ante la velocidad con la que evoluciona esta crisis. Sostiene que “la mejor respuesta, por supuesto, es estar preparados antes de que llegue una crisis, ya que las opciones se vuelven más limitadas cuando una interrupción está en pleno apogeo”. Pero como no siempre es posible, propone una serie de medidas y destaca que es necesario empezar por el personal e incluso repensar las prácticas laborales.

El reto de trabajar desde casa

Una de esas prácticas podría ser trabajar desde casa. De hecho, el real decreto aprobado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez propone alternativas como el teletrabajo en lugar de recurrir a “la cesación temporal o reducción de la actividad”.

Desde hace algunas semanas, miles de empleados desarrollan su ocupación desde sus domicilios, conectados a internet. Sin embargo, en España solo el 4,3% trabaja habitualmente desde su hogar y en el caso de Europa, la cifra llega al 5,2%, según datos de Eurostat correspondientes a 2018. Es decir, el teletrabajo forzado por el coronavirus ha sido en realidad una solución improvisada en la gran mayoría de los casos.

“Si tomamos este periodo excepcional como una prueba real de teletrabajo, corremos el riesgo de que, si no sale bien, la gente piense ¿ves lo que te decía? Esto de teletrabajar no funciona”. Por ejemplo, no es lo mismo teletrabajar con niños o sin niños en casa.

“Esto es lo que tenemos que entender, que las circunstancias para probar la eficacia del teletrabajo no son las óptimas en estos momentos”, explica Mar Sabadell, profesora de los estudios de Economía y Empresa en la UOC (Universitat Oberta de Catalunya).

La buena organización

“El teletrabajo no solo requiere unas soluciones tecnológicas sino también unas soluciones organizativas, es decir, un cambio cultural. Las empresas que previamente hubieran comenzado a buscar estas soluciones, para adaptarse a la digitalización y la globalización de la sociedad, lo tendrán más fácil para hacer teletrabajo.

Pero si las empresas seguían un modelo de ‘presentismo’ esto no permitirá un teletrabajo con garantías de éxito”, añade la experta. En cualquier caso, y dada la situación excepcional, les aconseja “que marquen unas directrices claras sobre qué debe hacer el trabajador en su casa y el tiempo que debe destinar a las tareas. Del mismo modo que en la oficina alguien tiene una persona que supervisa su trabajo, también es necesario que exista esa supervisión, por ejemplo, a través de videoconferencia”.

Una rutina para el trabajador

Respecto a los empleados, Mar Sabadell les aconseja “generar una rutina y un hábito. Por un lado, debes intentar buscarte dentro de casa un espacio físico para trabajar, el que sea, de modo que tengas la percepción de que ese es tu espacio de trabajo. Eso te ayudará a aislarte un poco y concentrarte”.

"Es muy importante la planificación, organizarte el tiempo: qué quieres hacer, cuándo lo quieres hacer y qué tiempo te das para realizar esa actividad”, añade, para evitar la ralentización de nuestras tareas, indica la experta

De esta forma se podrán evitar distracciones provocadas por los niños u otras personas de la casa e incluso por llamadas de familiares y amigos. “Si te organizas bien, tu concentración puede ser muy superior y puedes ser más productivo. De hecho, está constatado que la productividad no baja porque hagas teletrabajo, si lo haces bien”, señala.

Aprovechar el tiempo

Por otro lado, esta nueva situación ha generado múltiples interrogantes sobre la concepción misma del trabajo: ¿Qué pueden hacer las empresas durante este tiempo de letargo cuando los clientes han desaparecido? ¿Cómo pueden aprovechar mejor el tiempo los profesionales del turismo que han sido enviados a trabajar desde casa?

En el caso de las empresas, “es el momento de hacer un inventario pormenorizado, para saber en detalle qué es lo que tenemos en almacenes”, explica David Basilio, CEO del portal de ofertas laborales Hosteleo. “Además, debemos implementar más herramientas de control de stock”, añade.

El parón de la actividad puede ser una buena ocasión para analizar las funciones de cada puesto. Y es que esta crisis “seguramente deje algún poso y un cambio de costumbres de los clientes durante algún tiempo”

Por eso, “es el momento de analizar las funciones que realiza cada uno de los puestos de nuestro negocio con el fin de optimizar su desempeño de cara a eventualidades o cambios que pudieran producirse”, indica.

Empresas más empáticas

Otra tarea recaerá en los departamentos de marketing. Las campañas programadas para 2020 tendrán que revisarse bajo un nuevo prisma: transmitir un mayor nivel de empatía hacia los clientes. “Estas semanas van a poner en situación a nuestro sector hostelero, que deberá ser más empático y dinámico si cabe, tanto con clientes como con trabajadores, y los empresarios deberán ser más analíticos y ordenados en cada uno de los pasos que se den para sortear esta situación sobrevenida”, agrega.

Miguel Fernández Díaz, CEO de la firma consultora Innovation Strategies, destaca también la necesidad de empatizar más con el cliente durante esta coyuntura. Por ejemplo, deberá ser más comprensivo con un usuario que se ha visto forzado a cancelar sus reservas. La atención que reciba de la compañía en un momento tan complicado marcará la relación futura entre ambos y ayudará a fidelizar al cliente. “Lo importante es que mantienes la relación y el negocio con el cliente. Hay una dinámica ahí que también se puede trabajar”, agrega.

Buen momento para mejorar la formación

Aquellos profesionales del sector turístico que se hayan visto afectados por un ERTE y dispongan ahora de más tiempo, tienen la posibilidad de aprovechar este momento para reciclarse y mejorar su formación mediante la realización de cursos a través de internet, incluso sin coste alguno.

En las últimas semanas se han puesto en marcha diferentes iniciativas de formación online enfocadas especialmente a ayudar a gestionar esta crisis en ámbitos como las estrategias de comunicación, el marketing online, la organización empresarial o la elaboración de currículum para solicitar empleo, entre otras muchas opciones.

Esta entrevista forma parte de los contenidos de la revista HOSTELTUR de abril-mayo y puede descargarse en el siguiente enlace:

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