España estrena un sistema de alerta ante tsunamis

El Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 18 de mayo y presentado públicamente en Cádiz el pasado 3 de junio.

La elección de Cádiz para presentar este plan anti-tsunamis no fue en absoluto casual, ya que esta ciudad es precisamente una de las urbes que podría resultar afectada por un maremoto.

Según informa el Ministerio del Interior, "el ámbito territorial de aplicación de dicho plan está formado por las comunidades autónomas costeras, en especial aquellas que presentan un mayor riesgo de sufrir el impacto de olas provocadas por maremotos: Andalucía, Islas Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Islas Baleares, la Región de Murcia y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla".

Imagen virtual que muestra cómo sería la llegada de un tsunami a Cádiz

Cómo funciona

El plan anti-tsunamis se apoya en el Sistema Nacional de Alerta por Maremotos (SINAM), "un sistema único y coordinado capaz de detectar precozmente la generación de maremotos que puedan afectar a las costas españolas y transmitir, en el tiempo más corto posible, la información a los órganos competentes en materia de Protección Civil de los ámbitos territoriales potencialmente afectados", explica el director general de Protección Civil y Emergencias, Leonardo Marcos.

El SINAM se nutre de la información recopilada por la Red Sísmica Nacional; la red de mareógrafos REDMAR de Puertos del Estado; los sistemas de detección del Instituto Español de Oceanografía, así como los demás sistemas de detección marina de las distintas administraciones públicas.

Este sistema dispone también de las alertas emitidas por Francia, Portugal, Italia, Grecia y Turquía.

De este modo, gracias a la información facilitada por la red de centros nacionales e internacionales, "el SINAM puede determinar la localización y el momento de ocurrencia de un maremoto y calcular su probable consecuencia (olas marinas gigantes -tsunami- que pueden desplazarse miles de kilómetros a velocidades de entre 500 y 1.000 kilómetros/hora con muy poca pérdida de energía).

Una vez hechos los cálculos y lanzada la alerta, el protocolo de avisos establecido por el plan estable que la información emitida por la Red Sísmica Nacional será remitida al Centro Nacional de Emergencias de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias que, a su vez, la trasladará a los organismos miembros del Comité Estatal de Coordinación y Dirección (CECOD), a las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno y a los órganos de Protección Civil de las Comunidades Autónomas.

Presentación del plan de protección civil ante el riesgo de maremotos en España.

España: 7.660 kilómetros de costa

Según explicó el ministro Fernando Grande-Marlaska, "un mecanismo de anticipación y alerta temprana ante este tipo de emergencias es imprescindible en un país que cuenta con unos 7.660 kilómetros de costa en los que reside el 58% de la población, unos 23 millones de habitantes".

De este modo, "el objetivo del plan es establecer la organización y los procedimientos necesarios para asegurar una respuesta eficaz del conjunto de las administraciones públicas ante una emergencia por maremoto, así como los necesarios mecanismos de apoyo a los planes activados por las comunidades autónomas que en cada caso lo requieran", indica el Ministerio del Interior.

El Plan Estatal de Maremotos prevé también la realización de ejercicios y simulacros en colaboración con las comunidades autónomas, así como la elaboración por la Dirección General de Protección Civil y Emergencias de un programa permanente de información y sensibilización ante el riesgo de maremotos.

Por qué un tsunami es una posibilidad real en España

La posibilidad de un tsunami en España es debida sobre todo a la existencia de varias fallas frente al golfo de Cádiz, que podrían generar grandes seísmos en cualquier momento, tal como advierte la comunidad científica.

Esos terremotos en mitad del océano podrían provocar un maremoto con olas de hasta quince metros, que barrerían la costa atlántica onubense, gaditana y portuguesa, como ya sucedió en 1755, tras el terremoto que arrasó Lisboa.

Algunas playas del sur de Portugal, de hecho, han comenzado a colocar carteles de advertencia que, como en Tailandia o en Japón, informan a los bañistas sobre rutas de evacuación en caso de maremoto.

Desde hace años, los expertos vienen remarcando sobre la necesidad de informar y concienciar a la población sobre la probable llegada de un tsunami y de instalar sistemas avanzados de detección y alerta, como los que ya existen en Japón y otros países.

Según apuntan todos ellos, la posibilidad de un gran sismo frente al Golfo de Cádiz, seguido de un maremoto, no puede seguir siendo ignorada.

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Los expertos también coinciden que, cuanto antes se informe y se conciencie a la población, los daños se minimizarían.

Por ejemplo, estableciendo rutas de evacuación, informando sobre puntos elevados, dando clases de prevención en las escuelas, etc., de modo que la gente supiera qué hacer y qué no hacer en caso de tsunami.