Ruta por el corazón del Lejano Oeste: cultura, barbacoa y música country
Roadtrip para redescubrir el legado del Oeste estadounidense
Publicada 16/06/25
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El turismo temático gana terreno en el mercado estadounidense con una propuesta que recorre cinco estados del sur y centro del país, combinando patrimonio, gastronomía y música country como ejes de un producto diseñado para el viajero que busca experiencias auténticas. La ruta "Lejano Oeste: vaqueros, música country y barbacoa", distribuida en 13 días, conecta ciudades emblemáticas de Tennessee, Misuri, Kansas, Oklahoma y Texas, visitando estudios legendarios, museos, barrios históricos y viviendo experiencias ligadas a la identidad regional del sur y centro de Estados Unidos.
Nashville: el alma del country
La travesía comienza en Nashville, Tennessee, considerada la cuna de la música country. El primer día se dedica a explorar el distrito Music Row, donde se ubican estudios históricos como el RCA Studio B y el Quonset Hut Studio de Columbia. Estos espacios fueron testigos de grabaciones emblemáticas de artistas como Dolly Parton y Elvis Presley, y forman parte esencial del “sonido de Nashville”.
El segundo día, la música sigue siendo protagonista con la visita a la Grand Ole Opry House, sede del programa radial que transformó la música country desde 1925. Hay espectáculos casi todas las noches. La experiencia se completa en el distrito de Broadway, hogar del Country Music Hall of Fame y sus exhibiciones interactivas como “Sing Me Back Home". Por la noche, las luces de neón y los locales con música en vivo en Honky Tonk Highway consolidan a Nashville como un referente turístico-musical. Quienes buscan comida tradicional encontrarán platos como el fish and grits.
Hacia St. Louis: del country al blues
La ruta continúa hacia St. Louis (Misuri), donde ganan fuerza atractivos como el National Blues Museum y el Gateway Arch, símbolo arquitectónico de la expansión hacia el Oeste. La oferta culinaria se mantiene como hilo conductor, con paradas estratégicas en establecimientos como Eckert’s Country Restaurant con platos como el pollo frito o Pappy’s Smokehouse, cuya especialidad son las costillas ahumadas al estilo local.
Ya en St. Louis, el National Blues Museum permite explorar la historia del blues y participar en experiencias interactivas como la creación de canciones.
Kansas City: historia, rutas y barbacoa
En las afueras de St. Louis, la histórica casa de Daniel Boone y la Plaza de la Independencia reviven la vida del siglo XIX y el espíritu pionero del Oregon Trail. Más al oeste se encuentran Kansas City y Misuri, famosas por sus barbacoas, con tours que combinan historia y sabor, destacando lugares emblemáticos como Joe’s Kansas City BBQ, ubicado en una antigua gasolinera y con un legendario sándwich Z-Man con costillas y papas fritas.
Wichita y la esencia del viejo oeste
En el trayecto hacia Wichita, el viaje se convierte en una inmersión al pasado. Las visitas a la Mahaffie Stagecoach Stop, una antigua estación de diligencias en el Santa Fe Trail, y la Reserva Nacional Tallgrass Prairie, donde bisontes pastan en su hábitat natural, introducen al viajero en la vida fronteriza del siglo XIX. En Wichita, el Old Cowtown Museum, recrea la vida en la década de 1870, con más de 50 edificios y oficios representativos del Lejano Oeste. Al atardecer, recorre Old Town Wichita, con restaurantes, tiendas y música en vivo. Y por la noche, visita la estatua Keeper of the Plains, de 13 metros, creada por Blackbear Bosin, donde un anillo de fuego se enciende diariamente durante 15 minutos.
Tulsa y Oklahoma: cultura indígena y legado vaquero
Desde Wichita, el camino hacia Tulsa incluye paradas en sitios como el Woolaroc Museum, que conserva arte y objetos de más de 40 naciones indígenas, y el Will Rogers Memorial Museum en Claremore. En Tulsa, el Blue Dome District ofrece una experiencia nocturna vibrante.
El trayecto continúa con una inmersión en la cultura cheroqui en Tahlequah, donde se visitan museos como el Cherokee National History Museum y el John Ross Museum. En Oklahoma City, destacan el National Cowboy & Western Heritage Museum y el distrito Stockyards City, con subastas de ganado y tiendas temáticas. La noche puede finalizar con una cena en Cattlemen’s Steakhouse, el restaurante más antiguo de Oklahoma, y música en vivo en Chisholm’s Saloon, un auténtico bar country con clases de baile gratuitas.
Texas: tradición, rodeo y barbacoa
La etapa final lleva a Fort Worth, Texas, donde se revive el espíritu del oeste. Entre los atractivos se incluyen el desfile diario de ganado Longhorn, el Texas Rodeo Cowboy Hall of Fame y el rodeo permanente del Cowtown Coliseum. Restaurantes como Lonesome Dove Western Bistro ofrecen probar barbacoas exóticas, mientras que cervecerías como Second Rodeo Brewing completan la experiencia nocturna.
En el duodécimo día, la ruta llega a Austin, tras una parada en Waco. En la capital de Texas, el Bullock Texas State History Museum permite repasar la historia del estado desde la época colonial. Por la noche, Sixth Street concentra la oferta de ocio más animada de la ciudad, con locales para todos los gustos.
El último día, la experiencia culinaria se cierra con una visita a Franklin BBQ, considerado uno de los mejores establecimientos de barbacoa del país. Otra alternativa es explorar el barrio South Congress, conocido por su arte callejero, tiendas independientes y ambiente bohemio. Al atardecer, se recomienda acercarse al Congress Avenue Bridge para observar la salida de más de un millón de murciélagos. La despedida perfecta puede ser en el emblemático honky-tonk The Broken Spoke, con clases de two-step y música en vivo.
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