Arabia Saudí potenciará el turismo no musulmán

Publicada 10/08/05
Arabia Saudí potenciará el turismo no musulmán
Arabia Saudí proyecta un multimillonario plan para promover el turismo, que incluye la apertura, por primera vez, de monumentos milenarios, y la concesión de permisos de visita para turistas no musulmanes.
Arabia Saudí proyecta un multimillonario plan para promover el turismo, que incluye la apertura, por primera vez, de monumentos milenarios, y la concesión de permisos de visita para turistas no musulmanes. El proyecto, diseñado en tres fases, forma parte del largo camino emprendido por este ultraconservador y radical reino islámico hacia la reforma, la democracia o el respeto a los derechos humanos, ahora pisoteados. Según fuentes del Ministro saudí de Turismo, se trata de una "estrategia completa para promover el sector", y destaca por la apertura, por primera vez, de monumentos que datan de más de 3.000 años en el oeste y el sur del país. "Nuestra primera prioridad son los árabes y musulmanes, después los saudíes, y por último los no musulmanes", reveló a EFE Mohamed al Hizan, responsable del Departamento de Información del Ministerio de Turismo. Desde hace un año, los extranjeros no musulmanes pueden pedir visados de turismo para Arabia Saudí, pero las visitas que se les permite realizar se limitan a la capital, Yeda y áreas restringidas en los vastos desiertos y la costa del golfo Pérsico. Tienen vetado, sin embargo, viajar a los santuarios islámicos de La Meca y Medina, los más sagrados del Islam y hasta la fecha casi única preocupación de las autoridades saudíes, ya que millones de seguidores del profeta Mahoma peregrinan a ellos cada año. "La apertura de ambas ciudades al turismo no musulmán es algo impensable", insistió Al Hizan. Los no musulmanes si podrán visitar en el futuro, puntualizó, centenares de sitios antiguos en distintas regiones del país, incluidos en el nuevo plan, con el que Arabia Saudí pretende ampliar el mapa turístico y alcanzar los 10 millones de visitantes en los próximos tres años. Entre esos lugares permitidos destacan Al Ajdud, en la provincia sureña de Neyran, y Madaen Saleh, en el este del país, famosa en Arabia Saudí por sus viviendas milenarias perforadas en montañas rocosas. "Es una zona muy parecida a Petra", la joya del turismo en Jordania, explicó Al Hizan. El mayor problema reside en que la mayoría de esos monumentos han permanecido olvidados y abandonados durante décadas, y carecen de carreteras que los unan con las ciudades más cercanas, por lo que "se necesita mucha paciencia y mucho dinero", afirma. En Madaen Saleh, a unos 400 kilómetros de Medina y poco más de cien kilómetros de la costa del mar Rojo, las autoridades también tienen planeado construir un aeropuerto y levantar un complejo hotelero para atraer a turistas árabes y extranjeros, reveló Al Hizan. No obstante, para el reino, las prioridades son aún el turismo religioso y el local, ya que las estadísticas muestran que los saudíes gastan alrededor de 45.000 millones de dólares anualmente en viajes a países europeos y árabes. Las autoridades no proporcionan cifras sobre los ingresos por el turismo religioso a La Meca y Medina, pero se calcula que es, después del petróleo, una de las primera fuentes de ingreso en el país. "Nuestro objetivo a corto plazo es conseguir ingresos valorados en unos dos mil millones de dólares antes de finales el 2007", dijeron por su parte fuentes del Departamento Supremo de Turismo, institución que fue creado hace cinco años en el marco de los planes para promover el turismo. Las autoridades esperan que esta estrategia contribuya asimismo a crear nuevas oportunidades de trabajo que permitan combatir el creciente desempleo en el país, el mayor productor y exportador de petróleo del mundo. COMPLEJOS HOTELEROS EN LAS CIUDADES SANTAS El mayor impulso aún se da, sin embargo, en las ciudades santas de Medina y La Meca, y en especial en ésta última, cuna del Islam, donde construye un controvertido complejo de hoteles alrededor de la Gran Mezquita o Al Haram, que se conciben como los más lujosos y altos de la zona. El proyecto, que lleva el nombre de "Monte de Omar", ha sido duramente criticado, junto a otras construcciones similares, por opositores saudíes en el extranjero, que acusan al Gobierno de Riad de haber destruido decenas de monumentos milenarios a favor de las nuevas construcciones. Las autoridades saudíes rechazan las criticas de los opositores y afirman que el único monumento enterrado bajo los cimientos de los nuevos rascacielos "era una ciudadela de la época otomana, que fue trasladada a otra ubicación". Pero los opositores, encabezados por un arquitecto saudí asentado en Londres, aseguran que se "han sacrificado" viviendas y edificios que se remontaban a los tiempos del profeta Mahoma, hace cerca de 1.400 años. En esa zona, aseguran, se levantan ahora decenas de hoteles, algunos de ellos más altos que los minaretes de la Gran Mezquita.
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