Cuando el futuro sustituye al pasado y el turismo hace renacer un territorio prohibido
25 noviembre, 2015 (10:20:06)Naturaleza con historia turbulenta, transformándose en un destino de naturaleza, pero con riesgo a morir de éxito: Caño Cristales, Sierra de la Macarena
En Colombia, todos han oído hablar del famoso Caño Cristales, porque entre otras cosas es uno de los destinos turísticos emblemáticos reconocidos en el país.
Pero también la Macarena, nada que ver con la canción tan famosa a nivel mundial, es un municipio ubicado en la sierra del mismo nombre, que fue nombrado muchas veces como sitio prohibido, ya que estaba tomada por la guerrilla de las FARC y de hecho fue un municipio cedido a ésta como medida compensatoria por el gobierno colombiano en cierto momento, cuando sus habitantes dependían de la gobernabilidad local administrada por dicha guerrilla.
Hoy se puede comentar el tema y sorprende con la naturalidad que se habla, pero es fácil entender el riesgo, inseguridad, miedo permanente, pero más todavía, el no poder ver el horizonte del futuro, que aconteció hasta hace apenas pocos años.
Sin embargo unas cuantas personas, lideres locales, tomaron la iniciativa de transformar este territorio en un destino turístico, basándose precisamente en sus recursos naturales y paisajísticos, enmarcados bajo la protección ambiental de un parque natural nacional.
Hablando con uno de sus lideres y encargado de toda la operación turística comercial Henry Quevedo, me trasmitió como fue esa evolución y el proceso difícil pero claro de apostar por el turismo, cuando todavía estaba considerado como una zona insegura.
Además el pueblo se ha convertido en una especie de cooperativa turística, donde participan muchas familias en los diferentes elementos de la oferta: alojamientos, guianza, restauración,…usando la deseada gobernanza turística, no como una teoría sino como un hecho real.
La pena es que no se sabe comunicar dicho valor al visitante, que sin duda lo apreciaría mucho más. Las expectativas creadas a los turistas, se basan básicamente en el elemento paisajístico natural, que si bien es fundamental, no es la clave.
La combinación de esta historia reciente, con el valor ecológico del sitio, es lo que genera un valor de atracción turística de gran valor, pero más aun seria increíble unas visitas que pongan en valor todo el proceso histórico y reconvertir la memoria colectiva de un pueblo en un argumento de reclamo turístico. Pero lo que realmente vale, es esa combinación de historia, paisaje y naturaleza, que puede hacer de este lugar algo realmente de visita obligada.
Y si bien el turismo es una actividad productiva que puede arruinar muchos entornos naturales y culturales (Es un hecho), lo cierto que este lugar es el ejemplo de todo lo contrario, aunque quede mucho por hacer, ya ha dado los pasos más transcendentales y hay que apoyarlo.
Pero es imprescindible saber donde se quiere llegar y definir a priori las tipologías de visitantes y la forma de actuar, es decir el modelo de gestión, que debería ser sostenible y competitiva.
Un cordial saludo,
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