El Secretario de Estado de Comercio y Turismo pronostica buen año para el turismo si se abre a más mercados

El secretario de Estado de Comercio y Turismo, Juan Costa, ha pronosticado un buen año para el sector turístico en España, mejor que el 2002, pero siempre que los empresarios y las administraciones diversifiquen las ofertas y conquisten nuevos mercados en el extranjero. Costa, que se ha reunido ayer en Calella con representantes del Gremio de Hostelería de la comarca barcelonesa del Maresme, ha añadido a esos dos retos para mejorar el sector la necesidad de que se incremente la seguridad en las zonas turísticas y de que se impulse una buena política medioambiental. El secretario de Estado se ha mostrado partidario de que la diversificación de productos turísticos se lleve a cabo potenciando los bienes culturales del país, la gastronomía y los deportes náuticos. También ha defendido que la búsqueda de nuevos mercados en el extranjero se oriente hacia Sudamérica, Norteamérica y Asia, cuya población está, en su opinión, "muy interesada en la cultura española". Costa ha negado que el modelo turístico español se encuentre en crisis, "justamente cuando la calidad es la principal prioridad del turista", aunque ha admitido que se ha devaluado la relación calidad-precio, especialmente en los servicios complementarios. Asimismo, para mejorar las políticas medioambientales el secretario de Estado ha solicitado la colaboración de los gobiernos autonómicos y municipales y de los empresarios para llevar a cabo el Programa de Municipios Verdes. En este sentido, ha criticado la ecotasa implantada por el Gobierno balear y ha asegurado que este impuesto sobre las actividades turísticas ha contribuido a reducir el número de visitantes en las Baleares. Pese a los buenos pronósticos, Costa ha advertido que la situación internacional podría frenar el turismo en España, como sucedió tras los atentados del 11 de septiembre, por lo que ha asegurado que el gobierno español "quisiera que el conflicto entre Estados Unidos e Irak se solucionara rápidamente". No obstante, ha reconocido que el turismo español, y particularmente el catalán, se ha beneficiado en parte de las consecuencias del 11 de septiembre porque, a su juicio, ahora hay "una mayor exigencia entre calidad y precio y una búsqueda de destinos más seguros y cercanos". Los atentados de las Torres Gemelas provocaron también un aumento de los viajes efectuados por carretera - el 60% de los turistas que visitaron Cataluña el año pasado llegaron en vehículo- y una reducción de los vuelos internacionales. Según Costa, España se ha convertido en el primer país del mundo en turismo vacacional, ya que ha incrementado el número de visitantes en un millón en medio, en el segundo que más ingresos obtiene derivados del turismo, después de Estados Unidos, y sólo es superada por Francia en cuanto a viajes puntuales. "Hemos crecido en este sector respecto a nuestros competidores más directos, los países del norte de África y los mediterráneos, a causa de la desaceleración económica de Alemania y Estados Unidos y por los atentados del 11 de septiembre", ha señalado Costa. Durante 2002, Cataluña ha batido también récord turísticos y se ha convertido en el principal destino del país, con un total de 11 millones y medio de visitantes, el 22% del total nacional y un incremento del 15% respecto a 2001, según el secretario de Estado. En su encuentro con representantes del Gremio de Hostelería del Maresme, los empresarios han trasladado a Costa su preocupación por el aumento de más de 18.000 camas en los hoteles de esta comarca respecto al año pasado, un crecimiento que no consideran prudente.