Boeing sufre sus primeras pérdidas en 22 años por la crisis del 737 MAX
Publicada 30/01/20 -Actualizada 25/02/20 02:03h
Boeing sufrió en 2019 su primer año de pérdidas en más de dos décadas, reflejo de los "tiempos difíciles" que atraviesa, en palabras de sus directivos, desde que dos accidentes de su modelo 737 MAX obligaron a paralizar la flota en todo el mundo. El gigante aeronáutico estadounidense cerró el pasado ejercicio con pérdidas de 636 millones de dólares -un fuerte contraste con los beneficios de más de 10.000 millones que obtuvo en 2018- y un descenso del 24% en las ventas anuales, que se situaron en 76.559 millones, fruto del parón en las entregas y la producción de que fue su modelo estrella.
The Boeing Company ha reportado unos ingresos para el cuarto trimestre de 17.900 millones de dólares, una caída del 37%, lo que refleja principalmente el impacto de la suspensión temporal del 737 MAX.
Los ingresos totales para todo el ejercicio alcanzaron 76.600 millones de dólares (-24%), con un flujo de caja operativo de 2.400 millones; efectivo y valores negociables por 10.000 millones de dólares. La cartera total asciende a 463.000 millones de dólares, e incluye más de 5.400 aviones comerciales y 13.000 millones de dólares de contratación nueva en el trimestre.
Aviones comerciales
Los ingresos del cuarto trimestre de la división ascendieron a 7.500 millones de dólares, y el margen operativo en el mismo periodo bajó hasta el 38,1%, lo que refleja la disminución en las entregas del 737 y una dotación adicional de 2.600 millones de dólares antes de impuestos relativa a la estimación de las posibles concesiones y otras contraprestaciones a clientes relacionadas con la suspensión temporal del 737 MAX.
Los costes contables estimados para fabricar los 737 aumentaron en 2.600 millones de dólares en el trimestre, principalmente para reflejar los cambios en la producción y los supuestos en cuanto a entregas. Además, la suspensión de la producción del 737 MAX y la reanudación gradual a ritmos de fabricación más bajos provocará unos costes de producción anormales de unos 4.000 millones de dólares, que se cargarán a gastos principalmente en 2020.
La división de Commercial Airplanes entregó 79 aviones en el trimestre, incluidos 45 aviones 787, y registró 30 pedidos del 737 MAX en la Feria Aeronáutica de Dubái y de 2 cargueros 777 para Lufthansa. El programa 787 también registró 36 pedidos en el trimestre. Como ya se anunció anteriormente, la tasa de producción del 787 se reducirá de los 14 aviones al mes actuales a 12 aviones al mes a finales de 2020. A la vista de la coyuntura actual y de las perspectivas del mercado a corto plazo, se prevé que la tasa de producción se ajustará aún más hasta 10 aviones al mes a principios de 2021, y volverá a los 12 aviones al mes en 2023. El primer vuelo del 777X se completó el 25 de enero, y la primera entrega está prevista para 2021.
La cartera de pedidos de Commercial Airplanes incluye casi 5.400 aviones por un valor de 377.000 millones de dólares.
"Nos queda mucho por hacer", reconoció David Calhoun, presidente y consejero delegado de Boeing. “Seguimos centrados en la vuelta del 737 MAX al servicio de forma segura, y en recuperar la confianza de la que Boeing ha gozado durante años".
Agregó que Being apuesta por la transparencia y la excelencia en todo lo que hace. "En adelante, cada decisión, cada acción y cada paso que tomemos estarán respaldados por la seguridad. Afortunadamente, la fortaleza de nuestra cartera de negocios nos proporciona la liquidez necesaria para seguir un proceso de recuperación exhaustivo y disciplinado", puntualizó.
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