Un español con permiso de residencia relata los controles que tuvo que pasar

La odisea de regresar a China en tiempos de la COVID-19

Publicada 20/09/20 -Actualizada 15/10/20 02:02h
La odisea de regresar a China en tiempos de la COVID-19
  • El país exige una PCR tres días antes de viajar, otra al llegar al aeropuerto y otra tras pasar la cuarentena
  • Durante la cuarentena, le comunican que en su vuelo viajaba un positivo, un ciudadano chino de 54 años
  • En el hotel donde pasa los 14 días de aislamiento debe tomarse la temperatura 2 veces al día: a las 7 AM y 7 PM

Desde finales del pasado marzo, China mantiene prácticamente selladas sus fronteras tras haber suspendido la validez de todos los visados y permisos de residencia de ciudadanos extranjeros, a los que solo se les permite entrar en el país tras haber obtenido un permiso especial que, generalmente, solo se entrega a personal considerado esencial, aunque poco a poco se va abriendo a más trabajadores extranjeros. Mientras tanto, a aquellos pasajeros que lleguen al país en avión les exige que se hagan un test PCR del coronavirus un máximo de tres días antes del vuelo. A esta prueba se sumarán otras dos, una a la llegada y otra más tras la cuarentena de 14 días que deben pasar. Pero, ¿cómo viven estos procedimientos establecidos los viajeros internacionales que llegan al país? Alejandro Vázquez, profesor de español en la Universidad de Shenzhen relata su experiencia en un hilo en su cuenta de Twitter tras volar al gigante asiático el pasado lunes. El regreso le ha supuesto unos gastos de alrededor de 3.000 euros.

La aventura de este profesor de español, que cuenta con un permiso de residencia vigente, comienza el 11 de septiembre fecha en que se hace la PCR, tres días antes del vuelo. Tras obtener los resultados negativos, tuvo que enviarlos a la embajada junto a una declaración de salud para que se los sellaran

El pasado lunes 14 de septiembre Vázquez logra volar finalmente a China, a la ciudad de Xian. Poco después descubrirá que en ese mismo vuelo viajaba un positivo de COVID-19.

Esperando para embarcar.

Una vez en el país prosigue la odisea. Según relata este doctor en Lenguas y Culturas, nada más salir del avión tuvo que hacer diferentes paradas, una para entregar un documento que ha rellenado previamente durante el vuelo, otra para cumplimentar un nuevo impreso y por último, una nueva PCR, "más molesta que en España, porque te meten el palo de la nariz a todo lo que da".

Según explica el blog China es tu casa, una vez que se obtenga el resultado negativo en el test "te llevarán a un hotel de su elección para la cuarentena". "En el hotel estarás 14 días en la habitación. Una persona por habitación, con algunas excepciones como si tiene niños pequeños. Todos los gastos corren a tu cargo y se pagan por adelantado", detalla el blog.

Ya en el hotel, Vázquez relata cómo cuentan con un manager por planta disponible para ayudarles en todo lo posible. Debe tomarse la temperatura dos veces al día: a las 7 de la mañana y 7 de la tarde. "La broma sale a 6.300 rmb (renminbi), unos 800 euros por los 14 días con las comidas incluidas", cuenta.

"Mis primeras impresiones son bastante positivas. Te sientes cuidado en todo momento; antes incluso me han ayudado con las maletas, y es todo amabilidad. Además, la encargada de mi planta responde rápido al Wechat. Primer día que va acabando con saldo bastante positivo", destaca

Un positivo en el vuelo

Durante la cuarentena, al profesor de español le comunican que en su vuelo viajaba un positivo, un ciudadano chino de 54 años. "Ahora está en el hospital. El resto seguimos aquí con el mismo protocolo. Es probable que en la prueba que hacen antes de irte salga alguno más. La tensión se estira", comenta.No obstante, Vázquez no recuerda tener cerca durante el vuelo a ningún ciudadano chino de esa edad, por lo que se muestra tranquilo. "Además, fui todo el viaje con mascarilla+gel a tope", explica.

Asimismo, detalla que en estos casos las autoridades también hacen test a quienes iban en las 3 filas anteriores y posteriores. En un principio, explica que nadie le ha llamado "por lo que estoy aún más tranquilo".

Mientras espera a que pasen sus 14 días de aislamiento, desde la ventana de su hotel puede comprobar cómo en China se va volviendo poco a poco a la normalidad. Un ejemplo: los niños que van al colegio no tienen que llevar mascarilla.

Ver también Reabren vuelos internacionales en Wuhan, ciudad origen de la COVID-19, Por qué en Wuhan ya organizan macrofiestas, China exigirá a todos los pasajeros aéreos de llegada un test en origen y La odisea que será un vuelo intercontinental en tiempos de coronavirus.

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