Entrevista Arturo Ortiz Arduán, consejero de Turismo en Berlín

En Alemania es momento de "buscar la inspiración de viajes a largo plazo"

Publicada 09/11/20 -Actualizada 05/12/20 02:08h
En Alemania es momento de "buscar la inspiración de viajes a largo plazo"
  • El deseo de viajar en Alemania está intacto pero ahora en estado latente, lo que implica trabajar en un largo periodo inspiracional
  • El last minute no formaba parte de la cultura alemana de compra de viajes pero ha llegado con la pandemia
  • "Para acelerar la recuperación los destinos podrían adoptar sistemas de gestión inteligente de flujos de visitantes" en las ciudades

Entrevista/ El mercado alemán se ha visto profundamente transformado por la pandemia, que influido de un modo que se prolongará en el modo de reservar y la antelación. "Cuando se reactive la demanda, estaremos en un mundo donde se han acelerado ya muchos procesos y que seguramente beneficiarán al turismo urbano", explica Arturo Ortiz Arduán, consejero de la Oficina de Turismo de España en Berlín. Ortiz es uno de los ponentes de la Jornada Hosteltur - Las Palmas de Gran Canaria que se celebrará el próximo día 12 de noviembre, en formato online, a partir de las 16.30 -hora peninsular-, con el fin de debatir sobre el turismo urbano en la era pos-COVID. Para seguir el evento es necesario registrarse haciendo clic aquí.

¿Cómo ha evolucionado el interés por visitar las ciudades españolas en los últimos años desde el mercado alemán?

En paralelo a un incremento de la conectividad sin precedentes, las ciudades españolas han vivido boom de visitantes. No es un fenómeno exclusivo de España, se han desbordado las previsiones y han generado tensiones en algunos destinos. Los aeropuertos de origen y destino han aumentado: 27 aeropuertos españoles reciben vuelos de 26 aeropuertos alemanes. Esto es un buen indicador porque recibimos, según datos pre COVID, más de 11 millones de turista alemanes al año. Sus prioridades a la hora de consumir ponen a un gran viaje al año por delante de otras como la vivienda, el consumo de salud o la ropa. Solo la alimentación está por delante de ese gran viaje. Pero un viaje corto -urbano- cae en la lista por debajo de todos ellos y en caso de necesidad es prescindible.

¿Qué posición ocupa?

Como la motivación para la mayoría es sol y playa (casi un 40% van a Mallorca, muy concentrados en los meses de verano) y entre lo que buscan al viajar, el turismo urbano estaría en decimoprimera posición el camino por andar en el mercado alemán es muy largo. Esta conectividad y esos destinos urbanos, aún por descubrir, han permitido ir poniendo en el mapa ciudades menos conocidas, capitales de provincia y otras ciudades más pequeñas, en las que ya estaríamos en la frontera con el turismo rural. En ciudades más pequeñas convive la experiencia urbana con la rural si son viajes de varios días. Las grandes ciudades españolas, ahora mismo las grandes ganadoras del turismo urbano en España, tienen un poder de atracción propio y no producen este efecto derivación a ciudades secundarias, salvo casos concretos como por ejemplo Granada, donde el desvío es más por saturación de los alojamientos que por primera intención del turista.

Ese proceso de derivación a ciudades secundarios se ha visto interrumpido por la pandemia y será de recuperación lenta en un mercado competitivo donde nuestra posición de salida no es como sol y playa. Los alemanes encuentran más ciudades interesantes como motivación para visitar esos países en Francia, Italia, Grecia y Croacia

En "ciudades interesantes" tenemos el mismo poder de atracción que Turquía para el alemán medio. Y si hablamos de turismo cultural los alemanes sitúan a España por debajo, además de las anteriores, a Reino Unido y Oriente Medio, todo ello según la encuesta del Reise Analyse que realiza anualmente el FUR.

La COVID ha abierto un paréntesis en esas tendencias y hábitos de consumo.

Al margen de este paréntesis que ha abierto la pandemia y que no se ha cerrado, antes de abrirse ese paréntesis el reto para las ciudades era no solo captar sino rentabilizar a esos visitantes alemanes , y no solo en términos de gasto puro, sino de diversificación dentro del municipio y de redistribución de ese gasto. La ciudad, sus habitantes, tienen que ver en su conjunto un beneficio de recibir esos turistas y evitar problemas de desafección provocados por el "overtourism" en determinadas zonas. Eso ha sido un problema para la ciudades grandes, que les dificultaba captar más, pero las pequeñas se han quedado esperando esos que no han llegado o que llegaron pero siguen su camino para pernoctar en otro lado.

¿Considera que esa tendencia se mantendrá en buena parte pese a la COVID en cuanto se pueda activar la demanda?

Cuando se cierre el paréntesis, o al menos la movilidad internacional se restablezca razonablemente, la tendencia muy lentamente creciente hacia el producto urbano se mantendrá , pero con un gran bache y grandes retos. Estaremos hablando de cifras menos vistosas durante bastante hasta que Alemania recupere sus hábitos, que no sus deseos, porque la intensidad viajera no se ha visto mermada y el deseo de vacaciones y viajes está intacto. En esta fase de que podríamos llamar de “tránsito” hacia la fase “post pandemia” seguiremos teniendo en Alemania un gran viaje al año, que será principalmente de sol y playa y los viajes secundarios, de pocos días de duración , serán al principio de proximidad, ciudades o naturaleza de Alemania,, o de países limítrofes accesibles en coche. "Natura pleasure" antes que "Socio pleasure".

"Cuando se active la demanda se activará primero el sol y playa que es lo que los alemanes consideran absoluta prioriorario. Sí se beneficiarán las ciudades próximas a destinos de playa o que son un punto de entrada claro a esos destinos, como Barcelona o Málaga, a remolque de la motivación principal del viaje"

¿Y terminará el overtourism?

El overtourism, que había sido el gran lastre de imagen para un mayor crecimiento, se puede dar ahora por superado para varios años, sin entrar a valorar aquellos segmentos de población más joven que seguirán buscando lo que para otros son destinos masificados. Cuando se reactive la demanda estaremos además en un mundo donde se han acelerado ya muchos procesos y que seguramente beneficiarán al turismo urbano, como una mayor accesibilidad- me refiero siempre al mercado alemán- a la información y compra online y una ventaja mayor de España por ser un destino europeo y seguro en todos los sentidos, también sanitario. Tendremos otros retos como la recuperación del tejido productivo que pueda haber desaparecido o haber quedado en letargo este período. No debe preocuparnos especialmente , sin embargo , la situación económica de Alemania, pese a que su economía se ha visto muy afectada, ya que su resiliencia es muy alta y están preparados para una clara recuperación aunque no fuera inmediata. En la fase “post-pandemia” , que aún se puede hacer esperar , incluso más allá del verano del 2021, una vez caigan todas las barreras de distancia volverá la demanda hacia el “Socio Pleasure”, las experiencias colectivas, los grandes eventos y con ello la demanda del turismo urbano.

¿En qué deben centrarse los destinos urbanos para captar el interés de los viajeros en estos momentos?

Ahora mismo, en el corto plazo, casi todos los mercados emisores están cerrados de facto y Alemania no es una excepeción. Se puede viajar, y se viaja, pero las autoridades no lo recomiendan y los viajeros se encuentran muchos obstáculos en el destino y muchos más al regresar. El turista alemán se encuentran además con una conectividad limitada y con una cierta desconfianza por el incumplimiento de las programaciones aéreas. Una singularidad del mercado alemán, que ha caído momentáneamente, es la gran antelación en las reservas de viajes. El proceso de viaje empieza con la inspiración y sigue con la compra del viaje. El viaje en si mismo es casi una etapa más, aunque la más importante obviamente. El 60% de los alemanes empiezan a pensar en las vacaciones al menos cuatro meses antes y el 25% al menos 6 meses antes. El last minute no forma parte de la cultura vacacional alemana. Hasta que llegó la pandemia. Ahora mismo los viajes se deciden en el muy corto plazo, lo que para los hábitos de consumo se suele traducir en una decisión de no viaje, por que les falta toda la fases de información, organización y decisión que también se disfruta.

"La intención viajera a corto plazo es casi nula y para el verano de 2021 se mantiene intacta. Quiere esto decir que para la mayoría esa primera etapa inspiracional va a durar casi un año y no cuatro meses"

¿Cómo se trabajaría en este nuevo panorama?

Desde un punto de vista promocional , para destinos estrictamente urbanos -sol y playa es completamente distinto- , es un momento para un perfil muy bajo en Alemania en acciones que busquen conversión a compra y es un momento interesante para buscar la inspiración de viajes a largo plazo. Salir demasiado pronto al mercado sin tener un cronograma de cuándo se podrá viajar con normalidad puede llevarnos a promocionar con el paso cambiado. Estratégicamente hay que mirar al largo plazo. Tácticamente en el corto plazo solo se debe actuar si se puede viajar y se recupera la confianza en los viajes, porque la seguridad sanitaria estará muy presente durante bastante tiempo aún en las decisiones de viaje.

El viaje turístico urbano se ve ahora, como si tuviera un filtro, a través del aspecto epidemiológico en todas las etapas del viaje y se valoran todas las medidas que eviten el contacto y las multitudes, que parecen consustanciales a las ciudades

Para acelerar la recuperación los destinos podrían adoptar sistemas de gestión inteligente de flujos de visitantes. Iniciativas como exposiciones de arte al aire libre, eventos culturales (conciertos) en espacios abiertos y/o con aforos que garanticen la distancia social, propuestas para recorridos culturales en bicicleta etc., podrían ser ejemplos para la reactivación paulatina del turismo urbano a corto plazo, desde el punto de vista de la oferta. Adicionalmente podrían implementarse a medio plazo las medidas que ya se planteaban antes de la pandemia para redirigir los flujos de turistas en las ciudades más masificadas como medidas de segmentación, estableciendo ofertas específicas en la ciudad para diferentes segmentos turísticos y distribuir estas ofertas en diferentes distritos de la ciudad y , por supuesto, la descentralización, creando nuevas ofertas turísticas descentralizadas en distritos urbanos aún poco frecuentados.

¿Cree que hay algún aspecto de la situación en que vivimos que pueden rentabilizar las ciudades para tener un modelo más sostenible?

En el mercado alemán el 40% de quienes nos visitan tienen más de 50 años. Entre 50 y 70 años el uso de internet en Alemania es la mitad que el segmento de edad previo y entre los mayores de 70 años solo un 14% lo usa. El reto de acceder online a esta población no familiarizada con las nuevas tecnologías, es muy grande en el corto plazo. El uso del folleto turístico en papel sigue ampliamente extendido entre ellos. Los cambios dentro de muy pocos años van a ser sin embargo muy significativos y hay que prepararse para ello porque no son cambios reversibles. El modelo entero alemán de turoperación está en revisión caminando hacia plataformas digitales pero manteniendo , de momento, el éxito de la paquetización del sol y playa de siempre. Está entrando una demanda joven que usa intensivamente las nuevas tecnologías, en paralelo a una oferta que se está desarrollando en ese sentido. En algún momento se van a encontrar, y no va a ser dentro de diez años.

¿Y en que se podría traducir esto?

La sostenibilidad medioambiental del planeta forma parte del ADN de la generación más joven de turistas alemanes, más lejos les queda aún la sostenibilidad económica y social del destino, a la que pueden contribuir aún sin ser conscientes de ella y que corresponde a la oferta definirla, acelerando todos los procesos que ahora han quedado en hibernación, el turismo experiencial - las microexperiencias inmersivas lejos de las multitudes, movilidad combinada de car-sharing, bicicleta y transporte público, productos agroalimentarios de proximidad, trabajo en remoto sin consumir vacaciones como ya ofrecen algunos turoperadores alemanes en islas, con todo el ecosistema de apoyo que ofrecen las ciudades. En definitiva un mayor equilibrio entre locales y turistas. En 2019, el Reise Analyse, entre otras conclusiones a las que llegó sobre este aspecto y la demanda alemana, es que el deseo de hacer un viaje sostenible, que tenía dos digitos en la intención y las búsquedas no se transformaba en compra en la mayoría de los casos, sea por precio, sea por lo limitado de la oferta o lo ambicioso de la demanda. Oferta española sostenible y demanda alemana sostenible aún no se han encontrado, pero uno la busca y el otro la espera.

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