Los turoperadores temen que Menorca pierda este año 20.000 visitantes alemanes

Los principales turoperadores europeos temen que Menorca reciba este verano 20.000 visitantes germanos menos que en 2002, debido a la situación de inestabilidad internacional y a la recesión de la economía alemana, que está afectando especialmente a la principal clientela de la isla, el turismo familiar. Ante la contracción de la demanda, el mayor turoperador europeo, Thomas Cook, mantiene aparcadas en el desierto de Arizona diez de sus aeronaves propias y ha optado por contratar vuelos de Air Berlin compartidos con otros mayoristas, según indicaron a EL MUNDO/El Día de Baleares fuentes de este grupo. Tras un prolongado parón de las ventas ante la incertidumbre internacional, las reservas comenzaron a reactivarse esta primavera gracias al lanzamiento de un folleto conmemorativo del 40 aniversario de su filial Neckerman, con ofertas para los meses de mayo y junio que suponen descuentos de hasta el 20% sobre el precio inicial. Otra de las fórmulas que están obteniendo muy buen resultado tanto en el mercado británico como el alemán es la de regalar la estancia de un niño por cada dos adultos. «Si mantenemos el ritmo de las últimas semanas, con un poco de ayuda de los hoteleros podríamos cerrar la temporada con un balance similar al del año pasado», apunta la representante del receptor Cyrasa en Menorca, Petra Bauer. Pero los hoteleros de la isla se han mostrado menos propensos a aceptar descuentos para los meses de julio y agosto en el segundo folleto especial que va a lanzar Neckermann, ya que confían llenar sus establecimientos en temporada alta con el turismo nacional e italiano, que tradicionalmente muestra una acentuada estacionalidad. Mientras tanto, Baleares sigue perdiendo turistas alemanes en beneficio de otros destinos emergentes como Bulgaria y Turquía, que tienen varios factores a su favor: precios mucho más accesibles, una planta de alojamientos relativamente nueva en el caso de Turquía y la posibilidad de llegar por carretera, sin tener que tomar el avión. Un medio de transporte que aún no ha podido sacudirse del todo la psicosis del 11 de septiembre. «Cuando estalló la guerra de Irak», explica Petra Bauer, «el grupo Thomas Cook ofreció a los clientes que ya habían contratado sus vacaciones la posibilidad de modificar la fecha o el destino, pero muy pocos de los que habían elegido Turquía renunciaron a viajar a este país». Los mayoristas sí han percibido un crecimiento sostenido en la demanda de plazas seat only, por parte de clientes que contratan el viaje en avión hasta Menorca, pero sin paquete turístico ni hotel previamente concertado. La oferta de precios desde 119 euros para la ida y vuelta con Alemania hace especialmente atractiva esta opción. Las perspectivas son mejores en el mercado británico, que incluso podría cerrar la temporada con una cifra de visitantes superior a la del año pasado. La fidelidad de esta clientela está manteniendo buenas cifras de ocupación en la isla, si bien los mayoristas británicos temen ver reducida su capacidad de alojamiento en los meses punta de julio y agosto en favor del mercado nacional e italiano. «No sería justo que el mercado británico, que está llenando los hoteles desde el mes de mayo, se quede sin plazas en temporada alta», comenta Petra Bauer. El balance final estará condicionado, en cualquier caso, por el retraso en la apertura de la planta hotelera. Buena parte de los establecimientos eludió las malas previsiones de la Semana Santa y no abrió hasta mayo. (M.A.R.C., diario El Mundo-El Día de Baleares, 05/06/03)