El tren lanzadera entre Barcelona y la T1 transportará hasta nueve millones de pasajeros

Así lo ha dicho Vila este martes en declaraciones a los medios después de que la ministra de Fomento, Ana Pastor, haya anunciado por la mañana que el tren lanzadera se podría licitar este primer semestre, por lo que el conseller confía en que la adjudicación se cierre también este mismo 2015 y que el servicio esté operativo en 2018, tras tres años de trabajos.

El billete para viajar en este tren lanzadera, que tendrá una frecuencia de 15 minutos y realizará parada en Passeig de Gràcia, Sants y la T1 -se estudia también en la estación intermodal de La Sagrera cuando ésta sea una realidad-, rondará los seis euros, si bien este importe se reducirá para algunos colectivos con bonificaciones.

El tren lanzadera se nutrirá de parte del tráfico que hasta el momento corresponde al vehículo privado, taxi y Aerobús, y dejará "obsoleta" la conexión ferroviaria entre Barcelona y la T2, según el conseller, mientras que el trayecto entre la T2 y la T1 lo cubrirá la L9, cuyo tramo entre Zona Universitaria y el Aeropuerto entrará en servicio en febrero de 2016.

El proyecto supone una inversión público-privada de 210 millones de euros, de los que una parte correrá a cargo del Ministerio de Fomento y el grueso lo aportará el operador que gane el concurso, que se hará mediante la fórmula de diálogo competitivo.

Se rompe el monopolio de Renfe

Vila ha celebrado que con la convocatoria del concurso se "romperá el monopolio de Renfe en Rodalies de Barcelona", lo que permitirá mejorar de forma significativa, ha dicho, el servicio de cara al usuario.

El conseller ha asegurado que hay operadores interesados en presentarse al concurso, si bien ha descartado dar nombres a los periodistas de las posibles UTE: "Se los pueden imaginar. Operadores, incluso catalanes, de metro y autobús que son noticia estos días por ganar concursos internacionales".

Para Vila, el anuncio de Pastor "es una noticia excelente", ya que la creación de este servicio era uno de los 23 puntos estratégicos que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, trató con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la reunión que mantuvieron el 30 de julio.