Antes de nada, aclaremos que es o que significa la bio-diversidad, que describe la variedad de formas de vida en la Tierra, incluyendo: La diversidad genética (la variedad dentro de una misma especie), La diversidad de especies (variedad entre especies), y la diversidad de ecosistemas (variedad de hábitats y comunidades ecológicas).
Su variedad garantiza la salud de nuestro planeta y la de nosotros como especie (producción de alimentos, suministro de agua y aire limpio, y regulación del clima), por lo que es fundamental su conservación y regeneración.
Las actuaciones antrópicas, como el turismo, inciden directamente en este equilibrio ecológico, tanto si los destinos son urbanos, sol y playa como rurales y naturales y por ahora no muy positivamente, pero afortunadamente está cambiando.
Sin embargo, el turismo puede y debe ser un factor que incentive la conservación del medio natural, tanto como recurso turístico que es clave, como por la biodiversidad en sí misma.
Es cierto que a lo largo de la historia reciente las diferentes industrias han causado daños, algunos irreparables que nos afectan a todos, incluyendo al conjunto del sector turístico, que últimamente al igual que otros sectores productivos esta repensando sus acciones, ya que también la demanda lo está exigiendo.
Empresas y destinos tienen dificultad en comunicar los beneficios para su clientela, ya que traducir la gestión de eficiencia al público final es complicado, aburrido y especialmente poco o nada perceptible
La sostenibilidad sabemos que significa la eficacia en la gestión y las miras a medio y largo plazo, en este caso del negocio turístico, pero las empresas y destinos tienen dificultad en comunicar los beneficios a su clientela, ya que traducir la gestión de eficiencia al público final es complicado, aburrido y especialmente poco o nada perceptible, lo que significa que se debe de encontrar los mejores indicadores de percepción por parte del consumidor.
Y claro uno de los mejores indicadores es aquello que motiva emociones positivas, a través de diferentes sentidos, pero para una mayoría lo visible, la estética, la forma es crucial y esto explica que traducir la huella de carbono, cambio climático, polución atmosférica, energías, etc. y quererlo incluir en el producto o experiencia turística no resulta la mejor opción y dudo que funcione como argumento de venta, menos aun si implica un incremento del precio.
Pero y esta es la cuestión, si escogemos un elemento fácil de identificar, visualizar, sentir, y que provoca emociones y atracción, como es la Naturaleza y más específicamente las especies de fauna amenazada o paisajes (ecosistemas) en peligro, deteriorados, etc. no hará falta explicar mucho mas.
Y el turismo puede ser una herramienta clave en la conservación y regeneración del medio natural, tanto si está en su hinterland, como si se pueda asociar con la empresa o producto, a modo de cluster. No hablo de plantaciones de árboles, algo que fue relevante en un principio y que se ha demostrado su poca validez (la mayoría son monocultivos y pocas veces llevan mantenimiento asociado y ni son especies autóctonas o endémicas), sino que el turismo en general puede contribuir financieramente y con servicios a la conservación de la naturaleza, a su biodiversidad, ya sean especies en peligro, vulnerables o hábitats o ecosistemas amenazados o con necesidad de recuperación.
De esta necesidad surge la iniciativa Tourism4Nature, asociada estratégica de Green&Human, quienes comparten un mismo fin de ligar el sector turístico, esencialmente privado con proyectos concretos de conservación o regeneración, validados y medibles, como pueden ver en su pagina.Es decir el turismo puede ser un factor positivo para la naturaleza y biodiversidad, porque será un beneficiario directo de esta acción y de alguna manera devolverá a la naturaleza y a la sociedad los beneficios obtenidos de ésta. Sin duda un importante ROI para las empresas. .
El turismo puede ser un factor positivo para la naturaleza, porque será un beneficiario directo de esta acción
Precisamente la celebración del Día Internacional de la Diversidad Biológica (22 de Mayo) es un recordatorio al sector turístico que si se pierde la biodiversidad y por ende la naturaleza, disminuirá notoriamente la atracción de destinos y empresas y por supuesto encarecerá mucho las estrategias de adaptación y mitigación de la crisis climática, además de perder recursos imprescindibles para el turismo.
Al fin y al cabo podemos decir que hablamos conceptualmente del turismo regenerativo, ya que provoca una huella positiva.
La fórmula final es: sostenibilidad-biodiversidad-competitividad.
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