Las visitas a los monumentos prerrománicos asturianos serán restringidas
25 julio, 2006Para la Consejería de Cultura del Principado, la mejor solución pasa por restringir las visitas a Santa María del Naranco y a San Miguel de Lillo. El director general de Cultura, Carlos Madera, confía en que será el próximo año cuando el Gobierno regional comience a gestionar las visitas. En el momento en que la consejería diga "basta, los turistas no podrán, como hasta ahora, subir cualquier día a Santa María o San Miguel de Lillo. Antes, tendrán que reservar cita. Como en Tito Bustillo", afirma Madera. Las visitas se organizarán, a priori, en grupos pequeños. Así, los turistas podrán ver "con detenimiento y sosiego unos de los bienes más preciados de los asturianos y seguir las explicaciones de un guía, historiador o arqueólogo", que la administración asignará a cada turno. El número concreto de personas que podrán acceder cada vez y cuántas podrán realizar el recorrido aún no está estipulado. "No voy a ser yo quien lo diga, serán los técnicos quienes lo decidan", aclaró Madera. Para el turista despistado que llegue al Naranco sin planearlo, Cultura estudia una alternativa: el aula de interpretación de los monumentos. Según los planteamientos iniciales, estará ubicada en la finca de El Pevidal, hasta septiembre propiedad de la familia Masaveu. Será concebida como "un centro para visitas masivas que incluirá recreaciones virtuales, reproducciones de los templos y, por supuesto, una tienda donde los visitantes puedan comprar láminas, postales, mini Santa Marías, lápices con el lema de la región y demás recuerdos". Antes, eso sí, será necesario llegar a un acuerdo tanto con la Iglesia como con el Ayuntamiento "para realizar un plan de gestión conjunto", que dé "prestigio" y haga de los monumentos "un punto cultural de referencia europea".