Por hosteltur-np-100, en Innovación

Campañas de sensibilización para erradicar el turismo sexual en Brasil

11 junio, 2004

Las campañas de sensibilización y de información son claves para "erradicar el turismo sexual en Brasil", dijo a EFE en Madrid la Consejera de Asuntos Sociales del Estado brasileño de Bahía, Jacqueline de Sousa Leite. De Sousa es miembro del "Centro Humanitario de Apoyo a la Mujer" (CHAME) situado en Bahía, una organización que trabaja hace diez años a favor de los derechos de las mujeres. La responsable del CHAME dijo, en una entrevista con EFE con motivo de su visita a la capital de España, que mediante campañas de prevención informativas en contra de la explotación sexual "se prevé combatir el abuso de las mujeres y de las menores de edad". Los hombres involucrados en el turismo sexual, a juicio de la Consejera Social, no buscan prostitutas, sino aprovecharse gratuitamente de las mujeres que, engañadas, entran en contacto con ellos como guías turísticas o por promesas de matrimonio, y terminan sufriendo abusos. De Sousa señaló que "para evitar la trata de mujeres, debemos eliminar el turismo sexual", por ello, dijo, es fundamental trabajar conjuntamente con todos los actores implicados, las víctimas, los turistas y las instituciones políticas y sociales. Asimismo, explicó que mediante campañas de información en las escuelas de regiones brasileñas como Bahía, Río Grande, Sao Paulo, Río de Janeiro, Goiás o Santa Catarina, aconsejan a las menores de edad que sean "ellas las que denuncien y eviten el abuso". El trabajo de sensibilización del CHAME, que cuenta con un centro de investigación y documentación, señaló De Sousa, también se realiza con las mujeres en las comunidades rurales, la periferia de las grandes ciudades y las favelas. En Brasil, según estadísticas de las organizaciones no gubernamentales, alrededor de cien mil mujeres y niñas, desde los 12 años, son víctimas del turismo sexual. Asimismo, explicó De Sousa, se prevé promover un "turismo responsable", desde las facultades brasileñas de Turismo y Marketing, en las que se educa acerca de la importancia de "no exponer el cuerpo de la mujer como atractivo turístico". Además, señaló que aunque "los bikinis y las playas forman parte de nuestra cultura", es prioritario "no vender así la imagen del cuerpo de la mujer brasileña" y orientar el turismo en Brasil hacia sectores como la naturaleza y la aventura, añadió De Sousa. La explotación sexual de niñas y mujeres es un crimen en cualquier parte del mundo, por eso, dijo, "debe ser objeto de una preocupación internacional". Los destinos preferidos por los turistas sexuales, según datos de organismos no gubernamentales, son zonas caracterizadas por la pobreza y el desempleo, principalmente en el Caribe, el sudeste Asiático, Africa o Centroamérica. Por ello, señaló De Sousa, se deben promover campañas multilaterales, como las que Brasil tiene suscritas con Alemania y Bélgica mediante las cuales se castiga a los que practican el turismo sexual cuando regresan a su país de origen. De Sousa, que se encuentra de gira en algunos de los países considerados entre los principales emisores de "turistas sexuales", como Portugal, España, Suiza, Francia e Italia, pretende sensibilizar a la población europea ante este problema y promover acuerdos bilaterales que favorezcan a las mujeres. El turismo en Brasil, país que recibió en 2003 cuatro millones de visitantes, es una de las áreas claves que el Gobierno socialista de Luiz Inácio Lula Da Silva prevé impulsar, pero de manera "responsable", precisó De Sousa.