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Los países latinoamericano ven el turismo como elemento de integración regional

15 marzo, 2004

Los países suramericanos renovaron en la Feria Internacional del Turismo de Berlín (ITB) su vocación de hacer del sector turístico un instrumento de desarrollo económico y de equidad social, pero también de acercamiento e integración regional. "Los beneficios del turismo en nuestras sociedades son evidentes. Pero si potenciamos nuestras capacidades y las alianzas estratégicas en la región, esos beneficios podrían ser mayores y más sostenidos", afirmó el viceministro de Turismo de Perú, Ramiro Salas, en un foro ayer domingo sobre "Perspectivas de crecimiento del mercado suramericano". Al seminario, una de las muchas actividades paralelas a la ITB, asistieron los ministros de Turismo de Ecuador, Gladis Eljuri, y de Argentina, Enrique Meyer, además del director financiero del Ministerio de Turismo de Brasil, Frederico Silva da Costa. Salas recordó que la mayor parte de los turistas que visitan Perú proceden de la región suramericana, seguidos de América del Norte y Europa, un fenómeno, dijo, que se repite en Argentina, Brasil y otros tantos países de la zona. "El futuro está en el turismo intrarregional", sostuvo Salas, partidario de una política de alianzas estratégicas que permita buscar soluciones extraterritoriales a los problemas del sector turístico suramericano, entre ellos la inaccesibilidad aérea. Una de las alternativas en estudio, independientemente de que se siga insistiendo ante las compañías aéreas europeas que cancelaron o nunca tuvieron vuelos regulares y directos a las principales capitales suramericanas, está en la promoción del "multidestino". Se citó como ejemplo el proyecto turístico "Camino del Inca", en el que trabajan los seis países que antaño conformaron ese camino, desde la costa hasta la montaña mas remota, "un sendero histórico y de desarrollo económico, de integración regional". La idea del multidestino está también en la agenda de la ministra ecuatoriana pues "hay países, como por ejemplo Ecuador, Perú y Bolivia que se complementan y podrían promocionarse juntos". Eljuri de Alvarez destacó la importancia del turismo en el desarrollo nacional y regional y la necesidad de políticas que aseguren la distribución equitativa de los recursos que genera el turismo, que en el caso de Ecuador fueron en el 2003 de 480 millones de dólares ó el 4,4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). "El turismo, que el pasado año creció un 16 por ciento hasta llegar a las 760.000 llegadas, es la tercera fuente de ingresos de Ecuador, tras el petróleo y el banano", recordó la ministra. El problema del turismo en Ecuador, agregó Eljuri de Alvarez, es que se concentra en exceso en las Galápagos, que ya están al 82 por ciento de su capacidad, mientras que en Quito o Cuenca, ciudades protegidas por la UNESCO, no llega al 50 por ciento. En el Amazonas ecuatoriano, la proporción es del 2 por ciento. "Tenemos que cambiar eso y asegurar un acceso más equitativo a la riqueza del turismo de todos ecuatorianos, pues Ecuador es más que Galápagos", agregó la ministra, que trae a la ITB propuestas nuevas como "la ruta del cacao, del café, del banano y hasta de las rosas". Los efectos del turismo en Argentina, un sector que el pasado año creció casi el 18 por ciento hasta alcanzar la cifra récord de 3,5 millones de extranjeros, son incuestionables. "Los turistas que visitaron Argentina el pasado año se dejaron en el país 2.018 millones de dólares, casi un 37 por ciento más que en el año precedente", afirmó durante su intervención en el foro el titular argentino de Turismo. Meyer explicó que ese dinero equivale al triple de la exportación anual de carnes, casi tanto como el número de ventas al exterior de petróleo crudo o el total de las transacciones comerciales de cereales hacia otros país. "Esas cifras demuestran por qué el turismo debe considerarse como un motor de crecimiento económico, como inductor de inversiones y de consumo, como generador de divisas y de empleos con efecto multiplicador y como herramienta para mejorar la calidad de vida de la población", sostuvo el ministro. El representante del gobierno brasileño renovó, por su parte, la determinación de la Administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva de potenciar el turismo, elevado a política de Estado, para de esa manera "financiar nuestro proyecto de desarrollo social, de lucha contra la pobreza, de equidad social". Entre los objetivos de Brasil, que recibió el pasado año unos 3,7 millones de turistas, Silva da Costa destacó "nuestra voluntad de doblar las cifras actuales de llegadas de aquí al 2007". "Eso significará crear 1,9 millones de nuevos empleos y aumentar nuestros ingresos por turismo y por ende nuestra capacidad de inversión social en más de 8.000 millones de dólares", dijo. Por su parte, el ministro mexicano de Turismo, Rodolfo Elizondo, informó en rueda de prensa que este año se espera un aumento del 4 por ciento del flujo turístico, con lo que se estima que la cantidad de visitantes llegaría a 19,8 millones. 

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