Sostenibilidad y conservación del patrimonio natural y cultural

Madrid, enero de 2020.- Playas paradisíacas de arena blanca y aguas cristalinas, flora y fauna en una naturaleza virgen, exquisita gastronomía, vida nocturna en una ciudad moderna de imponentes rascacielos, amplios centros comerciales, conjuntos monumentales históricos y pueblos indígenas que conservan celosamente sus costumbres y tradiciones. Todo eso es lo que les espera a quienes visiten Panamá y son la gran apuesta del país, que presentará en esta edición de FITUR de manos de Iván Eskildsen, ministro de Turismo. Desde la capital, donde se hace irresistible explorar el conjunto monumental de la primera ciudad fundada en el litoral pacífico hace más de 500 años y el famoso Canal de Panamá, una de las joyas de ingeniería del mundo moderno y al que Bill Gates considera como una de “las grandes cosas interesantes del mundo que pondría en el top 10”, se puede establecer el punto de partida para conocer esta tierra mágica que se levanta entre dos océanos.

Panamá se posiciona en 2020 como uno de los destinos turísticos más interesantes de Centroamérica gracias a sus paisajes y a su cultura, pero también por los recursos en los que ha trabajado durante estos años, como el más grande y moderno centro de convenciones de la región o el Fuerte Amador, el puerto mejor valorado de Centroamérica en la cuarta edición de los premios Cruise Critic Cruiser’s Choice Awards de 2019.

A ello contribuye, sin duda, el Biomuseo. Situado a orillas del Canal de Panamá, con una llamativa y colorida construcción, que abrió sus puertas en 2014 y es obra única del arquitecto canadiense Frank Gehry en Latinoamérica. Este museo de historia natural recrea en 4.000 metros cuadrados la historia de cómo surgió del mar el Istmo panameño hace tres millones de años, uniendo continentes, separando un gran océano en dos y cómo impactó en la biodiversidad del planeta Tierra. Este año, el museo abrió tres nuevas exhibiciones: Océanos Divididos, La Red Viviente y Panamá es el Museo.

La mejor forma de empaparse de las tradiciones y del día a día de los habitantes de este país es a través de algunas rutas que llevan funcionando durante muchos años y que hacen posible el acceso a una cultura sorprendente y acogedora. El Circuito del Café, que tiene lugar en la provincia de Chiriquí, establece un recorrido por las fincas cafetaleras desde el Centro de Explotación del Café y está pensada para conocer a fondo su proceso de producción y, por qué no, degustar también algunas de las variedades que se cultivan en estas tierras. En esta zona, concretamente en Boquete, se produce el café más valioso del mundo, el Elida Geisha.

Para acercarse a otra de las joyas de la cultura panameña hay que sumergirse en el Folclore de la región de Azuero, que sin duda posee un importante elemento distintivo y una marca del folclore que se plasma en celebraciones como el Desfile de las Mil Polleras, el Festiva Nacional de la Mejorana en Guararé o el famoso Carnaval.

En Panamá existen siete Pueblos Indígenas reconocidos e identificados, cada cual con una diversidad cultural que se localizan propiamente en sus territorios a lo largo y extenso en lo que es hoy el territorio de Panamá: Ngäbe, Buglé, Naso Tjërdi, Bri-Bri, Kuna o Guna, Emberá y Wounaan. La Ruta de las Culturas Afrodescendientes, Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, trata de acercar al visitante el mosaico de culturas que caracteriza al país, especialmente en la provincia de Bocas del Toro. Esta Ruta transmite la arquitectura, la gastronomía, el dialecto guari-guari, la música, así como el ritmo y color que caracterizan a esta cultura con identidad afrocaribeña. Las increíbles playas de la costa pacíficaEn la costa occidental de Panamá se hallan las mejores playas de arena blanca y aguas azules. Estos enclaves se encuentran tanto en pequeños poblados como en grandes resorts de nivel internacional, por lo que la costa pacífica de este país es perfecta para abarcar los gustos de todos. Desde las playas continentales que se extienden a lo largo de kilómetros y kilómetros, como las de Punta Chame o la Península de Azuero, hasta las paradisíacas pequeñas islas de ensueño como Isla Iguana, Isla Taboga o el archipiélago de Las Perlas.

Estos son solo unos pocos de los numerosos puntos del país en los que es posible vivir la experiencia de bañarse, tomar el sol o simplemente disfrutar de la brisa marina y las vistas rodeado de la arena más blanca y fina y de aguas cristalinas que se confunden con un cielo azul que casi siempre regala a sus visitantes una temperatura ideal.

Más información:http://www.visitpanama.com