Por Marta Mengual, en Innovación

La decoración y el diseño como factor de rentabilidad en hostelería

12 abril, 2018 (17:45:36)

En los últimos tiempos estamos asistiendo a un notable cambio en el modelo conceptual de muchos negocios hosteleros. Es evidente que cada vez son más las cafeterías y restaurantes que rehúyen de abrir el local a toda prisa con decoraciones básicas o nulas y mobiliario low cost. Se acabó, al menos en la mayoría de los casos de reciente apertura, aquello de optar por ahorrar gastos con incómodos taburetes y mesas de dudosa calidad, centrándolo todo en lo que se sirve encima de ellas.

En la actualidad se apuesta por ofrecer al cliente una experiencia que va mucho más allá. El producto ya no se compone únicamente de la comida y/o la bebida que se sirve, sino también de todo aquello que las envuelve. Esto implica desde la decoración de local hasta atractivos artículos de menaje, la música o, por supuesto, el servicio. Se trata de ofrecer al cliente un valor añadido para todos y cada uno de sus sentidos: obviamente el gusto, pero también la vista, el oído, el tacto y el olfato. Todo entra en escena. Todo influye en el bienestar del cliente.

La decoración es uno de los aspectos fundamentales de cualquier local y, por lo tanto, uno de los primeros que conviene plantearse. ¿Queremos una decoración sobre alguna temática en concreto? ¿Moderna, clásica, rústica…? Cualquier opción es adecuada (todo depende de gustos y del público al que nos dirijamos), siempre que se lleve a cabo con buen gusto. En base a ella, se elegirán los colores, complementos y, por supuesto, el mobiliario principal. Unas mesas y sillas confortables y de buena calidad ayudarán a que el cliente se sienta a gusto en el local, y con ello, casi con toda seguridad que consuma más y mejor.

Del mismo modo, los artículos de menaje juegan igualmente un papel importante. Los platos, copas, cubiertos, servilletas, etc. también transmiten mucho y tienen un rol bastante significativo. Huelga decir que no es lo mismo ofrecer las clásicas servilletas de papel que unas suaves servilletas de seda, ni el clásico vaso de siempre que un vaso o copa con un moderno y original diseño, por poner solo algunos ejemplos.

Por otra parte, no conviene tampoco infravalorar la trascendencia que puede llegar a tener el tema del sonido. Es difícil no sentirse incómodo y en cierto modo incluso tener ganas de abandonar un local donde sea necesario gritar para comunicarse con nuestros compañeros/as de mesa. Por suerte, en la actualidad, existe una amplia variedad de materiales aislantes y absorbentes acústicos para suelos y paredes que ayudan a evitar estas situaciones, permitiendo que cada mesa disponga, en la medida de los posible, de su propio microespacio acústico, y de paso que el sonido salga a la calle, con los problemas que esto podría ocasionar. Además, una vez aislado debidamente el local, podemos incluso plantearnos introducir un hilo musical adecuado al ambiente del mismo, siempre a un volumen moderado.

Por último, y no por ello menos importante, queda el tema del olor. De poco o nada servirá todo lo anteriormente comentado si nuestro local desprende un olor desagradable. Para evitarlo, además de aislar adecuadamente la cocina y los baños, podemos servirnos de ambientadores que fomenten agradables aromas. Por una parte, un ligero aroma a limpio en los aseos transmitirá al cliente una siempre agradecida sensación de cuidado e higiene, mientras que, para el salón del local, aromas como la vainilla o la canela, por citar tan solo algunas posibilidades, conferirán un delicioso toque al ambiente.

La tendencia de considerar el diseño y decoración del local como un factor clave de su éxito se sigue consolidando, como demuestra el hecho de la creciente aparición de estudios de arquitectura, decoradores, diseñadores de interiores, creadores de espacios o incluso tiendas de muebles como ohcielos.com que ofrecen servicios profesionales especialmente dirigidos a hoteles, bares y restaurantes.

La comodidad, atractivo y originalidad de nuestro local contribuirá a que el cliente repita otro día y lo recomiende a sus conocidos, e incluso deje una buena opinión en plataformas como TripAdvisor.