El Gobierno argentino impone la última negociación para Aerolíneas

El Gobierno argentino impuso ayer a la compañía Aerolíneas Argentinas y al sindicato APTA (Asociación de Personal Técnico Aeronáutico), cuyos afiliados se mantienen en huelga indefinida desde hace nueve días, la obligación de negociar una solución al conflicto laboral. El Ejecutivo indicó que este acto de conciliación, después de haber convocado otros tres anteriores, será el «último» y «definitivo». El plazo de este decreto será de diez días como máximo a partir de hoy.Esta medida permite retrotraer al momento anterior a la situación que ha generado este conflicto, con el anuncio de huelga por parte de APTA y la decisión de la compañía de despedir, como consecuencia del paro indefinido, a cerca de 220 empleados más. Por tanto, estos últimos despidos quedan, de momento, en suspenso hasta ver el resultado de la conciliación. Asimismo, esta decisión implica que los trabajadores en huelga tendrán que regresar a sus puestos de trabajo a partir de las cero horas de hoy.El secretario de Trabajo argentino, Anselmo Rivas, indicó que es necesario que ambas partes se «pongan las pilas y negocien con toda seriedad y serenidad».Aerolíneas Argentinas está gestionada desde febrero de 2000 por su principal accionista, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). La SEPI ha propuesto un plan de saneamiento que prevé el recorte de 1.340 empleados, sobre un total de 6.500, mediante renuncias voluntarias y jubilaciones anticipadas, y que ha sido aceptado la mayoría de los sindicatos, que agrupan al 85 por ciento de los trabajadores, salvo APTA. La compañía pierde a diario un millón de dólares, cantidad que se ha triplicado desde el comienzo de la huelga. (Carmen de Carlos, Diario ABC, 03/05/01