Iberia pide una indemnización de 2.830 millones al SEPLA por la huelga de celo del 26 de febrero al 7 de marzo

Iberia ha presentado una demanda de conciliación, previa a la demanda judicial, en la que exige al Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) una indemnización de 2.830 millones de pesetas (17 millones de euros) por los daños y perjuicios ocasionados como consecuencia de la 'huelga de celo' mantenida por los pilotos entre el 26 de febrero y el 7 de marzo. La compañía considera en esta demanda, presentada el pasado viernes ante la Dirección General de Trabajo de la Comunidad de Madrid, y a la que tuvo acceso Europa Press, que el colectivo de pilotos realizó esa 'huelga de celo' en un periodo en el que se estaba produciendo el proceso de privatización de la compañía, con el objetivo de "obtener la firma de un convenio colectivo muy favorable a sus intereses, al entender que la empresa no tendría capacidad de resistencia por las repercusiones negativas que podían producirse en el citado proceso". La aerolínea justifica la demanda en que este tipo de huelgas es "ilícito y abusivo", según el Real Decreto-Ley de Relaciones de Trabajo de 4 de marzo de 1997, y destaca que el porcentaje de vuelos de Iberia que salieron con un retraso inferior a 15 minutos desde el 1 al 26 de febrero fue de una media del 77,5 por ciento, mientras que en los seis primeros días de marzo fue del 30,1 por ciento. También destaca que descendió su regularidad, ya que del 1 al 26 de febrero se operaron el 99,1 por ciento de los vuelos programados, mientras que en los seis primeros días de marzo fue del 95,7 por ciento. Además pasó de cancelar una media de 5 vuelos al día a unos 23 vuelos diarios. Por ello, Iberia exige al SEPLA una indemnización que alcanza los 2.830 millones de pesetas en compensación por los siguientes conceptos: vuelos cancelados, 56,9 millones de pesetas (341.975 euros); incremento gasto combustible, 75,8 millones de pesetas (455.567 euros); estimación 'rerouting', 30 millones de pesetas (180.303 euros); costes aeroportuarios extra, 125 millones de pesetas (751.265 euros); y perdida de tráfico en siguientes cuatro semanas, 2.542,7 millones de pesetas (15,2 millones de euros). La aerolínea recuerda en el escrito que el 7 de febrero se constituyó la comisión negociadora del VII convenio colectivo de pilotos y se mantuvieron reuniones los días 14, 21 y 26 de ese mes, en las que se observó que estaban "muy alejadas las respectivas posiciones". Así, explica que el 26 de febrero SEPLA-Iberia emitió un comunicado en el que pedía al colectivo de pilotos que revisaran cada programación y rechazaran "todo aquello que no se ajustara estrictamente a Convenio por nimio que pareciese". Esta situación concluyó tras la firma por ambas partes de un documento en el que los pilotos se comprometieron a continuar las negociaciones del VII convenio colectivo "en base al documento aportado por la compañía el 5 de marzo". Asimismo, ambas partes se comprometieron a negociar el convenio "mediante el principio de la buena fe y renunciando expresamente a la utilización de cualquier medida de presión que no este amparada por la legislación vigente". Iberia considera que tras el comunicado emitido por SEPLA-Iberia el 26 de febrero se produjo una 'huelga de celo', que tuvo la "caracerísticas que le resulta inherente, especialmente en el área de los servicios públicos de disminuir notablemente el rendimiento de la empresa pero con una actividad aparentemente ejemplar por parte de los trabajadores". Asimismo, añade que "en lugar de prestar su leal colaboración al éxito de la privatización, los convocantes trataron de aprovecharse de modo torticero de la situación".