Congreso y Senado de EE.UU. concederán a las aerolíneas una ayuda superior a 2,7 billones de pesetas

El Congreso estadounidense aprobó este fin de semana una ayuda financiera "de emergencia" de más de 2,7 billones de pesetas (16.189 millones de euros/15.000 millones de dólares) para las compañías aéreas con objeto de ayudarlas a superar las dificultades económicas provocadas por los atentados terroristas del 11 de septiembre. El proyecto de ley de "estabilización financiera" para las aerolíneas fue aprobado por 96 votos contra uno en el Senado y por 356 a 54 en la Cámara de Representantes, tras un acuerdo alcanzado a primera hora del viernes entre la Casa Blanca y los líderes del Congreso. A estos 2,7 billones de pesetas hay que sumarles otros 539.280 millones de pesetas (3.237 millones de euros/3.000 millones de dólares) destinados a asegurar la financiación de nuevas medidas de seguridad en los aeropuertos y los aviones, ascendiendo el total de la ayuda federal a los transportistas aéreos a 3,2 billones de pesetas (19.427 millones de euros/18.000 millones de dólares). Este paquete financiero incluye una ayuda financiera directa de 898.800 millones de pesetas (5.396 millones de euros/5.000 millones de dólares) para compensar las pérdidas de estas compañías debido a los atentados, así como 1,7 billones de pesetas (10.793 millones de euros/10.000 millones de dólares) en garantías de crédito. El proyecto de ley también crea un fondo de compensación para las familias de las víctimas de los atentados terroristas. Durante el debate algunos legisladores deploraron la ausencia de medidas financieras para los empleados de las compañías aéreas, cuando varias de éstas anunciaron en los últimos días miles de despidos. La Casa Blanca se mostró reticente en un principio a extender las garantías para créditos pero terminó accediendo después de que el Congreso le convenciera de que serían escasos los bancos que pudieran prestarles dinero en su situación actual. El fondo de garantías de crédito será administrado por tres miembros: el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan; el secretario del Tesoro, Paul O'Neill, y el secretario del Transporte, Norman Mineta, precisó el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer. También señaló que el plan de rescate del transporte aéreo tiene un conjunto de provisiones acerca de los seguros. Los aseguradores quieren aumentar fuertemente sus primas y ofrecer una menor cobertura, lo que deja a las compañías expuestas a importantes riesgos financieros. Esas medidas deberán aún ser puestas a punto con un voto del Congreso. La ayuda federal responde a lo que las compañías solicitaban, pues habían estimado en 3,1 billones de pesetas (18.888 millones de euros/17.500 millones de dólares) el montante mínimo para evitar un desastre financiero. El anuncio del acuerdo político para rescatar a las aerolíneas provocó alivio en los mercados. Los títulos de la mayoría de las compañías volvieron a subir ayer tras las fuertes bajadas experimentadas durante los últimos días. La caída de las acciones es el reflejo de su desastrosa situación financiera. Los cuatro días en que el tráfico aéreo estuvo clausurado generaron una pérdida de 293.008 millones de pesetas (1.759 millones de euros/1.630 millones de dólares). Las pérdidas de las compañías aéreas podrían alcanzar en 2001 los 1,2 billones de pesetas (7.555 millones de euros/7.000 millones de dólares), según los analistas. Northwest Airlines anunció ayer la supresión de 10.000 puestos de trabajo. United, American, Continental y US Airways aelantaron medidas similares en los últimos días. En total, el sector del transporte aéreo eliminó unos 70.000 empleos en una semana. La cifra alcanza los 100.000 si se incluyen las reducciones de efectivos decididas por Boeing, afectada por la disminución de pedidos de aviones comerciales.