Delta Air Lines despide a 13.000 trabajadores por las pérdidas económicas sufridas tras los atentados

La compañía aérea estadounidense Delta Air Lines anunció ayer miércoles el despido de 13.000 empleados, lo que supone el 15 por ciento de la plantilla, compuesta por 123.000 trabajadores, debido a las pérdidas económicas que ha sufrido la empresa desde los atentados del pasado 11 de septiembre, según explicó su presidente, Leo Mullin, en una conferencia de prensa celebrada en Atlanta, Georgia (sureste de EEUU). La tercera compañía más importante de EEUU y la única de las seis primeras que no había anunciado hasta ahora ninguna reducción de puestos de trabajo, explicó que su "capacidad financiera se ha visto afectada" por la situación que se ha creado en el país tras los atentados terroristas. Mullin hizo hincapié en los cuatro días que no hubo vuelos comerciales con normalidad tras el 11 de septiembre y las cancelaciones de billetes por parte de numerosos estadounidenses en las últimas dos semanas. "Estamos obligados a tomar una serie de medidas pues la demanda de pasajeros ha descendido en un 60 por ciento", subrayó el presidente de Delta, quien señaló que los 5.000 millones de dólares (unos 900.000 millones de pesetas) aprobados por el Congreso estadounidense para ayudar a las compañías aéreas suponen "un alivio muy pequeño". Sin embargo, agradeció al presidente estadounidense, George W. Bush, y al secretario de Transportes, Norman Mineta, por su apoyo "inmediato" a la nueva legislación para conceder fondos federales al sector de la aviación civil. Con el anuncio de Delta de hoy, más de 100.000 trabajadores del sector aeronáutico estadounidense han perdido su puesto de trabajo desde que sucedieron los atentados del pasado 11 de septiembre. TWA y United Airlines despidieron a 20.000 empleados, mientras que Delta y Continental decidieron recortar la plantilla en 12.000 trabajadores y Us Airways, 11.000.