La planta hotelera española destinará la mayor parte de sus inversiones a la renovación de sus instalaciones

Las grandes cadenas hoteleras españoles están invirtiendo miles de millones de pesetas en poner a punto sus establecimientos, pero incluso esta estrategia se está viendo afectada por los atentados terroristas del 11 de Septiembre. Dejando al margen este terrible elemento coyuntural, la renovación hotelera en comunidades como la balear está regulada mediante ley y es una obligación que ha sido beneficiosa para el propio sector a pesar de que se criticase en su día a su impulsor, el antiguo conseller Jaume Cladera. En otras zonas turísticas, es una apuesta individual de cada empresario hotelero que ve como sus establecimientos pueden mejorar categoría, niveles de precios y optimización de marketing. En el caso de Málaga, la modernización también ha sido clara: han invertido en los últimos siete año 48.000 millones de pesetas en renovar sus hoteles desde 1994. En Galicia, la Consejería de Cultura está destinando más de 112 millones de pesetas a la mejora de los establecimientos hoteleros gallegos para la modernización o remodelación de instalaciones, además de la creación o mejora de la oferta complementaria. En cuanto a las grandes cadenas hoteleras, Riu invertirá este año alrededor de 36 millones de euros (6.000 millones de pesetas) en la renovación de seis hoteles de la cadena. Por su parte, Sol Meliá, primera empresa hotelera española, es también la cadena que más inversión ha realizado en modernización y mejora de su portfolio. Desde 1996 ha invertido 350 millones de euros, 60.000 millones de pesetas dirigidos a poner a punto, subir de categoría, adaptarse a nuevas demandas, principalmente en el segmento urbano, aunque ha incluido también a los establecimientos vacacionales. (Más información en el número especial Equipamientos de la revista HOSTELTUR del mes de enero.)