Bahía Príncipe apuesta por la digitalización y el confort para renovarse

¿Cómo ha sido el estreno de la nueva marca en España?

Como estaba previsto, abrimos el 1 de noviembre el Fantasía Bahía Príncipe Tenerife, el segundo de la marca tras el que tenemos en Punta Cana desde hace dos años. Se han cumplido totalmente en plazos y creo que va a cubrir todas las
expectativas que hemos lanzado al mercado, y que son muy altas. Con sus 45.000 metros cuadrados sería el de mayores dimensiones en España, aunque no por número de habitaciones.

¿Qué caracteriza a Fantasía?

Son hoteles tematizados. Les diferencia la cultura y la leyenda sobre la que se han creado, porque tienen personalidad
propia. En cada rincón encuentras una referencia a esa historia, incluyendo recepción, los restaurantes, las actividades…
Eso los distingue de cualquier resort vacacional tanto nuestro como de la competencia.

¿Hay planes para expandir la marca?

No hay planes oficiales pero para mí, a título personal, vería la expansión más lógica en México, porque ahí tenemos
una presencia importante y la cultura y el entorno nos darían para hacer un Fantasía muy especial. Sin tener ahora mismo
en hoja de ruta nada cerrado, sería un paso natural.

¿Cuál será la estrategia en 2019?

Nos vamos a centrar en las renovaciones. En noviembre inauguramos el Luxury Bahía Príncipe Ambar, en el complejo de
Punta Cana, que había sido siempre un referente dentro de la cadena. Hemos querido darle otro aire más actualizado,
más moderno y estamos viendo que las ventas están reaccionando de una manera excepcional. Por tanto, en los
siguientes años apostamos por renovar y actualizar la planta hotelera que ya tenemos, que está en localizaciones excelentes.
Hemos crecido en los últimos años en número de camas con una velocidad de vértigo y creo que ahora toca mimar un poco todo lo que ya tenemos.

¿En qué aspectos se centrarán estas actualizaciones?

Se refieren sobre todo a confort y a digitalización, en las habitaciones y en las zonas comunes. Nos vamos a enfocar mucho en que la estancia del cliente sea una experiencia digital completa, o experiencia 360, como lo llamamos nosotros, no tanto en el resort como en su propia vivencia. También actualizar la restauración y el entretenimiento, llevarlo a un nivel más alto, en especial una gastronomía más con un nuevo concepto, más urbano.

¿Ven más recorrido en el segmento familiar que en otros?

La cadena Fantasía es un tipo de hotel pensado para la familia, aunque una pareja puede tener una estancia fantástica
también. Hay público para los dos tipos de hotel, para solo adultos o familiar. Éste tiene algo más de peso en la compañía en número de habitaciones, pero el secreto está en la diversificación, en poder dar a cada uno de los clientes la experiencia que está buscando.

¿Qué balance hace sobre 2018?

Pendiente de tener cifras cerradas, diría que la temporada en número generales ha sido muy similar a la del año pasado,
Mallorca sigue funcionando bastante bien y en Tenerife pues ya sabíamos que teníamos un mercado un poco prestado de los
países del norte de África y era lógico que, llegado un momento de recuperación, lo que venía de la turoperación se fuese
equilibrando. Allí habremos acabado algo por debajo del año pasado pero nada significativo y, como entró el Fantasía
desde noviembre, habrá amortiguar un poco la ligera caída de los otros hoteles. En el Caribe vemos que las temporadas se
están equilibrando, hay un cambio en el cliente, quien tienen flexibilidad elige la temporada baja.

¿Cómo se presenta el 2019?

Lo vemos lleno de retos. En el Caribe el mercado norteamericano se había estancado un poco en 2018, ya que venía de
unos crecimientos muy fuertes en años pasados. Esperamos volver a la senda alcista para el 2019, y en España cumplir
con los objetivos que nos hemos marcado con el hotel Fantasía de Tenerife.