Iberia paraliza sus aportes al fondo social de su plantilla
Publicada 31/03/21 -Actualizada 25/04/21 02:11h
Iberia ha alcanzado un acuerdo con los sindicatos de sus distintos colectivos para suspender por lo que queda del año, entre el 1 de abril y el 31 de diciembre, los aportes que la compañía tiene la obligación de realizar por cada trabajador al Fondo Social de Tierra (Loreto Mutua), además de la parte proporcional de las pagas extraordinarias de julio y diciembre, a fin de resguardar la liquidez de la empresa en estos momentos de reducida actividad y mínimos ingresos por los persistentes efectos de la COVID-19. La medida permitirá a la aerolínea española un ahorro de 11 millones de euros.
La decisión afecta a todo el personal sujeto al convenio colectivo que supone más de 13.000 empleados, incluidos los colectivos de pilotos, tripulantes de cabina de pasajeros (TCP), técnicos aeronáuticos y personal de tierra.
El acuerdo ha sido aceptado unánimemente por los sindicatos que conforman el comité intercentros (CCOO, UGT, USO, CGT y ASETMA), así como por los sindicatos específicos de pilotos y TCP, aunque algunas de las organizaciones que representan a estos últimos aún están siendo consultados (ver: Iberia recorta al mínimo la tripulación de cabina de modo temporal).
El fondo, complementario de la pensión pública, se dota con aportaciones de los trabajadores y las que hace la empresa en la misma cuantía que el empleado. Según fuentes de la empresa, la suspensión temporal de la aportación permitirá mantener la liquidez sin consecuencias visibles en las nóminas y sin tener que recurrir a medidas traumáticas para el personal.
El impacto de la pandemia en la aviación ha obligado a Iberia como al resto de la industria aérea aplicar un estricto plan de reducción de costes para salvaguardar su liquidez ante la caída sin precedentes de demanda e ingresos.
Hasta ahora, la aerolínea se ha apoyado en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) de fuerza mayor y ha accedido a los recursos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para enfrentar el impacto de las repercusiones de la crisis sanitaria en la actividad que están siendo más devastadoras y más duraderas de lo que se había previsto en un principio para la industria aérea (ver: Iberia y Vueling piden más de 1.000 M € para salvar su liquidez y El sector aéreo es pesimista: la recuperación no llega hasta 2024 o 2025).
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