Entrevista a Alberto Bosque, promotor de la iniciativa

El Museo "difuso" del Turismo cumple cinco años

El Museo del Turismo se no encuentra en un edificio concreto, sino que está integrado por 89 salas repartidas en 13 países

Publicada 04/01/23 -Actualizada 30/01/23 02:00h
El Museo "difuso" del Turismo cumple cinco años
  • Más de 300 personas voluntarias participan en esta iniciativa
  • Las salas de exposición se encuentran en hoteles, oficinas de turismo, etc
  • "Nuestro afán es divulgar la historia del turismo", explican los promotores

Hace cinco años un grupo de personas vinculadas al sector turístico puso en marcha el Museo del Turismo. No se trata de un museo convencional localizado en un edificio concreto, sino de un "museo difuso", integrado en realidad por 89 salas repartidas en 13 países. Hemos charlado con Alberto Bosque, promotor de esta iniciativa.

Alberto Bosque.

¿Quién hace posible el Museo del Turismo?

Somos un montón de gente, más de 300 personas.

¿Qué perfil tienen las personas que colaboran con el Museo del Turismo?

Por un lado, estamos las cuatro personas que somos los responsables de la iniciativa: Javier Mateos, Raúl García, Rafael Guzmán y yo como coordinador. También hay cerca de 30 colaboradores especiales. Y a esos se suman otras 300 personas, además de medio centenar de empresas e instituciones, que donan objetos, organizan una sala, etc. Normalmente, son personas del sector: agentes de viajes, hoteleros, profesores de escuelas de turismo o de universidades, y también hay turistas.

Normalmente, pensamos en un museo como un sitio concreto, pero el Museo del Turismo está repartido en decenas de salas por muchos países. ¿Cómo funciona?

En italiano tienen un término para definir mejor este concepto, que sería “difuso”. Nosotros jugamos con el término “museo” con toda la intención, casi un poco provocativo. Es decir, somos un museo extendido, repartido… Cada sala es un museo en sí mismo y cada una tiene su tema, que puede ser de un aspecto muy concreto. Por ejemplo, la historia del turismo religioso en el monasterio de Guadalupe, la historia de una persona o empresa concreta, etc.

¿Cuántas salas tiene el Museo del Turismo en la actualidad?

89 salas, repartidas en trece países.

¿Normalmente, las salas se encuentran en hoteles?

Son siempre establecimientos relacionados con el sector turístico, pero hay de todo: recepciones de hoteles, agencias de viajes, Escuelas y Universidades de Turismo, oficinas de turismo...

Uno de los carteles expuestos en el Museo del Turismo

¿Qué les inspiró para poner en marcha el Museo del Turismo?

Yo colecciono objetos desde hace mucho tiempo y en una ocasión un amigo belga, al regalarme una Guía Michelin de 1928, la primera edición de la guía de España, me dijo que la mitad de este tipo de cosas en nuestro país acaba en la basura. Entonces pensé en hacer alguna cosa para evitar que ese tipo de guías, folletos, adhesivos antiguos, postales antiguas, etc, terminara en la basura, de modo que pudiéramos poner todo esto en valor y recordar la historia del sector.

¿Podrían haber creado un museo convencional?

Una opción efectivamente era solicitar una subvención para crear un Museo del Turismo. Pero eso lo descarté porque sería un proyecto personal y que siempre dependería de subvenciones. En Italia se planteó un proyecto así y se desdeñó desde el primer momento porque es un gasto continuo. Nuestro objetivo era un proyecto más global y participativo. Por ejemplo, en Uruguay contamos con una sala del Museo del Turismo ubicada en el hotel Holiday Inn de Montevideo, yo nunca he estado allí y a lo mejor nunca iré, pero ha sido posible sin gastos ni desplazamientos. En definitiva, se trata de poner en valor las iniciativas de otras personas en cualquier sitio del mundo.

¿Y cómo lo comunican?

La redes sociales del Museo de Turismo están disponibles en 17 idiomas. Por ejemplo, nuestra página de Facebook en montenegrino es seguida por 600 personas. La lleva una señora que es bibliotecaria.

Inauguración de una nueva sala del Museo del Turismo.

¿Qué tipo de objetos se muestran en las salas?

Depende del tema. Por ejemplo, la sala 21 en Buenos Aires cuenta la historia de Viajes Piamonte. Normalmente, se exponen postales, guías de viaje, libros de estudio, carteles…

¿Cómo Museo del Turismo, hasta qué año retroceden?

En el siglo III ya hubo una señora que escribió una guía sobre su viaje a Tierra Santa. Desde hace miles de años, la gente se mueve por curiosidad y otros motivos que no son el alimento. Por ejemplo, tenemos dos salas dedicadas al Camino de Santiago.

¿Cuál suele ser la reacción de las personas cuando entran en alguna sala del Museo del Turismo?

Hay personas que pasan por delante y le dedican dos segundos, dicen “qué curioso” y ya está. Otras personas le dedican más tiempo. Depende, ya que no se paga entrada y muchas salas se encuentran en sitios de paso como hoteles.

Imagen de la Sala 65 del Museo del Turismo.

Si alguien estuviera interesado en colaborar con el Museo del Turismo ¿qué debe hacer?

En nuestra web explicamos varios modos de colaborar con nosotros. Lo que parece más obvio es donar material, pero este es el que menos nos interesa. Si me dices que has heredado de tu abuelo una colección de 1.000 postales, no tenemos donde guardarlas. Preferimos que mantengas esa colección y la pongas tú en valor, mostrándola al público. Podemos ayudarte buscando alguna sala en un hotel donde se puedan mostrar, en una vitrina, bajo llave, y las postales seguirán siendo tuyas. Otros modos de colaborar son organizar salas, escribir para nuestro blog, ocuparse de una red social, etc.

Por tanto, el Museo del Turismo sería imposible sin el voluntariado…

Imposible. No tenemos afán de lucro y ni tan solo movimiento económico. Si alguien o una empresa quiere colaborar aportando dinero, se le pide por ejemplo que compre una vitrina y ponga ahí el logo de su compañía. No cobramos nada, no pagamos nada.

¿Y si ocurre algo a los objetos expuestos en alguna sala?

El hotel tiene siempre un seguro de responsabilidad civil. Pero cuando alguien tiene un objeto muy caro o muy bueno, desaconsejamos ponerlo en la sala, porque pasa a ser una responsabilidad. Las vitrinas están cerradas con llave, pero se podrían forzar. Por ejemplo, una Guía Michelin del año 1900 puede costar 15.000 euros. En esos casos, se expone una copia o un fotomontaje porque nuestro afán es siempre divulgar la historia del turismo. Nunca es decir “Mirad cuantas cosas antiguas guardamos como tesoros”.

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