Twitter, tenemos un problema
Publicada 18/06/09
Lo que está ocurriendo con estas herramientas sociales es que hay en ocasiones un cierto distanciamiento entre los creadores y los usuarios. De este modo descubre que estos usuarios desarrollan nuevas visiones de la herramienta hallando nuevos modos de uso y no aceptando los que ofrecen o insinúan los desarrolladores.
Como hemos dicho Twitter es la estrella, está en el foco de atención, y eso hace que surjan multitud de aplicaciones en torno a ella que permitan potenciar sus posibilidades. Algunas de estas aplicaciones, como es el caso de Twitt Experts, tratan de iniciar estrategias de negocio que incluyan ingresos y, por supuesto, beneficios a partir de la aplicación madre. Se crea entonces un negocio en torno a Twitter que está también alimentando las posibilidades de esa aplicación madre.
Aplicaciones que se crea en torno a Twitter
No olvidemos que lo que hace Twitter es mostrar información desnuda, aunque sólo sea un formato de 140 caracteres. Y esa información ha de ser procesada, filtrada, porque así como aparece y se queda en la Red se pierde. Se ve por tanto varias tendencias en estas aplicaciones que se van creando en torno a Twitter. Por un lado las que seleccionan y filtran la información, como Twitt Experts o Exectweets. Por otro las que tratan de facilitar la gestión de esa información por parte de los usuarios, como TweetDeck, Splitweet, Twitterfeed o Hellotxt.
Hay también una serie de aplicaciones que tratan de integrar distintas plataformas con Twitter o agregar herramientas como Twitpic, Tweetube o Twitxr. Otras tratan de ayudar a encontrar información en el maremágnum del propio Twitter, como Twitscoop o Tweefind.
Aplicaciones hay muchísimas más, y siguen apareciendo, pero aparte de algún pelotazo nadie ha sabido encontrar un modelo de negocio sostenible y rentable en torno a esta aplicación madre como es Twitter. Ese es el gran dilema del 2.0, lucha contra una concepción de gratuidad que está en el ADN de internet. No parece haber más modelo de negocio que la publicidad tradicional. Un entorno que predica la inoperancia de ineficacia de la publicidad de masas, de las viejas formas de transmitir mensajes comerciales, se ha de servir de ella para subsistir.
¿Estamos dispuestos a pagar por seguir twitteando? Creo que no, pero habrá que encontrar algún modo en el que ese caudal de comunicación, presencia y acciones den lugar a cierta sostenibilidad del modelo. El que lo encuentre que lo diga. Estaremos atentos.
Juan Sobejano (juan.sobejano@hosteltur.com)
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