¿Que ofrece el turismo rural? Y ¿Que quiere la demanda turística?
¿Cuál es el vínculo del negocio turístico con la naturaleza más cercana? 12 junio, 2025 (11:26:37)
Para muchos el denominado turismo rural lleva apenas unas 2 o 3 décadas de existencia, pero en realidad su creación (por llamarlo de alguna forma) es muy anterior al turismo de sol y playa. Podríamos decir que es la raíz del turismo, aunque entonces tendríamos que hablar del agroturismo, ya que ofrecer comida y una cama, fue el principio de esta actividad económica que se basa en la hospitalidad, por tanto el factor humano siempre ha sido y es fundamental.
Les quiero hablar de las tendencias, del futuro y de los errores y aciertos que para mal y para bien, después de más de 30 años la situación es casi la misma, al menos en esencia, porque la estructura o construcción de esta oferta apenas ha evolucionado.
Escribo no solo como comunicador, formador y consultor en esta materia durante muchos años sino también por haber tenido un negocio de turismo rural y naturaleza unos 15 años en la comarca de La Vera, lo que me hizo aprender en apenas un par de años lo que había aprendido durante más de 10 o 15 años enseñando a otros.
La verdad es que cuando se escucha los datos sobre la ocupación, que es un indicador clave para ver el éxito de este negocio uno duda entre sonreír (irónicamente) o asombrarse. Después de más de 30 años este nivel de ocupación (promedio en España y otros países) apenas ha subido un 10%, y un ejemplo son las notas de prensa que siempre celebran que en semana santa (solo días festivos) hay ocupaciones de 80 y 90%. Recuerdo que yo solía tener un 120 o 130% de demanda que compartía con otros. O que en los apenas 2 meses de vacaciones estivales, en ciertas zonas con climatología benigna, la ocupación es muy alta.
Y claro si en estas épocas no se llega casi al 100% significa que están muy lejos de tener un negocio turístico, ya que esto implica un promedio anual de entre 20 y 40%, es decir no llegan al 50% que sería el umbral mínimo de rentabilidad. Las islas y el hinterland de la Costa del Sol superan bastante este nivel. Esto es desde el punto de vista netamente empresarial, ya que se entiende que el turismo (rural también) es o debe ser un negocio.
Es entendible el desconcierto que existe en los propietarios de alojamientos rurales, exceptuando empresas de cierto tamaño, sobre cómo mejorar su ocupación que está directamente relacionado con la digitalización, asignatura pendiente en muchos casos, así como en la intermediación, donde plataformas como Booking.com tienen un rol dominante. Pero existen herramientas digitales que pueden suplir en parte esta situación, aunque hay que saberlas manejar y requiere conocimiento o contratación de servicios.
Ahora bien otra cuestión clave es saber que ofrece el turismo rural y que es lo que la demanda turística está buscando, que muchas veces no coincide y la verdad hay que decir que afortunadamente no coincide aunque eso conlleve pérdida de rentabilidad.
Para que se entienda, un porcentaje alto de clientela nacional o domestica busca alojamiento en zona rural, que no sea caro, que tenga muchos servicios sin salir del alojamiento (piscina, sauna, jacuzzi, internet alta velocidad, restauración a domicilio, etc.) y en un núcleo rural con equipamientos de ocio y animación.
Otros en menor porcentaje, buscan ese sabor a pueblo o el contacto con la naturaleza (pero en minúscula), y claro acondicionado a sus expectativas muy urbanas, lo que implica que pueda tener una imagen o sensación de pueblo o naturaleza, pero por ejemplo sin ruidos molestos como el canto del gallo, ladridos de perro, campanas de iglesia, tractores trabajando, olores de ganado, insectos molestos (que son todos), animales peligrosos (aquí se incluye salamanquesas, lagartijas, lagartos, hormigas, culebras, etc.).
En resumen se demanda un pueblo o un campo imaginario con todas las facilidades o comodidades y sin ningún tipo de riesgo que altere la experiencia del viaje o más bien la estadía.
Si se acepta la regla del negocio, que la oferta se debe adaptar a las necesidades o requerimientos de la demanda, algo que se suele hacer, entraremos en un escenario de incertidumbre donde el mayor atractivo del campo (rural o natural) se pierda o se sustituya, disminuyendo tremendamente su atractividad turística.
La internacionalización de la oferta es algo que parece va a ocurrir o al menos que TurEspaña va a fomentar, pero además de la digitalización, es necesario una vinculación directa y muy visible de estas empresas turísticas con la conservación de la naturaleza, ya que estos mercados internacionales valoran bastante este vínculo y será muy relevante en la decisión de compra, como lo corrobora la iniciativa Tourism4Nature (tourismfornature.org)y de hecho la tendencia de resorts rurales o ecoturísticos van de la mano del descubrimiento del medio natural.
...además de la digitalización, es necesario una vinculación directa y muy visible de estas empresas turísticas con la conservación de la naturaleza
En esto es fundamental no solo visibilizar este vínculo sino además poderlo mostrar, y es cuando se convierta en un factor diferenciador en la comercialización y satisfacción del turista. Porque hay otros segmentos de mercado, con mayor poder adquisitivo y con motivaciones y expectativas altas que necesitan encontrar esa realidad rural y natural.
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta opinión no tiene comentarios.