Vueling abre el paracaídas en el último momento y decide posponer su estrategia de crecimiento
25 agosto, 2007La fuente se abstuvo de comentar las valoraciones hechas por Morgan Stanley y la revisión del precio de las acciones de 33 a 10 euros, aclarando que Vueling no puede pronunciarse sobre las cotizaciones ni las opiniones del mercado. Pero sí planteó que "hay una cierta disquisición entre la situación que se vive en el parqué y lo que es la operativa y el día a día de la compañía, que parece disociarse en una suerte de dicotomía entre Dr. Jekyll y Mr. Hyde". En tal sentido defiende que Vueling ha venido acreditando durante los últimos meses crecimientos en el tráfico de pasajeros bastante elevados, entre un 70 y 80%, con tasas altas de ocupación entre el 70 y 73%. "En este área hay una normalidad operativa. Los datos que tenemos avanzados de lo que es la evolución del negocio en el tercer trimestre, por la reserva anticipada, nos permite advertir que va a ser muy favorable. Es decir, la compañía tiene solidez en cuanto a las fundamentales". De ahí que el nuevo escenario no va a generar ningún cambio en el modelo de negocio. "Vueling no es una low cost en el concepto tradicional de este tipo de aerolíneas, sino que tenemos tarifas low cost. Volamos desde aeropuertos principales y tenemos algunos rasgos característicos de las aerolíneas tradicionales. Ese modelo no se va alterar en absoluto". Refiere que la compañía desde sus inicios ha estado enfrascada en una estrategia de crecimiento, colocando la plataforma de su consolidación futura a tres años, con la apertura de sus bases en París y próximamente en Sevilla. "Eso nos ha hecho incurrir en un fuerte incremento de nuestros costes. Estamos haciendo fuertes inversiones a futuro, pero también cargando con unos costes de inversión que son los que, en cierto modo, han lastrado los resultados. Al mismo tiempo, nuestros ingresos se han visto muy presionados por la fuerte competencia que hay en precios de billetes". Aunque apunta que paradójicamente la presión más fuerte no ha venido de parte de easyJet y Raynair, sino de las aerolíneas tradicionales como Spanair e Ibera. "Cuando clickair comenzó a adquirir una cierta velocidad de crucero y, al mismo tiempo, las tarifas iniciaron su descenso en el sector, se sintió entonces una presión competitiva muy fuerte, unida a la que ya de por sí aplican las tres principales low cost. En este entorno, ha habido una contribución puntual del encarecimiento del precio del crudo". Estos factores se conjugaron en 2007 impactando negativamente sus resultados del primer trimestre paralelamente a la ralentización del crecimiento del número de pasajeros por la entrada de la temporada de invierno. Los mismos que la llevaron a incurrir en un fuerte gasto de marketing y publicidad para mantener los niveles de demanda. En el segundo trimestre se ha producido el peso del coste que significó la apertura de la base en París, la ampliación de la plantilla por asumir el autohandling en Barcelona y el personal en Francia. El coste del personal de Sevilla será asentado a partir del tercer trimestre. "La presión competitiva no ha permitido que compensemos los costes en los que hemos incurrido para desarrollar nuestra plataforma de crecimiento. Por esta razón hemos sido fuertemente penalizados por el mercado, ya que se crearon unas expectativas sobre la base de unas valoraciones realizadas por los bancos de inversión tras la salida de Vueling a bolsa. No se cumplieron con las expectativas del mercado y los efectos de la brusca salida de Apax empujaron las acciones a la baja, produciéndose una corrección muy fuerte en el precio de la acción". Con la mira en la rentabilidad Tras los últimos acontecimientos Vueling ha decidido focalizarse en lograr rentabilidad de las inversiones realizadas y poner un freno a la estrategia de crecimiento que venían desarrollando. "Pero no hay un giro drástico ni tampoco es que estemos obligados a recortar gastos a marchas forzadas, cerrar bases, cancelar rutas, o despedir personal. Son inversiones que ya se han hecho y que ahora tienen que rentabilizarse. Y vamos a posponer determinadas decisiones de crecimiento, como la adquisición de flota". Desde principios de año se estaba negociando con Airbus y con Boeing la adquisición de flota. De acuerdo con el cronograma que se habían fijado, el anuncio se haría por estas fechas, pero la situación los lleva a posponerlo por un mínimo de seis a ocho meses. "La idea es centrar todas las decisiones de gestión en la rentabilidad y no tanto en el crecimiento". Ante la llegada de la temporada de invierno, se va a realizar algunas modificaciones en el plan de vuelos, retomado rutas tanto nacionales como al exterior que en temporada de verano tienen menor demanda por las vacaciones, van a lanzar ofertas y diseñar productos específicos para los viajeros de negocios, un segmento de alta rentabilidad. "Tenemos expectativas en torno a la decisión que próximamente tome Aena respecto a la terminal sur de El Prat, donde queremos estar y, por eso también, lo que sí vamos a mantener es la apuesta de aumentar nuestras frecuencias en el corredor Madrid-Barcelona". Recalcó que se trata de una paralización temporal de sus decisiones orientadas al crecimiento. "No es que la compañía se replantee toda su estrategia ni su modelo de negocio. Lo que hace es pisar el freno y posponer algunas acciones previstas en el corto plazo. Apoyados en que actualmente tenemos un cierto nivel de caja, relativamente confortable, en torno a los 150 millones de euros que incluyen alrededor de 90 y 100 millones logrados con la salida a bolsa". Diana Ramón Vilarasau (transportes@hosteltur.com)