Abre el Palacio Matutano-Daudén en la localidad turolense La Iglesuela del Cid
Cuenta con el restaurante de gastronomía sostenible Torre de los Nublos, que ofrece elaboraciones basadas en productos de proximidad y temporada 30 mayo, 2022 (13:15:56)Iglesuela del Cid, 30 de mayo de 2022- La comarca de El Maestrazgo, situada entre Teruel y Castellón, está de enhorabuena. Y es que el próximo 3 de junio va a abrir el Palacio Matutano-Daudén en la localidad turolense de La Iglesuela del Cid, un alojamiento con un gran valor histórico y artístico.
El Palacio Matutano-Daudén es un hotel de cuatro estrellas ubicado en el antiguo Palacio Daudén, edificado en el año 1773 por Sebastián Daudén, a partir de la rehabilitación de la casa familiar. En 1890 fue heredado por Manuel Matutano Daudén y en 1931 fue declarado Monumento Nacional. Se ha conservado su fachada e interiores para lograr un diseño que combina la tradición, el lujo y la excelencia, aunque también se ha realizado una importante labor de restauración para, de esta manera, crear un ambiente acogedor y confortable. Cuenta con 35 habitaciones dobles y con una gran suite, que ha mantenido el estilo de decoración tradicional que los últimos señores del Palacio utilizaron como residencial personal.
Apuesta por la sostenibilidad con el restaurante Torre de los Nublos
Uno de los servicios más destacados del hotel es su restaurante Torre de los Nublos, del que también pueden disfrutar aquellos que no necesiten alojamiento y que solo quieran tener una experiencia gastronómica única.
Este restaurante hace una clara apuesta por la sostenibilidad, ya que ofrece cuidadas elaboraciones basadas en productos de proximidad y de temporada, que suministran pequeños productores locales. Y todas ellas están maridadas con magníficos vinos ecológicos de proximidad, que reflejan la apuesta decidida por una cocina respetuosa con el medioambiente, el bienestar de sus comensales y la preservación del territorio y sus habitantes.
Por otro lado, las vistas son espectaculares. Desde los grandes ventanales del salón, al otro lado de la recoleta plaza Mayor, se puede vislumbrar la Torre del Homenaje, como único vestigio del castillo templario que protegía Iglesuela del Cid en el siglo XIII.
Zona Spa & Wellness
Otro de los servicios destacados es que cuenta con una zona de Spa & Wellness. Esta incluye una sauna seca, baño turco, solárium, duchas de sensaciones y aromatizadas y una gran bañera de hidromasaje. Además, los clientes pueden disfrutar de una experiencia privada de jacuzzi y tumbona climatizada para que puedan relajarse al máximo. También pueden contratar masajes y hacer ejercicio en el gimnasio.
Alojarse en el Palacio Matutano-Daudén supone la oportunidad de disfrutar del mejor turismo rural que ofrece nuestro país. Y es que el casco antiguo de La Iglesuela del Cid fue declarado Bien de Interés Cultural en 1982 por conservar importantes edificios, civiles y religiosos, ejemplares de la arquitectura realizada en Aragón desde la Edad Media.
La Iglesuela también destaca por disponer de uno de los telares más antiguos de Aragón, que permanece en activo desde el año 1746. En su Centro de Interpretación del Textil y de la Indumentaria muestran la importancia de esta industria ligada a la ganadería.
Próximo a La Iglesuela del Cid se encuentra el Santuario de la Virgen del Cid. La construcción original se remonta al siglo XV, cuando en este lugar se erigió una ermita sobre un antiguo monumento funerario romano, en honor a una talla de la virgen allí encontrada en el siglo XII. Del mausoleo romano, datado en el siglo I, todavía quedan restos arqueológicos. Según la tradición, el Cid visitó este lugar en varias ocasiones, aunque no hay datos documentales de este hecho.
Además, gran parte del término municipal de La Iglesuela del Cid ha sido declarado área de interés etnológico por poseer muestras arquitectónicas realizadas con la técnica de piedra seca, declaradas patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO en 2018.
Pero, lo bueno de la localización de este Palacio, es que La Iglesuela del Cid se puede convertir en el “campamento base” desde el que conocer otros lugares de la comarca del Maestrazgo, entre Teruel y Castellón, que, además de grandes monumentos, cuenta con preciosos paisajes, árboles singulares centenarios, cañones profundos y pueblos al borde de acantilados que parecen anclados en el tiempo. Además, esta zona cuenta con una atractiva gastronomía asociada a la caza, las setas y las trufas.