Un post de Blanca Egido

España: la fiesta que nunca acaba

España, esa gran Lloret de Mar

Publicada 31/05/11
España: la fiesta que nunca acaba

Cultura, gastronomía, turismo de interior... todos los esfuerzos promocionales de España pueden quedar en saco roto ante la "canción del verano". Blanca Egido reflexiona en este post, a partir de dos vídeoclips, sobre los tópicos que aún hoy siguen diseminándose sobre España, sobre todo entre los jóvenes europeos, y el perjuicio que esa imagen implica a pesar de que sirva a muy corto plazo para llenar hoteles de costa. España, esa gran Lloret de Mar.

Llegan a mí por diferentes vías (una emisora de radio holandesa y unos amigos que estaban de erasmus) un par de canciones con sus respectivos videoclips que, os aseguro, no tienen desperdicio.

Son dos canciones que están pegando en las discotecas y emisoras de radio y que, sin duda, están llamadas a ser dos de los temazos del verano... Pero mucho más que eso, son dos auténticas fábricas de sueños para la juventud europea. Tanto las letras como los videoclips retratan una España de fiesta desmedida, alcohol, despreocupación y libertinaje total.

Sabemos de la existencia de este tipo de turismo que practican muchos jóvenes europeos en zonas concretas de la península y baleares (Lloret de Mar y otras zonas de la Costa Brava, Salou, Ibiza...), donde el número de turistas internacionales es mucho mayor al de turistas nacionales, quienes tienes sus propios destinos como Conil, Torrevieja o Benidorm.

Mi reflexión es la siguiente. En realidad, da igual cuánto dinero nos gastemos en promoción turística y cuán ingeniosos seamos para intentar "culturizar" la imagen de España o apostar por la gastronomía, porque estamos tan a la vuelta de la esquina que la gente vendrá aquí y se irá pensando que esto es lo que sea que hayan hecho durante su estancia.

Cada año los hoteles se siguen llenando de un perfil de turista bastante distinto al deseado por los planes estratégicos, un turista joven, con muchas amistades y relaciones y, sobre todo, con mucha ganas de contar todo lo que ha hecho una vez que regresa a su país. Me inclino a pensar que para estos destinos es mucho más fácil dejarse llevar y recibir cada año a estos cientos y miles de jóvenes cuyo único interés es el de emborracharse, que pasar por toda una transformación, que supone esfuerzo e inversión y cuyos resultados no sólo no son visibles al instante sino que suponen cambiar a un modelo de negocio mucho más proactivo. Por lo que sé, la mayoría de estos viajes se organizan en origen con turoperadores especializados en obtener las mejores ofertas y aunque cuando están en destino los jóvenes gastan muy alegremente, el impacto económico en transporte es nulo y en hotelería, quitando las comisiones, pues no creo que sea muy alto...

Es posible que en tiempos pasados, que este tipo de turismo existiera no era un gran problema, España es muy grande y se puede ubicar a cada uno en un sitio diferente :)

Sin embargo, estos jóvenes de ahora son grandes influenciadores, son dinámicos, se mueven y están ahí, creando contenido de maneras que a veces nosotros somos incapaces de rastrear... Prueba de ello son estas dos canciones. En mi opinión, no es sólo una cuestión de turismo, es una cuestión de estado. Dejar que los jóvenes de ahora crezcan manteniendo el tópico (más grande que nunca) de que esto es jauja nos hace un flaco favor el día de mañana cuando esos jóvenes sean empresarios y madres/padres de familia.

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Comentarios 1
Deplorable, horrible. Pero, ¿cómo se ha llegado a este punto? ¿Quienes han promovido esta imagen y tipo de turismo? ¿Qué hacen los responsables de los destinos más afectados? Esto no es algo llovido del cielo, ni un castigo divino. Quien siembra viento recoge tempestades, y ahora hay que atenderse a las consecuencias. Pero insisto, esto tiene responsables, por acción o por omisión, y habría que pedirles cuentas. Esta sociedad está cada vez más enferma.