Ibiza pierde competitividad por el aumento de turistas, según un estudio
Publicada 06/06/19 -Actualizada 25/06/19 02:06h
- Desde 2016 la llegada de turistas se ha incrementado en un 4,5% hasta llegar a los 3,2 millones el pasado año
- En temporada baja se ha registrado un aumento del 21% en la cifra de viajeros, pasando de los 308.000 en 2016 a más de 370.000 en 2018
- El informe vincula el aumento en la llegada de visitantes con el incremento de la oferta de viviendas turísticas
El Observatorio de Sostenibilidad de Ibiza advirtió ayer de la pérdida de competitividad de la isla por el incremento de la llegada de turistas y el deterioro ambiental. Señaló que "como destino turístico, puede estar en peligro", ya que la principales motivaciones del viajero son el paisaje y las playas, "pero su progresiva degradación ha provocado una peor valoración".
La directora de la Fundación para la Conservación de Ibiza y Formentera, Sandra Benbeniste, y los investigadores responsables del informe, Juan Calvo y Marta Pérez, dieron a conocer las conclusiones del mismo.
Pérez señaló que la pérdida de competitividad está ligada al deterioro territorial y ambiental y que desde el año 2016 la llegada de turistas se ha incrementado en un 4,5% hasta alcanzar a los 3,2 millones el pasado año. Indicó, además, que la desestacionalización provoca un incremento de turistas tanto en temporada baja como alta "pero no es porque haya una distribución homogénea" sino porque hay más gente en invierno y en verano.
En temporada baja se ha registrado un aumento del 21% en la llegada de turistas, pasando de los 308.000 en 2016 a más de 370.000 en 2018.
La presión humana registra un gran incremento en agosto. En la última década se ha registrado una subida del 20% llegando a las 333.411 personas diarias en el octavo mes de 2018
"Lo que era agosto de 1998 ahora viene a ser un abril", indicó Marta Pérez.
Además, las Pitiusas contabilizan anualmente 20 turistas por habitante, cifra superior a la media balear, que se sitúa en los 15 turistas.
Para los responsables del Observatorio de Sostenibilidad de Ibiza, esta subida en la llegada de visitantes viene ligada al incremento de la oferta de viviendas turística, que se ha triplicado, pasando de 3.133 plazas en 2012 a 10.502 en 2018.
Deterioro territorial y ambiental
La superficie urbanizada de la isla ha aumentado un 15% desde 2012 hasta el pasado año, siendo Vila y Sant Josep los municipios con mayores incrementos. A esto se le suman la congestión de la red de carreteras de la isla durante el verano.
El informe señala también que los indicadores ambientales del medio marino constatan que la isla ha sufrido una pérdida de la calidad de las aguas de baño durante la última década. De hecho, nueve de las 48 zonas de baño muestreadas han perdido su clasificación de excelente para pasar a ser buena, suficiente, e incluso, insuficiente.
Entre estas zonas se encuentra el entorno de la ciudad de Ibiza o la bahía de Sant Antoni, donde se registra "un deficiente saneamiento de las aguas residuales", provocando vertidos de fecales, matizó Juan Calvo.
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