Miguel Vázquez, director de Hoteles de Colliers International, analiza la situación

El sector hotelero afronta la crisis en mejores condiciones que la de 2008

En líneas generales, "el sector está bien capitalizado"

Publicada 26/03/20 -Actualizada 20/04/20 02:01h
El sector hotelero afronta la crisis en mejores condiciones que la de 2008
  • La crisis ha pillado a las empresas hoteleras con unos niveles de endeudamiento mucho mejores gracias a los últimos años de récords
  • Vázquez distingue dos periodos: el de guerra, que durará hasta abril según el ejemplo de China, y la posguerra, que se alargará seis meses
  • Los destinos peninsulares podrán contar con el cliente nacional que llega en coche, y la recuperación es posible para temporada alta canaria

La industria hotelera española afronta la crisis del coronavirus en mejores condiciones que la de 2008, según ha subrayado Miguel Vázquez, director de Hoteles de Colliers International, “con unos niveles de endeudamiento mucho mejores, gracias a los últimos siete u ocho años de récords turísticos. Esta crisis les pilla a las compañías hoteleras con mucha caja, si bien muchas de ellas han aprovechado estos años de bonanza para invertir en sus activos, pero tienen músculo financiero para poder aguantar estos meses de incertidumbre, sobre todo las grandes cadenas. En el caso de las empresas de menor tamaño puede producirse de manera puntual alguna situación complicada, pero en líneas generales el sector está bien capitalizado”.

Miguel Vázquez reconoce que “es difícil hacer predicciones porque el mercado turístico está hundido y el sector hotelero lo va a pasar mal”. Aún así distingue dos periodos claramente diferenciados en esta crisis: lo que él llama “guerra total, que esperemos que no dure mucho, quizá hasta el mes de abril o un poco más, porque ya hemos visto que en China en tres meses han conseguido contener la expansión del virus, aún no la normalidad, y están entrando en la posguerra”.

En esa segunda fase, que Vázquez denomina de posguerra, “aquí entraremos dentro de mes y medio o dos meses y será entonces cuando empiecen a abrir los hoteles, pero la demanda llegará gradualmente a medida que el cliente vaya recuperando la confianza para volver a viajar, pero pasará bastante tiempo hasta que se retomen los viajes internacionales”.

El periodo de "posguerra" será más duro para los hoteles, que tendrán que reabrir gradualmente porque "tendrán que soportar bajas ocupaciones con el nivel de gastos habitual".

Por ello recomienda que “la apertura de los establecimientos también se realice de forma gradual, porque retomarán la actividad con bajas ocupaciones pero los gastos de mantenerlos abiertos seguirán siendo los mismos”.

Miguel Vázquez considera una visión muy optimista la de aquellos que adelantan al 1 de junio la recuperación de la normalidad en el sector turístico

En su opinión, esa segunda fase “va a ser más dura, porque en la primera, en la que estamos ahora, la situación se ve amortiguada por el colchón del Estado. No se permite hibernar a la empresa hotelera por completo, pero sí pueden reducir sus gastos a la mínima expresión, lo que disminuye el impacto en su cuenta de pérdidas y ganancias”.

Pero, añade, “no ocurrirá lo mismo en la posguerra, donde tendrán que soportar bajas ocupaciones con el nivel de gastos habitual. Los hoteleros tendrán que gestionar los establecimientos con cabeza y, aunque es difícil predecir durante cuánto tiempo, no será inferior a cuatro o cinco meses, por lo que ya podemos asegurar que 2020 será un año turístico especialmente malo”.

Las empresas por tanto tendrán que “aguantar a pulmón nueve meses entre ambas fases, si es que no se extiende mucho más”. Pero podrán apoyarse no sólo en las medidas que ha dispuesto el Gobierno, sino también en las entidades financieras, con las que podrán mantener “un diálogo constructivo con buena disposición por ambas partes”. Y es que “para el banco tiene poco recorrido la opción de ejecutar los préstamos por posibles impagos, sino que lo más probable es la refinanciación de las cuotas, teniendo además el respaldo del Banco Central Europeo”.

A esa opción se suman “los créditos blandos del ICO” e incluso “las divisiones de préstamos de los propios fondos de inversión, cuyos préstamos son más caros que los del ICO pero igualmente dan acceso a más canales de financiación para las empresas”. Por ello concluye que “esta crisis no tiene nada que ver con la de 2008”.

La recuperación va por barrios

Algunos hablan de que la recuperación se producirá en forma de uve, pero Vázquez es más partidario de que en el sector turístico siga el movimiento de una u “hasta que la confianza vuelva a la mentalidad del cliente”. Una confianza que tardará más en recuperarse en los mercados internacionales, lo que va a afectar a todos los destinos españoles.

Sin embargo, según ha detallado el directivo de Colliers International, “los destinos peninsulares a los que el cliente nacional pueda llegar en coche podrán contar con ese nicho de demanda. No es la panacea pero sí un pequeño colchón”. Además, si la recuperación, entre guerra y posguerra, se alarga nueve meses, “la temporada alta en Canarias, de octubre a febrero, podría salvarse aunque no para abrir todos los hoteles al nivel de otros años”.

El destino que peor cartas tiene, por tanto, es Baleares: “Ojalá me equivoque, pero la recuperación no se va a producir para la próxima temporada alta, no le va a llegar a Baleares en el momento que la necesita porque en junio las heridas en la confianza del consumidor estarán aún muy cerca”.

Por todo ello “habrá que esperar a 2021 para ir recuperando cifras y rentabilidades, aunque no a los niveles de 2019. Y todo dependerá también de que se logre controlar el virus; se habla de que la vacuna podría estar preparada para dentro de entre 12 y 18 meses”

Oportunidades que abren la crisis y la recuperación

Aún con este panorama tan sombrío la crisis, como ha señalado Vázquez, “probablemente genere una corrección en los precios de los activos, porque los precios hoteleros estaban disparándose por la presión compradora”.

De hecho, “si bien las transacciones que iban a iniciarse de momento se han paralizado, algunos inversores pueden ver un escenario de oportunidad porque el entorno competitivo se reduce para hacerse con la operación al haber menos competidores, por lo que pueden presionar para un mayor ajuste en el precio y conseguir así incrementar su margen”.

Podría ser el momento, según Miguel Vázquez, de "aprovechar estos meses de parón para planificar una reforma, dado que la construcción también está parada, y arrancarla en cuanto pase la incertidumbre".

No en vano “hay mucha liquidez en el mercado y los inversores perciben la crisis como algo coyuntural, por lo que el inversor puede comprar perfectamente y aprovechar estos meses de parón para planificar una reforma, dado que la construcción también está parada, y arrancarla en cuanto pase la incertidumbre para poder aprovecharse así de unos costes de edificación más moderados porque estos negocios también van a sufrir mucho”.

En teoría, según sus propias palabras, “sería el momento ideal para hacer inversiones en Capex (inversiones en activos productivos) en los hoteles de Canarias, por ejemplo, que en los últimos años no han podido acometerlas por estar al 90% de ocupación los 365 días del año y perdían dinero si cerraban. No es una opción a corto plazo, porque ahora mismo no se pueden hacer reformas, pero sí para dentro de cuatro o cinco meses”.

Las oportunidades también pueden venir de la mano de la Administración si “adopta una medida muy barata para reactivar la economía del país: dotar de agilidad a los trámites para otorgar licencias de cambio de uso y reformas. Es una oportunidad de oro para ayudar a los que tienen caja a superar la posguerra, generando además nuevos empleos. Favorecer esos trámites pero siempre sin reducir la exigencia”.

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Comentarios 1
Desde luego algunas grandes cadenas deben estar en mejores condiciones que en 2008. Seguramente es porque no están devolviendo el importe de las reservas canceladas por fuerza mayor ( algunas, otras sí), importes que nosotros ya habíamos pagado ( por adelantado) y que tenemos la obligación de devolver a nuestros clientes. Se permiten el lujo de decirte que te lo guardan para más adelante, y pretenden que sea consumido antes del 31/12/20. ¿Y si mi cliente no quiere? ¿Y si ya no tengo cliente? ¿y si la agencia tiene que cerrar? ¿Que pasa con ese dinero? ¿Porqué nadie te manda una carta de reconocimiento de deuda