LAN y TAM continúan con su fusión asumiendo las medidas de mitigación impuestas

La unión entre TAM y LAN, anunciada en agosto de 2010, dará lugar a LATAM, la aerolínea más grande de Latinoamérica, con una capitalización de unos 12.000 millones de euros y unas sinergias de 400 millones de dólares anuales (303 millones de euros).

TAM y LAN consideran que las once medidas impuestas por el TDLC “no afectarán significativamente” a las sinergias generadas “ni modificarán de manera sustancial el plan de desarrollo estratégico conjunto”. No obstante, avanzaron que han recurrido tres de ellas por ser, a su juicio, “inconstitucionales y desproporcionadas”, por lo que han presentado los pertinentes recursos de reclamación ante la Corte Suprema de Chile.

Concretamente se refieren a la obligación de someter a consulta previa obligatoria los acuerdos de código compartido con otras compañías, medida que ambas aerolíneas consideran innecesaria al existir ya la obligación de informar previamente a la Fiscalía Nacional Económica (FNE) para que analice y resuelva si dan origen o no a una infracción a la libre competencia.

También han recurrido la obligación de renunciar a cuatro de las cinco frecuencias que mantienen a Lima; así como la que confiere facultades “intrusivas excesivas” a la FNE y al consultor que el Tribunal requiere contratar para colaborar en la fiscalización, por considerar que el acceso a las bases de datos y contabilidad de los centros del futuro grupo LATAM puede afectar a garantías constitucionales.

Por su parte, PAL Airlines ha presentado un recurso de reclamación ante la Corte Suprema porque, en su opinión, las medidas de mitigación impuestas a la operación “no resguardan los principios de la libre competencia y finalmente perjudican a los consumidores por abuso de posición dominante”.