Las patronales piden medidas de estímulo a la demanda

Rebrotes: caída del 50% en ventas y cierre de 65.000 locales en hostelería

Publicada 21/07/20 -Actualizada 15/08/20 02:00h
Rebrotes: caída del 50% en ventas y cierre de 65.000 locales en hostelería

Los hosteleros españoles alertan de que los rebrotes de la COVID-19 y el caos en la aplicación de nuevas medidas están agravando la ya delicada situación del sector de la hostelería, cuya facturación caerá más de un 50% a lo largo de este año y se producirá el cierre de unos 65.000 establecimientos, un 20% del total. Así lo han expresado este martes en un acto conjunto los portavoces de las patronales de hostelería, las empresas de gran consumo (AECOC) y la industria alimentaria (FIAB), que han coincidido en exhortar al Gobierno a que actúe de forma "ágil y quirúrgica", en vez de optar por establecer confinamientos generalizados que “derivarían en una hecatombe”.

Al mismo tiempo, han reclamado medidas de estímulo al consumo como la entrega de bonos para consumir en bares y restaurantes, tal y como han hecho otros gobiernos en Europa y que una parte de los fondos que procedan del plan de recuperación acordado en Bruselas se destine a ayudas directas al sector para evitar que se destruya tejido empresarial y que España pierda competitividad en el ámbito turístico.

El cálculo de Hostelería de España señala una pérdida de ingresos superior a los 60.000 millones de euros durante 2020, mientras un sondeo realizado a escala interna entre un millar de asociados refleja que apenas el 16% de sus miembros estima que podrá volver a facturar en 2021 una cantidad similar que previamente a la pandemia de COVID-19. Según el presidente de la entidad, José Luis Yzuel, "lLos rebrotes nos están haciendo tocar tierra otra vez, y si cabe, ahora de forma más grave".

Previsiones pesimistas

La encuesta de la patronal, realizada entre el 6 y el 13 de julio, por lo que no recoge el empeoramiento de la situación de los últimos días, refleja que la mitad de los hosteleros asegura que sus ventas bajarán este año más de un 50%.

"Hay miedo al contagio entre los consumidores, pese a los esfuerzos del sector en implementar las medidas de seguridad acordadas, y eso mantiene retraída la demanda. En algunas zonas, el desplome de la actividad este fin de semana ha superado las caídas anteriores porque los rebrotes están teniendo un impacto añadido muy significativo", ha advertido el secretario general de la asociación, Emilio Gallego.

Los hosteleros han criticado los "mensajes contradictorios" que envían las autoridades a la hora de abordar la crisis sanitaria, citando como ejemplo el uso de la mascarilla, y han exhortado al Ejecutivo a "reactivar la demanda con bonos al consumo como los aplicados en Italia, Francia o Alemania", ya que "las familias necesitan un empuje para salir de sus casas".

El director general de AECOC, José María Bonmatí, ha insistido en evitar el confinamiento social, como ocurrió durante el estado de alarma, "por el coste tremendo que tiene esta medida en términos de empleo y riqueza".

Apuntan que se tendría que haber reforzado los servicios de salud, los rastreadores y las pruebas diagnósticas. "Creemos que deberíamos tomar medidas más quirúrgicas", ha defendido Bonmatí, quien agrega que "se observa un caos en muchas de las medidas" aprobadas en medios de los rebrotes, criticando especialmente la del confinamiento de la población.

El director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, ha recalcado que España se enfrenta a "una crisis económica de enorme magnitud" y ha recordado que el desplome de la hostelería repercute directamente en el 30% de la industria alimentaria y en otros sectores como la distribución.

Planteó, entre las medidas de estímulo, aplicar el IVA súper reducido en hostelería como han hecho Alemania o Reino Unido, "porque competimos en un mercado global y nuestro sector turístico no puede perder competitividad".

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Comentarios 1
Estamos presenciando el hundimiento de gran parte de la Hostelería española, famosa en todo el mundo, parte de nuestra tradición y uno de los rasgos principales de nuestra marca turística. Lo más triste de todo es que el servicio se puede dar en un entorno sanitariamente seguro y con tranquilidad, si se estudia cada local y se adoptan todas las medidas preventivas necesarias, para las personas y en las instalaciones. Muchos establecimientos han seguido las “recomendaciones” pero, a la luz de los resultados, se ha evidenciado que eran y son insuficientes, porque no conforman ningún sistema de prevención de contagio, mínimamente serio. Algunas medidas rayan incluso en el absurdo, desde el punto de vista de prevención, como la limitación del número de personas, por ejemplo a 15-20: si es un local cerrado, pequeño, con mala ventilación y están sin mascarilla, con que solamente haya una persona infecciosa y estén juntos 20 minutos, caen todos. ¿Y si van con mascarilla, y si el local tiene 200 metros cuadrados y se guarda la distancia, y si el local tiene extracción de aire suplementaria que elimina cualquier posible carga vírica suspendida en el aire, y si se controlan síntomas a la entrada, y si no se permite que ninguna persona esté en el local incumpliendo las medidas de protección que se estipulen, etc., etc.? Si se sabe cómo gestionar todos estos elementos, se crea un entorno sanitariamente seguro. Para mantener nuestros negocios con vida, tenemos que tomarnos en serio la prevención del contagio, es decir, gestionar medidas que eviten casi en su totalidad la posibilidad de contagio. En mi experiencia, cuando se implantan y se hacen visibles medidas eficaces, aunque sean algo restrictivas, unos pocos clientes se quejan y no repiten, pero la gran mayoría está tranquila y esto atrae a más clientes de los que teníamos antes. Y que no nos engañen más: las mascarillas de tela, las higiénicas y las quirúrgicas no sirven para que no nos contagiemos del virus; solamente las de tipo ffp2 o superiores o equivalentes; pienso por ejemplo, en nuestros camareros/as, que están altamente expuestos al agente patógeno. La demanda esta estimulada y solamente es necesario dar un servicio con seguridad sanitaria y que el cliente lo sepa.