Escarrer advierte de “merma de márgenes significativa en muchas empresas”
Prevé recobrar los niveles prepandemia en turismo vacacional este año y en general en 2023
Publicada 19/05/22 -Actualizada 15/06/22 02:03h
- La subida de tarifas en el sector, en su caso sí compensará la subida desbocada de la inflación por su menor exposición a la intermediación
- La incidencia será mayor para hoteles más turoperados que fijaron precios hace un año, cuando era imposible saber cómo estaría la inflación
- La guerra de Ucrania “no supondrá ningún problema a corto plazo para España como destino gracias a la diversificación de mercados”
Gabriel Escarrer, vicepresidente ejecutivo y CEO de Meliá Hotels International, se ha mostrado “prudentemente optimista” ante una recuperación en forma de V, recobrando este mismo año los niveles prepandemia en turismo vacacional y a nivel global, en 2023. Sin embargo ha advertido de que el incremento de tarifas que se está produciendo en el sector, en su caso sí compensará la subida desbocada de la inflación “por nuestra menor exposición a la intermediación. Pero los hoteles y cadenas más turoperados, que fijaron precios hace un año con sus distribuidores, cuando no sabían cómo se iba a comportar la demanda ni cómo estaría la inflación ni los costes energéticos y de materias primas, sufrirán una significativa merma de márgenes a pesar del aumento en las llegadas de turistas”. Meliá ha cerrado Semana Santa con un alza de tarifas del 18%, “gracias a nuestra apuesta por el segmento de lujo y los canales propios de distribución”.
Meliá afronta esta nueva etapa respaldada por fortalezas como, según ha enumerado su vicepresidente y CEO, “haber hecho los deberes en digitalización -con más del 50% de nuestra comercialización en venta directa-, marcas y fidelización; además del peso del segmento vacacional y bleisure, que representan el 80% de la oferta, frente al 20% del producto puramente urbano”.
Las cifras en sus hoteles urbanos este año se mantendrán aún un 13% por debajo de las de 2019, aunque con una “posible revisión al alza”, según Escarrer
La evolución de las tarifas promedio se ha visto impulsada por la mejora de producto y la mayor orientación al segmento de lujo. No en vano es el que lidera la recuperación, la demanda y esa subida de precios, principalmente en el mercado vacacional, situándose para el tercer trimestre un 41% por encima de las cifras de 2019. Esta tendencia se ve acompañada por una venta de experiencias que cobra fuerza. Prueba de ello es que los ingresos en beach clubs, azoteas y restaurantes a la carta ya superan en un 26% la facturación prepandemia.
El incremento de la tarifa media global de Meliá en Semana Santa se situó en el 18%, pero para Canarias alcanzó un 44%, por delante de Baleares (+33%) y costas peninsulares (+20%)
Escarrer también ha citado como fortalezas la mejora de márgenes y el impulso a la expansión, que se traduce en 45 hoteles firmados desde el último trimestre de 2021, con el foco puesto en fórmulas asset light.
España, destino refugio de nuevo
España, como ha destacado Escarrer, volverá a ser destino refugio “por excelencia” tras el estallido de la guerra, seguida de Italia, Grecia, Turquía y Francia. El volumen de reservas en Meliá para el periodo de mayo a octubre se sitúa un 2% por debajo de los niveles de 2019 para Baleares por una menor ocupación, y un 3% por encima en Canarias y costas por los incrementos de tarifa.
Los mercados internacionales, según sus propias palabras, “se están recuperando rápidamente, lo que está favoreciendo una diversificación de emisores. Madrid, por ejemplo, lo está haciendo muy bien en este sentido. ¡Nunca habíamos tenido tantos franceses!”.
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Gracias precisamente a esta diversificación considera que la guerra de Ucrania “no supondrá ningún problema a corto plazo para España como destino, porque el resto de mercados suplirá la ausencia del turismo ruso, que tiene un impacto marginal de entre el 1,5% y el 2%, aunque sí hay zonas en las que tiene un mayor protagonismo”.
La situación de España ante la guerra de Ucrania contrasta con la de Turquía, que “ha perdido 10 millones de turistas -7,5 millones de rusos y 2,5 millones de ucranianos-, por lo que está lanzando ofertas temerarias para suplirlos con otros mercados”
Pese a todo ello, Escarrer ha vuelto a incidir en que “llama la atención la inexistencia de un PERTE turístico y la baja cuantía del Plan de Modernización y Competitividad Turística, que representa menos de un 3% de los fondos europeos cuando el sector supone un 12,6% del PIB”.
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