Programa de Termalismo Social

Imserso: los balnearios exigen una revisión de los precios para 2023

El 16% de los establecimientos adelanta su cierre como consecuencia de los costes energéticos, que aumentan con la llegada del invierno

Publicada 29/10/22
Imserso: los balnearios exigen una revisión de los precios para 2023
  • Los precios de 2022 estaban fijados por el Imserso en 2021, un contrato que contempla la posibilidad de prorrogarlos hasta 2025
  • En septiembre se comunicó a los balnearios la decisión del Imserso de ampliar el contrato para el próximo ejercicio
  • La mayoría de los centros abre de marzo o abril hasta el puente de la Constitución, pero este año es inviable para muchos llegar a esa fecha

El incremento de los costes energéticos está impactando de manera especial en los balnearios vinculados al programa de Termalismo Social del Imserso. Este año han tenido que gestionarlo con los precios fijados en 2021, cuando el coste energético ha aumentado un 50% sobre el pasado ejercicio y el de los alimentos, un 20%, según datos de la Asociación Nacional de Balnearios (ANBAL). Y la situación se puede agravar, ya que el Imserso prevé mantener la tarifas en 2023, según indica Miguel Mirones, presidente de esta agrupación, que ha solicitado una actualización de las mismas.

Los costes energéticos se han convertido en una pesada carga para usuarios y empresas, pero si hay un segmento que los sufre especialmente es el de los balnearios. Hay que tener en cuenta, como comenta Miguel Mirones, que el tratamiento de las aguas termales exige calentarlas por encima de los 73 grados, y a continuación enfriarlas a 36 grados para aplicar los tratamientos. A eso se suma la llegada del invierno y la puesta en marcha de la calefacción.

El coste energético se ha incrementado un 50% sobre 2021 y el de los alimentos, un 20%, según datos de ANBAL

Una situación que para muchos establecimientos hace inviable el mantenimiento del negocio. De hecho, ya hay una parte de ellos que ha adelantado el cierre de su actividad. Con la excepción de algunos centros, que permanecen abiertos todo el año, la mayoría suele abrir desde marzo o abril hasta el puente de la Constitución. Pero, este año, un 16% ha cerrado o lo estará antes de esa fecha.

Además de tener que terminar su actividad antes de tiempo, afrontan el próximo año con gran incertidumbre, ante la intención del Imserso de mantener los precios.

Miguel Mirones detalla que en 2022, en la mayor parte de los establecimientos, el incremento de costes no se ha podido compensar con un alza de las tarifas. “Esta respuesta comercial se ha podido dar solo en aquellos destinos y productos donde el mercado lo ha permitido”, añade.

Sin embargo, hay balnearios que, por el acuerdo que tenían con el Imserso, han tenido que reservar plazas para atender el Programa de Termalismo Social. Su comienzo se retrasó en el primer semestre y para cumplir ese compromiso, se vieron obligados aportar más plazas de lo habitual en el segundo semestre, reduciendo así la oferta destinada al mercado general, donde podrían haber logrado mejores ingresos.

"En contadas empresas se ha podido hacer una mejora de precios y, en todo caso, nunca ha superado el 10% sobre las tarifas que manejaban en años anteriores", añade el presidente de ANBAL

Miguel Mirones, presidente de ANBAL así como del Instituto de Calidad Turística Española (ICTE).

Hay que tener en cuenta que, al destinar más plazas al Imserso, las tarifas están limitadas, ya que los precios de 2022 estaban prefijados en el contrato del año anterior, y el sector se ha visto obligado a "gestionar el programa con unos costes completamente desfasados a los precios que se acordaron en el 21", añade.

Pero la situación no se muestra más favorable en 2023. En septiembre se comunicó a los balnearios la decisión del Imserso de prorrogar el contrato para ese ejercicio.

El último contrato se firmó en 2021, válido para ese año y el siguiente, e incluía la posibilidad de prórroga para 2023, 2024 y 2025, con una actualización “de los precios de los usuarios en función del incremento previsto de las pensiones, que es la del IPC, con un aumento de hasta el 0,9%”, explica Mirones, que recuerda que en aquel momento la inflación estaba en torno al 1%. Ahora está en el 7,3%, según el dato adelantado de la inflación de octubre publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En este contexto, los centros participantes en el programa han solicitado la Imserso una revisión de los precios para el próximo año con el fin adaptarlos y poder hacer frente a los costes energéticos y de alimentación.

"ANBAL ha pedido que se revisen los precios al incremento previsto de las pensiones en la parte que pagan los usuarios", explica su presidente

"Hemos hecho una petición que está razonada jurídicamente”, agrega. El documento enviado al Ministerio de Derechos Sociales -al que pertenece el Imserso- está apoyado por informes de los asesores jurídicos de dicha asociación, que concluyen que hay soluciones que permitirían hacer esa revisión de tarifas.

La temporada arrancó de manera irregular en el sector de los balnearios, comenzó a remontar a partir de Semana Santa y en el segundo semestre, la ocupación se está moviendo en cifras de facturación similares las de 2019, pero “no es un problema de ocupación. El balneario puede estar lleno, pero si los costes son superiores a lo que puedes estar cobrando, no hay negocio", reconoce Mirones.

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