Ni turismo de borrachera ni pintadas vandálicas ni venta ambulante

Turismo incívico: drones, cámaras y multas de hasta 3.000 € en Palma

El ayuntamiento espera empezar a aplicar la nueva ordenanza en temporada alta

Publicada 04/04/24 -Actualizada 06/04/24 07:53h
Turismo incívico: drones, cámaras y multas de hasta 3.000 € en Palma
  • La nueva ordenanza de civismo de Palma prohíbe el consumo de alcohol y drogas en plazas, calles, comercios y transporte
  • A partir de ahora, también están prohibidos los concursos de bebida, el uso de altavoces, orinar en público y el vandalismo
  • El alcalde Jaime Martínez ha prometido una alta presencia policial en la Playa de Palma durante la temporada turística

El municipio de Palma, que incluye varias zonas turísticas entre las que resaltan Playa de Palma y su centro histórico, se dispone a aprobar una nueva ordenanza cívica que tiene su resonancia en la actividad de esta industria, por cuanto establece mecanismos de vigilancia que incluyen cámaras y drones, así como penalizaciones en forma de multas de hasta 3.000 €. El objetivo: conseguir una ciudad más agradable para residentes y visitantes.

Y, precisamente, los actos incívicos que busca acometer la nueva ordenanza municipal son protagonizados en unos casos por vecinos de la capital balear, como es el caso de las pintadas en fachadas y elementos urbanos, y en otros por visitantes en estado de ebriedad o bajo la influencia de drogas, como pueden ser deterioro de esos mismo elementos urbanos o realizar las necesidades fisiológicas en plena vía pública, por citar solo un par de posibilidades.

Turismo incívico: drones, cámaras y multas de hasta 3.000 € en Palma
Turistas alemanes en la Playa de Palma. Fuente: Hosteltur

El asunto ya ha motivado incluso el interés de la prensa especializada alemana, fvw ha publicado un artículo titulado “Mallorca toma medidas enérgicas contra los turistas borrachos”, confundiendo una vez más la ciudad con la totalidad de la isla. Y la información se centra en el Ballerman 6, una zona de la Playa de Palma donde el llamado ‘turismo de borrachera’ está muy enraizado.

“El núcleo de su iniciativa es una nueva regulación municipal que impone multas por embriaguez, vandalismo, uso de altavoces y otras malas conductas en espacios públicos”, dice claramente el medio alemán

En particular, la nueva ordenanza de civismo de Palma prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas, drogas u otras sustancias en plazas, calles, comercios y transporte público. Y también están prohibidos los concursos de bebida, el uso de altavoces, orinar en público y el vandalismo. Además, ya no estará permitida la venta ambulante de alimentos, bebidas u otro tipo de productos en lugares públicos, como por ejemplo las playas o los paseos marítimos.

Más policía para Palma

Y, el Ayuntamiento no quiere aprobar simplemente una normativa que de no ser respaldada por la acción no llegará a cumplirse, sino que se propone contratar a 300 agentes de policía adicionales para sumarse a los 800 actuales. De hecho, el alcalde Jaime Martínez ha prometido una alta presencia policial en la Playa de Palma durante la temporada turística, un núcleo clave para la empresa turística local, pero que también genera mucha controversia debido a los comportamientos incívicos.

“El 62% de los turistas que fueron expulsados ​​de sus hoteles el año pasado por mal comportamiento procedían de Alemania”, admite fvw

La normativa cívica de Palma entrará en vigor en abril, y se empezará a aplicar dos o tres meses después, a tiempo para la próxima temporada turística alta. Según el alcalde Martínez, “es una herramienta importante contra las pintadas vandálicas, el botellón, los desperfectos en el mobiliario urbano y el uso de los patinetes en los espacios públicos”. Y con el objetivo de hacerla cumplir, se procederá al uso de cámaras de videovigilancia y drones.

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A modo de aviso a navegantes, la nueva ordenanza contempla que si el consumo de alcohol en la vía pública altera la convivencia, supone aglomeraciones o deteriora la tranquilidad del entorno, se considerará una infracción grave, y se aplicarán multas de 750 a 1.500 euros. Y, si llega a ser muy grave, oscilarán entre 1.500 y 3.000 euros. Defecar, orinar o escupir en la vía pública merecerá una sanción por esas mismas cuantías.

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